miércoles, 30 de septiembre de 2009

El Papa no es un muñeco de feria

Ya me imagino que resulta muy cómodo burlarse de quien sabes que no se va a defender, pero resulta que esa persona representa y muchos millones y por tanto merece un respeto. Si, además se añade estar haciendo bromitas acerca del aborto, entonces ya están ofendiendo a muchos más, creyentes o no. Pero parece que todo vale en la carrera por la audiencia de las televisiones. Luego encima presumen de tolerantes.

Cualquier mujer que haya estado embarazada sabe que tienes tus momentos de desaliento en que piensas: ¿por qué me habré metido en este lío? Cansancio, náuseas, varices, ardor de estómago, calambres..., yo no me privaba de nada. Entiendo lo que debe sentir una chica jovencita que además no tenga relación estable y esté asustada ante el porvenir. Precisamente por eso, necesita todo nuestro apoyo y ayuda.

Pero, cuando nace tu hijo, se te olvidan todos los malos momentos. Sólo verlo ya compensa todas las preocupaciones. Si una adolescente pudiera ver el feto de pocas semanas en tres dimensiones (cosa que ya es posible tecnológicamente), no dudo de que casi ninguna abortaría. Pero, precisamente por eso, no le van a dar la oportunidad de verlo. Sale más barato ayudarla a abortar.

Conocí a una señora que se quedó embarazada en el puerperio, es decir, a poco de dar a luz. (Mis hijos se llevan dos años). Ella estaba deprimida porque no quería ser madre tan pronto otra vez. Sin embargo, entonces no tenía otra alternativa. Tuvo a su hijo y, no sólo le quiere tanto como al mayor, sino que al cabo de unos años repitió y tuvo una niña. Hoy está feliz con los tres. Tener hijos no es nada fácil o cómodo, pero es lo más gratificante que existe.

martes, 29 de septiembre de 2009

Valores universales

Se habla mucho ahora de que la juventud ha perdido los valores. La pregunta es: ¿qué valores?. Existe una moral universal creada a través de los siglos y la experiencia en los más diversos lugares del planeta. Esos valores universales coinciden bastante bien con los diez mandamientos de la ley de Dios: no robar, no mentir, no ser infiel, no matar... Ese orden moral está inscrito en nuestra conciencia. Sin embargo, lo que no se puede hacer es inventarse en pocos años otra escala de valores diferente y querer imponersela a la sociedad por vía de decreto ley o lo que haga falta. Los valores que no resultan naturales al hombre acaban dañando a toda la sociedad. Por ejemplo, al considerar la libertad como el principal fin del ser humano, no estamos teniendo en cuenta que la falta de límites y responsabilidades, no sólo perjudica al que la sufre, sino también al que la ejerce.

Así que, cuando escucho hablar sobre educación en valores a según quién, me quedo más preocupada que antes. Porque, casi resultaría mejor que cada cual vaya descubriéndolos por su propia experiencia, que pretender crear una moralidad a la medida de la ideología de moda, al margen del sentido común y sin ninguna perspectiva histórica. Lo más grave es que se pretende formar a los adultos de mañana con unos postulados que no han demostrado validez universal. Ya ahora estamos empezando a ver las consecuencias de una educación demasiado permisiva; pero, en lugar de rectificar volviendo a terrenos conocidos, pretenden experimentar con nuestros jóvenes, poniendo en riesgo todo un orden social y moral que había costado milenios alcanzar. Todo por pura ambición política.

lunes, 28 de septiembre de 2009

The sea is full of fishes

El mar está lleno de peces. Me encanta como suena en inglés. Hoy en día se puede decir literalmente eso respecto a las relaciones de pareja. Creo que nunca en la historia ha habido tantas facilidades y, sin embargo, nunca ha sido la gente tan infeliz. Incluso cuando los matrimonios eran concertados iban mejor las cosas. Tal vez porque la gente no tenía tantas aspiraciones y se conformaban con lo que había. Ahora buscamos una persona que sea al mismo tiempo divertida y responsable, tolerante y con ideas claras, guapo, listo y buena persona... Si se piensa es un poco absurdo, ya que nosotros tampoco somos perfectos. Uno debería exigir sólamente lo que puede ofrecer: un poco de cariño, paciencia y sentido común. Eso es lo que realmente hace falta para llevar una familia.

Luego leo las consultas psicológicas de las revistas y a cada poco me encuentro la típica chica joven que sale con un hombre casado. Creo que nunca en la historia ha existido tanta infidelidad como ahora y no es extraño, ya que nunca ha sido tan fácil, ni ha existido esa sensación general de "todo vale". Estoy aburrida de leer lo mismo sobre que no se puede parar el amor. Es como la gula: cuando un niño entra en una tienda de golosinas, las quiere todas. Pero un adulto ya debería saber que tenerlo todo sólo le va a dar dolor de tripa, o de alma, en este caso. Probarlo todo sólo consigue que se tenga una sensación de hastío e incluso se pierda el interés completamente. Parece mentira que haya que explicar algo tan obvio.

Antes se seguían unos pasos: conocer a la persona, salir como amigos, enamorarse y besarse. Ahora, en las relaciones por internet a menudo se empieza la casa por el tejado. Luego se preguntan si el otro sólo te quiere por el físico. Eso es fácil de comprobar, basta con esperar unos meses. Conocer a una persona fuera de su ambiente significa que puede fingir una personalidad absolutamente diferente de la real y nunca te darás cuenta. Pero sin embargo, empieza a ser el modo más habitual de ligar. Luego están los separados y divorciados que buscan desesperadamente alguien con quien recuperar el modo de vida al que estaban ya habituados. En ese afán, no suelen respetar si la otra persona está ya comprometida.

