El próximo 3 de octubre, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos atenderá un caso relacionado con la imposibilidad de una mujer de adoptar el hijo de su pareja debido al rechazo del padre del niño (caso X et al. Austria). Esta negativa se opone a la adopción por parte de la pareja de la madre. Ambas mujeres pidieron al tribunal que privara al padre de la patria protestad y que permitiera la adopción a fin de que la pareja de la mujer que adopta sustituyera al padre del niño. Es necesario que se sepa que una vez el niño ha sido adoptado, el padre perdería todo contacto con su hijo y ni siquiera tendría derecho a verlo.
El grupo internacional LGBT (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) lleva el caso. El abogado de los demandantes es el director europeo de ILGLaw (del ingés International Lesbian, Gay, Bisexual, Transgender & Intersex Law Association) y consejero de ILGA-Europa. Asimismo, es miembro de ECSOL, una red europea de abogados activistas del LGBT que incluye la conocida Me Mecary. Estas organizaciones también participan en el proceso.
Solicitar al tribunal la exclusión del padre para tomar su lugar, ¿se dan cuenta de lo absurdo de su demanda si llegan a tener el atrevimiento (¿o inconsciencia?) de presentarla ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, tras haber sido rechazada por la justicia de su país?
Vayamos directos al grano: señoras, ¿qué papel creen que desempeña el padre en la vida del niño? ¿En qué se basan para justificar su activismo? Los padres separados que luchan, justamente, con audacia y coraje, al menos aquellos que aún no se han suicidado hasta el momento (y hay bastantes), para que los vínculos entre padres e hijos sean REALMENTE respetados por el pariente que obtenga la custodia del niño. No se ofendan (y la palabra es débil), pero lo que se haga hoy no hará otra cosa más que cortar el vínculo entre padre e hijo.
Señoras, ustedes son el aguijón de una visión política que los padres separados no comparten, ya que saben muy bien el precio de la paternidad, porque luchan, repito, desde hace muchos años para que estar con sus hijos sea lo más natural del mundo. Asimismo, se ha descubierto hoy que ustedes están tratando de expulsar legalmente a un padre que ve y cuida a su hijo, es inefable: se han superado a sí mismas, con la ayuda de las numerosas redes que les apoyan ante la línea roja. Afirman ser discriminadas (vaya, esperan que, una vez más, esa gran palabra les haga ganar la batalla de la opinión) porque la justicia de su país, Austria, se limitó a afirmar que no existe el derecho a adoptar a un niño que ya tiene padres.
Señoras, sería necesario que volvieran a hacer algún curso de educación sexual, recuerden, fue en clase de biología. Así, nos recordaría (y enseñaría a algunos) que los niños no vienen de las coles ni son las cigüeñas las que los entregan. Vamos, señoras, un poco de sentido común y cesen su activismo, ya que solo hace reír a padres furiosos y separados, como yo. ¿Y cómo se alimenta la llama de un padre furioso? Me río en la cara de su abuso, porque ya han sobrepasado la línea de la decencia.
Es necesario recordar que en el artículo 9 de la Convención de los Derechos del Niño, que establece el apartado 3, se afirma que “Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales y contacto directo con ambos padres”, reconociendo así que el interés principal del niño es mantener contacto con su padre y su madre.
Nos quieren hacer pensar que su caso es ineluctable, porque su lobby formado por lesbianas ha construido una imagen en los medios de comunicación, que hasta la fecha, y hasta nuevo aviso, se trata de un megáfono propicio para difundir y distribuir el término homófobo a todas aquellas personas receptivas a su verborrea extremista. Aunque nosotros, padres separados de sus hijos, sabemos que no vamos a dejar que sus locos proyectos arraiguen, ya que, francamente son subversivos con respecto a cuestiones de género.
Para aclarar los fascinantes debates que se anuncian, incluimos una cita de uno de sus alter-ego que, en una conferencia jurídica en Francia, cierto 24 de junio de 2010 presentaba todo con un poco más de claridad: “esperamos que el análisis del términos de género juegue un papel subversivo…”. Según su opinión, ¿cuánto vale un padre furioso y bien informado? Una cuestión que dejo a su vívida sagacidad, no hace falta ser subversivo.
Señoras, ustedes no tienen el coraje de revelar sus nombres en este caso, han preferido el anonimato. Están en su derecho; sin embargo, ¿se informó al padre de su paso al Tribunal de Estrasburgo? Lo dudo. ¿Está el niño de acuerdo? El procedimiento del Tribunal de Estrasburgo no recoge su voluntad: siendo menor, la madre habla en su nombre y no tiene abogado personal.
Frente a su anonimato se entiende la razón de esta carta “abierta”, por lo que, tal vez, a través de sus familiares medios de comunicación, tan conocidos por ustedes y su lobby formado por tiernas y deseosas lesbianas. Se harán eco de la presente carta, para que un buen y gran debate se centre en el niño y en sus intereses primordiales, aunque también en el género, concepto tan subversivo y de moda entre ustedes.
http://blogs.hazteoir.org/opinion/2012/10/02/carta-abierta-de-un-padre-indignado-al-lobby-de-lesbianas-por-arthur-vivien/