Por todas estas circunstancias, las relaciones de parejas actuales traen más quebraderos de cabeza que satisfacciones. Pero, siendo ambos adultos, es de esperar que intenten dañarse lo menos posible mutuamente. Sin embargo, cuando uno de los dos es menor de edad o inmaduro en relación con el otro, entonces las consecuencias son mucho más graves, como vemos cada día en las noticias. No vale todo en el amor, porque, para empezar, eso no es amor sino necesidad mutua. El amor es compromiso, sacrificio e incluso diría yo que aburrimiento. Por eso, a menudo por desgracia alguno decide que no vale la pena el esfuerzo, estando el mar cada día más lleno de peces, y todos tan dispuestos a dejarse pescar.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Ventajas de la gripe A

No sé hasta qué punto creerme la gravedad de esta enfermedad, pero lo que sí está claro es que va a servir para algo importante. En mis tiempos, si ibas al colegio con fiebre, te mandaban a casa. Ahora, no pueden mandarte a tu casa porque no hay nadie. Así que los padres envían a sus hijos enfermos al colegio, cargados de paracetamol, que les administran los profesores, cosa que me parece una barbaridad porque están contagiando a sus compañeros de clase. Con razón mis hijos estaban siempre enfermos. Pero ahora, con la famosa gripe A, los niños que tengan fiebre no podrán ir al colegio sin provocar una alerta sanitaria, así que los padres no tendrán más remedio que quedarselos en casa. Creo que este año va a bajar la incidencia de todos los catarros y la gripe vulgar, de manera que, al menos, saldremos ganando algo de toda esta campaña.

Otra ventaja será la higiénica. Yo les decía a mis hijos que se lavaran las manos y, en distintos colegios, me contestaban que no había jabón ni secadores en el baño. Con las nuevas normas, se supone que todos tenemos que lavarnos varias veces al día y los niños con más razón. De este modo, espero que al fin vayan con las manos limpias. Sin embargo, hay quien cae en las paranoia. El otro día, vi a una madre limpiando a sus hijos con toallitas desinfectantes. Los virus y las bacterias también viajan por el aire y evitar el contagio al cien por cien es imposible, a no ser que nos metamos todos en burbujas de plástico. La higiene nunca está de más, y el civismo tampoco, pero no debería hacer falta asustar a la gente para que se tomaran esta clase de medidas de sentido común.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Ventajas de la crisis

Estando en el supermercado, me ha llamado la atención que los dependientes parecen ser más amables de lo habitual. Tal vez es que la gente ha pasado de abominar del trabajo como una maldición a sentirse afortunados por el hecho de trabajar. Le decía a mi marido que no se queje porque ya no tiene vacaciones, porque muchos desearían no tenerlas con tal de tener un empleo. En tiempo de crisis y paro, al menos la gente aprende a valorar lo que tiene. También creo que se sienten más solidarios. Otro efecto es que aumenta la competividad: tienes que esforzarte más para no perder el trabajo, ya que sobran candidatos para cubrir el puesto. Pero también algunos pueden darse cuenta de que hay vida fuera del trabajo

La humanidad ha progresado históricamente a base de guerras y de crisis. Es triste pensarlo, pero la mayoría de los adelantos técnicos que disfrutamos surgieron más de la necesidad que de la inventiva. Hoy en día, los descubrimientos los suele hacer la industria espacial, que también tiene aplicaciones con fines militares. Es decir, que las crisis del tipo que sean obligan a exprimir el intelecto, y también sacan lo mejor y lo peor de cada cual. Realmente, creo que nos puede venir bien, para todos aquellos que habían puesto todo su interés y su esfuerzo en el ocio, el placer y el presente. Tal vez de esta manera se den cuenta de que las cosas no son tan seguras como parecen y nunca se sabe lo que deparará mañana.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Doble anticonceptivo para adolescentes

La realidad es muy cabezota y acaba imponiéndose. El tiempo ha demostrado que los preservativos no impiden que cada día hay más embarazos no deseados y más enfermedades de transmisión sexual en España. La progresión es geométrica. Pero, en lugar de ir a la raíz del problema, como de costumbre, algunos pretenden dar un paso más adelante recomendándole a las chicas que tomen la píldora anticonceptiva. A eso le llaman doble anticoncepción. Todo esto para no reconocer lo que algunos científicos llevan años denunciando: que el preservativo falla muchas veces, que muchos se niegan a utilizarlo y que los virus, al ser microscópicos, atraviesan los poros del latex; de manera que no es cien por cien eficaz contra las infecciones víricas. Basar toda la prevención en el preservativo es una barbaridad.

Sin embargo, las pastillas a base de hormonas tienen multitud de efectos secundarios, algunos bastante graves. Por ejemplo, la terapia hormonal sustitutoria de la menopausia ya se ha demostrado que es cancerígena. Muchas mujeres no podemos tomar la píldora porque nos sienta mal y, cuanto antes se empiece a tomar, mayor es el daño. Pero nada de eso les importa a los responsables de adoctrinamiento sexual de nuestro gobierno. Resultaría más lógico decirle a los adolescentes que el sexo es cosa de adultos y entre adultos. Por tanto, que deberían esperar a tener la madurez emocional necesaria. Lo que no tiene ningún sentido es que se les impida fumar en nombre de un riesgo a largo plazo; y, sin embargo, les estén incitando a jugar con el sexo, teniendo muchos más peligros, según se está demostrando día tras día.

Música:  OMD. Souvenir

miércoles, 23 de septiembre de 2009

La experiencia es la madre de la ciencia

A veces he leído artículos protestando por ejemplo de los blogs, donde la gente opina sobre cualquier tema sin tener conocimientos probados. Incluso dicen que deberíamos ser periodistas. Sin embargo yo soy defensora de la escuela de la vida. Cuando ya se tiene mi edad, cuarenta y tres años, y te has pasado el tiempo siendo observador más que actor de las vidas ajenas, hay situaciones que conoces de lejos. Por ejemplo, no creo que el médico sepa mejor que yo si mis hijos tienen un catarro o algo más serio, porque por desgracia tengo experiencia sobrada sobre sus enfermedades. También sobre relaciones de pareja a mi alrededor y problemas entre padres e hijos. Realmente creo que no hay tema de la vida sobre el que no tenga una biblioteca completa atesorada en mi mente. Si además se trata de una persona a la que conozco ya de antiguo, a la cual he visto en sus buenos momentos y los malos y repetir las mismas pautas una y otra vez, no es de extrañar que suponga que tengo ya alguna autoridad para aconsejarla.

Sin embargo, sería mucho más cómodo y más agradable para mí dedicarme a seguirle la corriente a cada uno y dejar que tropiecen una y otra vez en la misma piedra, y tal vez luego encontraría la satisfacción interna de saber lo que iba a suceder. Pero es inmoral ver un problema, pensar que comprendes las causas y los remedios y no hacer nada, limitarte a disfrutar del espectáculo. Aprender a vivir es la asignatura más difícil que existe y no se estudia en los libros, aunque algunos puedan ayudar. Se aprende con la experiencia propia y ajena. Algunos por desgracia parecen empeñados en no aprender nunca. El tiempo pasa inexorablemente y cuando quieren darse cuenta es demasiado tarde para remediarlo. Es como si ves subir al coche a un conductor borracho y no le dices nada..., ¿de quién es la culpa si se estrella? Tuya. Yo no puedo cargar con eso sobre mi conciencia.

martes, 22 de septiembre de 2009

La misa laica

Siguiendo con la carretera, resulta que ahora los paneles luminosos llevan mensajes moralizantes del tipo: piensa en los demás, en la carretera no estás solo. Sólo falta: el Señor está contigo. Lo siento pero en eso la especialista soy yo, y les digo que no sirve de nada ser buenos por miedo a sufrir un accidente. Hay que serlo "per se". Lo que nos faltaba por ver es que pretendan crear una religión laica, llena de preceptos políticamente correctos. Porque ahora se están dando cuenta de que los valores cristianos están en la base de nuestra moral personal y, al renunciar a la Fe, mucha gente ha perdido también toda referencia moral. La misa laica no es un invento nuevo. Los regímenes comunistas y el nazismo ya intentaron en su día crear una iglesia paralela, pero no funcionó.

Pero lo más llamativo que he encontrado es el letrero de: piensa en las motos. Vale, pero ¿piensan las motos en mí? (los pilotos). Porque lo que yo sé es que las normas de circulación no rigen con ellos y adelantan por la izquierda y por la derecha; y no te pasan por encima porque no pueden. Las motos, como las bicicletas de carretera, no suelen ser tanto un medio de transporte como un hobby. Los motoristas disfrutan corriendo riesgos, pero el problema es que las fichas de su juego son los coches. Por mi parte, lo mejor de las motos es que hacen mucho ruido. Así al menos las oyes cuando vienen por el ángulo muerto del espejo retrovisor. Así que, en lugar de generalidades bienintencionadas, serviría mejor poner más guardias civiles en las carreteras, para que todo el mundo respete las reglas.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Negligencia en la piscina

Hace unos días un niño estuvo a punto de morir ahogado en una piscina pública de Orihuela. Hay que decir que los padres han denunciado al socorrista que le practicó los primeros auxilios que le salvaron la vida. Parece ser que él ya les había advertido a los padres de que el niño, que no sabía nadar, se pasaba a la piscina de mayores sin manguitos ni flotador. Pero los padres no habían hecho caso, porque para eso pagan al socorrista, para que esté pendiente de su niño. Una actitud muy española, eso de delegar la responsabilidad en otros. Bastante sacrificio han hecho ellos con tener un hijo. Ahora que se ocupe el estado de educarlo, cuidarlo y protegerlo. Así nos van las cosas. Y, si además los indemnizan con una buena cantidad de dinero, pues mejor que mejor.

En la playa he visto muchos casos como ése. Niños solos jugando en la orilla del mar o saltando entre olas mayores que ellos. Un pequeñín de no más de dos años perdido, buscando a su familia con ayuda de una señora. Cuando yo tenía niños pequeños, no les quitaba el ojo de encima ni un instante. Mi marido y yo hacíamos turnos para estar con ellos y no empezamos a ir al agua juntos hasta hace un par de años. Pero, sacrificio, es otra palabra pasada de moda. Al fin y al cabo, niños es lo que sobra en el mundo, según dicen; y son una molestia y una carga para algunos. Pensar que hay tantas parejas estériles y cuánta gente no sabe apreciar lo que tiene... Un hijo es un tesoro de valor incalculable. Es lo más valioso que existe.

sábado, 19 de septiembre de 2009

La talla ideal

Aproximadamente una tercera parte de las mujeres que se ven en la playa están muy por debajo de su peso ideal, cercanas a la anorexia. Y no hablo de jovencitas, sino de mujeres de mediana edad. Esto supone un desgaste que me imagino que afectará a su salud. Otro tercio están por encima y el resto aproximadamente dentro de los límites. Esas mujeres esqueléticas, más que atracción, producen grima en cualquier varón normal. Su bajo peso hace que apenas tengan pechos y, cuando hacen top less, apenas les sobresalen los pezones, así que algunas llevan el bikini con relleno. A muchas se les pueden contar las costillas y dan ganas de comprarles un bocadillo de chorizo. Parece mentira como la publidad ha hecho tales estragos en toda una generación.

Yo solía estar muy delgada, de forma natural, y me encontraba siempre cansada. Después de mi primer embarazo, me quedé con unos kilos más y descubrí que me sentía mucho más fuerte. Los depósitos de grasa son necesarios para soportar esfuerzos extra y enfermedades. De hecho, la grasa tiene una gran capacidad para transformarse en otro tipo de tejido, gracias a sus células madre, que tan buenos resultados están dando en investigación. El cuerpo de un atleta puede ser más armónico, pero no más saludable. Por ello, no es de extrañar que, de vez en cuando, muera algún deportista de repente debido a los sobreesfuerzos a los que se ven sometidos a diario. Ni gordos, ni delgados. El ideal, como siempre, es el término medio, y además es lo que atrae de forma natural a ambos sexos.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Bendita rutina

Se pasa uno la vida pensando que todos los días son iguales. A las mismas horas haces las mismas cosas y a veces te toca esperar a que llegue la hora de la comida, la salida de los colegios o la apertura de las tiendas. Sin embargo, sabes que, en cualquier momento, una llamada telefónica puede cambiarlo todo, arrasar con tu rutina creando una nueva; y que, de pronto, te encuentres deseando tener tiempo libre, repetir los mismos ritos de siempre o incluso estar aburrido. Bendita rutina que nos da tranquilidad, incluso cuando estamos estresados.

Cuando todo va bien, yo me preocupo. Sé que no debería, pero tengo la impresión de que es demasiado bueno para durar. Tengo miedo de la felicidad, a pesar de que es mi estado natural habitualmente. Siento como si no tuviera derecho a ser feliz mientras tantos lo pasan mal. Sin embargo, sé que eso no tiene sentido, ya que el estado de satisfacción se lo trabaja cada uno independientemente de sus circunstancias. Es decir, que tal vez muchos en mi lugar se sentirían frustrados, aunque para mí esta vida sea la ideal.

Por eso, cuando mi rutina se desbarata, me siento perdida como un niño en una playa inmensa, y sólo deseo volver a mis costumbres de siempre, recuperar esa rutina que a veces me harta, y, sin embargo, cuando me falta, me quita el sueño y el hambre y me deja sin fuerzas. Quiero volver a mis días iguales, mis obligaciones tediosas y mis momentos especiales, conseguidos tras larga espera. La rutina hace que cada novedad sepa a gloria, pero demasiadas novedades arruinan el efecto.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Despedidas de soltero

Hace unos cincuenta años existía la costumbre en España de que los amigos del novio le pagaran una prostituta para que lo iniciara en el sexo, ya que solían ser vírgenes. No digo que estuviera bien, pero tenía su razón de ser. Aquello ha ido degenerando como todo y ahora se celebra el acontecimiento siendo ambos más o menos infieles a su pareja con un acompañante de pago. Ese ritual incluye borrachera, drogas si es lo habitual y situaciones vergonzosas que quedan grabadas en video para la posteridad. En otras palabras, se sienta un mal precedente, con el cual no es extrañar que la mayoría de los matrimonios acaben en divorcio. Por no hablar del gasto que supone y el riesgo que se corre en ese desmadre.

Sin embargo, decir estas cosas, por supuesto, suena retrógrado y carca, y va contra el mandamiento de la modernidad: harás lo que te dé la gana y no pensarás en las consecuencias. Me pregunto cómo pueden presentarse a continuación ante su pareja, con resaca y, seguramente, sin acordarse de lo que hicieron la noche anterior, o con quién. ¿Qué clase de confianza puede existir entre dos personas que empiezan su vida en común engañándose?. El matrimonio no puede ser una excusa más para el desenfreno y el despilfarro. Se puede celebrar una cena con amigos, sin necesidad de vivir abochornado el resto de tu vida. A veces pienso que algunos se casan sólamente por celebrar esta fiesta, y otra después del divorcio.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Adopciones homosexuales

Varios días me han metido entre los anuncios de la página uno de una agencia de adopciones para pareja homosexuales, sobre lo cual estoy absolutamente en contra. Precisamente, hace poco pasé por el hospital en la zona de maternidad, y estaban las cunitas en las puertas de las habitaciones, cada una con un lacito azul o rojo, según el sexo del recién nacido. No había lazos verdes o naranjas para aquellos de sexualidad dudosa. Físicamente, sólo existen dos géneros: masculino y femenino. Otra cosa es que se pueda tener un trastorno psicológico que te haga desear tener otra identidad sexual. En algún caso puede ser incluso genético, pero lo habitual es que sea inducido por circunstancias ajenas. Existen padres y madres, por desgracia, que desearían haber tenido un niño en lugar de niña o viceversa, e inculcan a sus hijos desde la cuna gustos y aptitudes que no son propios de su condición sexual.

Es bien sabido que los homosexuales masculinos suelen sentirse especialmente ligados a su madre, mientras sienten rechazo por la figura masculina. Esta relación exclusiva tiene mucho que ver con su elección. Por eso, es fundamental que los niños reciban durante su infancia una influencia fuerte masculina y otra femenina. De este modo, sí pueden elegir libremente su sexualidad y, en la mayoría de los casos, se identifican con aquella que concuerda con sus características físicas. Un niño criado por homosexuales carece de referencias sobre la actitud normal generalizada que predomina en la naturaleza, y que además es la única que posibilita la reproducción dentro de una pareja. Sin ese ejemplo, es fácil que se confunda al hacer su elección, o incluso que no llegue nunca a definir su identidad sexual, con el sufrimiento que ello supone.

Música:  Laura Pausini. La soledad.

martes, 15 de septiembre de 2009

La era del plástico

Se habla mucho sobre energías alternativas para sustituir al petróleo cuando se acabe, de aquí a cincuenta años. Claro, que a mí eso ya no me va a afectar. Pero lo que más me choca es pensar que tendremos que renunciar al plástico. Poca gente sabe que las bolsas del supermercado, por ejemplo, están fabricadas con derivados del petróleo. Esta mañana estaba recogiendo la mesa del desayuno cuando me puse a pensar cómo será la vida de mis nietos sin botellas de agua, por ejemplo, envases de galletas, cajas y tapas de plástico; o de qué estarán hechas las videoconsolas, los teléfonos móviles y les propios televisores. Dice mi hija que se puede fabricar plástico de otros materiales, pero supongo que no será tan cómodo, tan versátil y, sobretodo, tan barato.

Hagamos un poco de ciencia ficción. En el futuro los envases de los yogures serán reliquias que se puedan encontrar en un anticuario. Deberíamos guardar los tupperware, no sea que aumenten su valor, como ocurre con todo lo que es escaso y difícil de conseguir. Tal vez dentro de cien años, en lugar de buscadores de oro dragando los ríos, existan buscadores de plástico; y la gente se haga rica al encontrar un yacimiento en un viejo vertedero municipal. ¿Tendremos que volver a fabricar coches de madera, muñecas de porcelana o bolsas de tela? Puede que así los niños recuperen el interés por el juego, al crear sus propios juguetes... Creo que al menos deberíamos intentar reciclar la mayor cantidad posible, por si acaso luego hace falta. El problema no es sólo que el plástico contamine, sino que se está acabando.

lunes, 14 de septiembre de 2009

El poder de la masa

La playa es todo un experimento sociológico. Por ejemplo, mujeres que en su vida diaria serían incapaces de salir a la puerta de su casa en ropa interior, pasean por la playa en bragas sin ningún pudor. Asimismo, hombres que nunca se pondrían siquiera pantalón corto, no tienen inconveniente en bañarse en slip. Será porque la masa lo justifica todo y lo consiente, diluído en el total. Pasa algo parecido con los hombres de color (negro). Me temo que era bastante incapaz de distinguirlos entre sí, hasta que empecé a obligarme a mí misma a fijarme en sus rasgos. Me pasa igual en los hospitales: las mujeres con bata blanca me parecen todas iguales y eso me hace sentir un poco culpable. A las de la farmacia, no se ubicarlas si las encuentro en la calle. Supongo que ellas ya lo tienen asumido. Pertenecer a un colectivo te hace entrar en el anonimato, quieras o no. Ocurre igual con los bomberos y policías.

En nombre de esa impunidad que da la masa se han hecho auténticas barbaridades en las guerras, que son el máximo exponente de esto.Para una observadora de la vida, como yo, la playa es como un hormiguero cortado en transversal que te permite observar el comportamiento de esos extraños animales, llamados seres humanos. A veces me pregunto qué opinarán los vendedores negros de la playa sobre nuestro doble rasero moral en cuanto a vestimenta; o sobre nuestras familias con tan pocos niños y, muchas veces, a cargo de los abuelos solamente. Sería interesante tener una larga charla con ellos. Al menos espero que se lo pasen bien y hagan negocio, que ya se lo han ganado sólo con el viaje de ida.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Frente a las olas

Cuando era pequeña, veraneaba en Galicia. El Océano Atlántico es un mar serio, no como el Mediterráneo, aunque ninguno sea de fiar. Las olas a menudo eran más grandes que yo y, cuando me iban a romper encima, no me quedaba más remedio que atravesarlas de frente buceando. De otro modo, me hubieran arrastrado hasta la orilla. De mis veranos gallegos aprendí también a caminar por las rocas como un mariscador y a coger cangrejos grandes con la mano. Es lo que tenemos los castellanos: que nos adaptamos a todo. Ahora ya no me baño cuando hay olas grandes. Prefiero reservar mi energía, pero eso no significa que no recuerde bien cómo se hace.

La sensación de atravesar las olas aprovechando la fuerza del mar en tu favor produce mucha adrenalina. Te sientes poderoso, a pesar del peligro. Parece ser que alguno se ha partido el cuello con ese juego. Todavía hoy me siento tentada de hacerlo. Creo que escribir en internet me produce una sensación parecida. Intento flotar en la marea sin dejarme llevar por la corriente; pero, de vez en cuando, aparece una ola que me va a romper encima arrasando con todo lo que creo y lo que soy. Entonces la jovencita de la playa resurge y, en lugar de darle la espalda a la ola, la miro de frente y la atravieso; porque sé que murallas más altas han caído y que la fuerza de la vida puede con todo.

viernes, 11 de septiembre de 2009

No se puede ser bueno

 Acabo de conseguir esta imagen y no puedo dejar pasar la oportunidad de afirmar que el presidente venezolano no es más que un dictador socialista disfrazado y no podemos volver a caer en esa trampa que ha causado la muerte y la ruina en tantos países.


Hubo un tiempo en que yo sí que era realmente un espíritu puro. Incapaz de mentir o de decir que no. Aprendí por el camino más duro que siempre hay alguien que intenta aprovecharse y encima no te lo agradecen. Hay gente especializada en quedarse con el mérito ajeno. Todo lo que hacen reluce y sus fallos no son visibles. Sin embargo, yo, soy como soy, incapaz de fingir para quedar bien, de inventar historias o echarme flores. Así que siempre me ha tocado hacer el trabajo monótono que nadie aprecia, gastar el dinero que no tengo o pasar el tiempo con gente que no me valora. Me resigné a la idea, ya que no me queda otra. Porque, por más esfuerzos en contra que he hecho en estos años, no puedo evitar seguir siendo en el fondo una buena persona, un alma cándida. Me pierden los sentimientos y no puedo ver sufrir a nadie, aún cuando sepa que a los cinco minutos se estará riendo, de mí.

A veces me gustaría ser diferente. Haber podido, por ejemplo, irme a trabajar, aún sabiendo que me iba a gastar todo el sueldo en guarderías y asistentas. Pero, que me quitaran lo bailao: yo haciendo vida social y otra persona cargando con mi trabajo sucio (nunca mejor dicho). Pero fui incapaz de renunciar a estar con mi marido y mis hijos y ahora tengo que aguantar que algunos piensen que son una persona aburrida y elemental. Llevo veinte años sin disfrutar más de quince días de vacaciones al año, y aún de apartamento, no de hotel; y algunos piensan que lo que pasa es que no sé administrarme o que soy tonta. El caso es que, desde luego, no despierto ninguna admiración entre mis conocidos, sino más bien lástima. Eso es lo que he conseguido siendo buena persona. Al menos yo sé que soy feliz así y seguramente no lo sería de ninguna otra manera.

Música:  Laddy Gaga-just dance

jueves, 10 de septiembre de 2009

Los vándalos de Pozuelo

Más de uno se ha alegrado, en el fondo, de que uno grupo de niños bien se metieran en problemas. Pero la cuestión está en que a estos nadie les apoya, catalogándolos de jóvenes antisistema, sino que han quedado ante todos como una panda de malcriados.  Es una consecuencia más de los años que llevan las autoridades haciendo la vista gorda con el botellón. El alcohol, unido al aburrimiento y exceso de energía de aquellos que llevan una vida despreocupada, sin embargo, no es un fenómeno exclusivo de los barrios acomodados; sino que, por desgracia, es algo generalizado que unifica a pobres y ricos, estudiantes o no, en muchos países del primer mundo. Ahora es cuando a los políticos se les llena la boca con la falta de valores de nuestra sociedad, que ellos mismos llevan ya varias décadas alentando y alimentando. Ahora es cuando se ve cómo la pérdida de autoridad dentro de las familias acaba perjudicando a unos pobres policías.

Yo ya escribía sobre ello hace más de tres años y entonces me decían que era una catastrofista. También hablaba de la cosificación de la sexualidad, de la exaltación de la violencia gratuita que se hace en las series de televisión; y me decían que era muy negativa. Hablaba sobre la manipulación política y me llamaban de todo. No es por echarme flores, pero he visto confirmarse cada uno de mis vaticinios. Ya quisiera yo haberme equivocado. Pero ahora no sirve de nada lamentarse, mientras seguimos prisioneros de la dictadura de lo políticamente correcto. Si no cambiamos de rumbo, la nave seguirá chocando contra los acantilados una y otra vez. Se trata simplemente de recuperar las bases del humanismo cristiano que tanto habían contribuído al progreso material y social de España, antes de que algunos decidieran que lo viejo ya no valía. Hay que enseñarles a los niños que las reglas están para cumplirlas.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Porque lo digo yo

Como he dicho otras veces, intentar razonar con niños muy pequeños es una pérdida de tiempo y sólo crea confusión. Incluso con niños más mayores resulta difícil. Yo lo intento, de verdad, pero hay veces que te metes en una discusión interminable que no lleva a ninguna parte. Para acabar enfadándose, a veces es mejor cortar en seco con el clásico "porque sí". He comprobado en estos años que las familias que intentan llegar a un acuerdo en todos los temas, son aquellas en las que al final todo el mundo está descontento. Sin embargo, que alguien tenga la última palabra, evita los conflictos antes de que surjan. Yo no suelo enfadarme por nimiedades. No vale la pena. Intento explicar mi punto de vista, pero no discutirlo durante horas.

Una familia funciona igual que una manada de lobos. Hay una pareja dominante que cuida de su prole. El problema surge al haber varios adultos en el grupo familiar, porque empiezan a disputar el liderazgo. A veces no se trata tanto de conseguir algo como de salirse con la suya. Hay que tener cuidado con estas situaciones porque a veces degeneran en tensiones y violencia. Es preferible dejar claro desde el principio que, mientras vivan en esa casa seguirán tus reglas; incluso, aunque el corazón te esté diciendo otra cosa. Además, no hay que olvidar que, ese tipo de diferencias de criterio entre los padres sobre la autoridad, está detrás de muchas separaciones. La pareja alfa no debe ceder su puesto a los hijos.

martes, 8 de septiembre de 2009

No somos perfectos

En esta sociedad sobreprotegida en que vivimos, se pretende negar las emociones más básicas, como el amor o el odio, la rabia o el miedo. Es natural enfadarse como lo es enamorarse. Pretender que las personas podemos ser puramente racionales sólo lleva a convivir con emociones soterradas que salen a la luz de forma violenta y descontrolada. Los padres modernos quieren ser un ejemplo de autocontrol según el modelo de la psicología moderna, pero sus hijos no van a vivir en un libro, sino en la vida real, donde tendrán que que aprender a manejar sus emociones. Un niño sobreprotegido no sabe reaccionar en situaciones de tensión y esto puede afectar a su propio desarrollo personal.

Una cosa es procurar no perder los nervios con tus seres queridos, y otra guardarse todo dentro. De ese modo, sólo se consigue alimentar rencores y desconfianza. Los hijos deben saber que sus padres son de carne y hueso, que sufren y se angustian, que a veces no tienen las respuestas, y que también hay cosas que no pueden soportar. Creo que resulta más sano reconocer que hay personas a las que se detesta, que hacer el paripé de que todos los llevamos bien y somos muy felices. La educación y la sinceridad no deberían ser incompatibles. El buenismo a veces resulta más dañino que la crispación. Y, por cierto, oposición viene del verbo oponerse. (Por si me lee alguien del PP).

Solidaridad y ongs.

De vez en cuando conviene y es muy sano salir de uno mismo y echar un vistazo alrededor. Recordar, por ejemplo, que la mayor parte de los habitantes de La Tierra no tienen un grifo en sus casas de donde salga agua limpia, sin ningún esfuerzo por su parte. Ni siquiera tienen un desagüe o alcantarilla para deshacerse de los residuos orgánicos. Al menos en la mitad del mundo tampoco es habitual disfrutar de corriente eléctrica. Mientras nosotros hablamos de reducir el consumo, nos estamos olvidando de que muchos aún no han tenido la oportunidad de probarlo. No tiene mucho sentido, desde ese punto de vista, hacer planes a largo plazo que están basados siempre en nuestras necesidades y nuestros lujos, ignorando al resto de la humanidad.

Los organismos internacionales que nacieron, en principio, con la idea de ayudar a los países pobres, se han convertido, en muchos casos, en cómplices de intereses particulares. En este panorama, sólamente algunas ongs. siguen garantizando que la ayuda llegue realmente a los necesitados. Aunque sólo puedan abarcar unos cuantos pueblos, su labor supone un cambio enorme de vida para aquellos a los que beneficia. Cada hombre, mujer o niño que consigue una vida mejor, salud, educación o trabajo, ya compensa todo el esfuerzo que supone. Por eso, quiero invitaros a ayudar cada uno con lo que pueda a estas organizaciones. Es increíble lo que un simple euro puede lograr entre los que carecen de todo y todo lo aprovechan al cien por cien.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Ama de casa

Me hace gracia cuando algunos dicen que las mujeres que nos ocupamos de "sus labores" somos una especie de esclavas. Habrá de todo, supongo, pero a mí me parece un trabajo bastante agradable. Sobretodo porque no hay jefe, de manera que puedes organizar tu propio horario. Si algún día no me encuentro bien, puedo dejarlo casi todo para otro momento. Si quiero irme de compras, dejo la comida preparada. Como mis hijos comen en el colegio suelo estar libre hasta las cuatro. Lo que ocurre es que hay mujeres o maridos que están obsesionados con la limpieza y el orden, de manera que se pasan la vida limpiando el polvo o barriendo el suelo. Ése desde luego no es mi problema y, afortunadamente, a mi marido tampoco le importa. Mi casa "is a mess", es decir, un lío, un desorden, porque está llena de cosas por enmedio; pero es que a mí me gustan las casas donde se vive. Me choca mucho cuando entro en una casa que parece una exposición o un salón de recepciones.

Gracias a que soy ama de casa puedo ponerme en el ordenador tranquilamente, sin preocuparme de que me llamen la atención en la oficina. Cuando salgo de compras, doy largos paseos y casi siempre acabo tomándome un café en un bar. Lo único que echo de menos es la compañía. Charlo con las dependientas que conozco de más tiempo. Cuando vuelvo a casa no suelo estar demasiado cansada, así que todavía tengo ganas de hablar con mi marido y mis hijos, llevarlos o recogerlos de donde haga falta. También solemos salir  a dar una vuelta media hora por lo menos. Cuando llegan las nueve de la noche, yo bajo las persianas, cenamos y preparo lo que haga falta para el día siguiente. Después vemos la televisión un rato todos juntos, y yo me siento afortunada de poder disponer de mi tiempo y disfrutar de mi familia. He visto la película "Una mamá en apuros", que no es una gran cosa. El único problema que tiene esa mujer es que se organiza muy mal, pero no hay razón para que no pueda ser feliz con la vida que lleva.
Música:  El canto del loco. Eres tonto.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Mujeres infelices

Un estudio de la universidad de Pennsylvania, revela que las mujeres son más infelices ahora que hace cuarenta años. Dicen que la razón es que ahora tienen más aspiraciones y por ello se sienten más frustradas. Creo que no es sólamente por eso, sino por algo más sencillo. La felicidad no consiste en hacer muchas cosas y tener todo lo que deseas. Naturalmente, cubrir tus necesidades ayuda mucho. Pero, ¿de qué te sirve ganar más dinero si no tienes tiempo para disfrutarlo? Comprar una casa más grande donde no estás nunca, tener un coche más potente para conducir por el atasco. Los niños que tienen demasiado juguetes no juegan con ninguno. Así, las personas que quieren destacar en todo resultan ser más infelices, porque es materialmente imposible por falta de tiempo.

El día tiene venticuatro horas, de las cuales pasamos ocho durmiendo, ocho trabajando, la mayoría, y otras tres comiendo. En las cinco restantes entran las necesidades físicas y el aseo, los desplazamientos de un sitio a otro y las obligaciones mínimas de una casa, como hacer las camas o poner la lavadora o limpiar. Así nos quedan apenas dos horas para relacionarnos con la gente que realmente nos importa. Las mujeres actuales son más infelices porque, como yo he comprobado en estos años, se necesitan al menos cuatro horas diarias: dos para mantener una buena relación con tus hijos, padres y amistades (lo cual supone dedicarles a cada uno al menos media hora en exclusiva); otra hora para nosotras mismas y otra para nuestra pareja. Es una cuestión de aritmética pura.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Hablar con adolescentes

Dicen los manuales de psicología moderna que hay que dialogar con los hijos y tener confianza en ellos. Las víctimas de esta teoría son incontables. Los adolescentes ya reciben ese trato por parte de sus amigos. De sus padres esperan que les sirvan de referente moral y les proporcionen unas reglas de conducta que les ayuden a manejar sus vidas. La confianza, tienen que ganarsela demostrando que son responsables.

Cuando un hijo entra en la adolescencia ya no es un niño y, por tanto, no debería seguir gozando de los privilegios de la niñez, como son, por ejemplo, que les recojan sus cosas, que le compren sus caprichos, sin exigir nada a cambio. Madurar también supone aprender que todo tiene una contrapartida: a más derechos, más obligaciones también.

Negociar con un adolescente es una tarea complicada, donde hay que procurar que piense que se ha salido un poco con la suya; al mismo tiempo que dejas claro que tú tampoco has cedido demasiado. Tiene que saber que existen puntos no negociables, como llegar más tarde a casa de un límite, beber demasiado o probar las drogas. Sin embargo, un padre o madre actual tiene que ser consciente de que prohibir todo por principio no es una medida realista.

Conviene recordar que nosotros también tuvimos esa edad y esa necesidad de transgresión y aventura. Yo sigo la máxima de "el que no la corre de joven, la corre de adulto"; y, si hay una edad para pasarse un poco es sobre los veinte años. Pero, eso sí, siempre que tengan clara la diferencia entre divertirse y poner en riesgo su futuro sin necesidad.

jueves, 3 de septiembre de 2009

El GPese

Antiguamente los viajes en coche tenían el aliciente de perderse por las montañas y tener que desandar el camino, lo cual daba un rosario de jugosas anécdotas para contar. Ahora también acabamos subiendo puertos, pero por indicación del aparato electrónico con voz de mujer. El GPS puede ser una gran ayuda cuando no se conoce el camino, pero también provoca confusiones importantes. Por ejemplo, cuando el mapa no está actualizado y nos dice que estamos conduciendo a campo a través; o cuando la señorita se empeña en que nos metamos por dirección prohibida. Me pregunto si vale la excusa de: señor agente, es que me lo dijo el gps. También hay veces en que nos obliga a contar todas las salidas de la rotonda, de manera que no nos da tiempo a mirar los letreros indicativos.

Pero, lo más agobiante es cuando empieza: después de 300 m. gire a la derecha, luego gire a la izquierda..., y acabas haciéndote un lío que ya no sabes por dónde tienes que girar ni cuando, porque no puedes ir contando los metros tampoco. A veces le pides el camino más corto y te lleva de ruta turística por toda la zona, cuando había una carretera nacional a la vuelta de la esquina. Sin embargo, lo peor son los avisos de radar. Con eso debe pasar como con el famoso lobo, que llega un momento en que ya no haces caso y te pillan. Yo creo que el GPS lo ha inventado la policía para llevarte por los sitios más complicados, para que así no puedas correr ni adelantar. Sin embargo, a mí lo que más me despista es cuando dice: continúe por su izquierda, y no hay más que un carril, ¿es que quiere que pasemos al sentido contrario? Está loco el GPS... Por suerte, siempre podemos dar la vuelta, cuando sea posible.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La fuerza de la vida

Pasear por un pueblo costero en verano es cruzarse con multitud de familias con niños pequeños (aunque menos que hace unos años, la verdad). Basta mirar a los ojos de cada padre o madre para ver lo felices que les hace su situación. A pesar del cansancio, de la preocupación que supone cuidar de un niño pequeño, las satisfacciones que se reciben compensan con creces. Ver crecer a un bebé, asistir a su descubrimiento de la vida, desde los insectos a cada piedra que consigue coger; ver el mundo de nuevo desde la mirada de un niño; es algo que no tiene precio. Esos padres con su bebé en brazos, en el cochecito o ya de la mano, son un auténtico canto a la vida. No hay mejor propaganda contra el aborto. Nadie que haya probado la experiencia de traer un hijo al mundo sería capaz de cambiarlo por nada.

Se dice que los hijos son un obstáculo en la realización personal. Yo creo que son más bien un aliciente para esforzarte más y hacer las cosas mejor. Se dice que impiden el éxito personal. Yo digo que son el mayor éxito que puedas conseguir en la única carrera que importa: la de la vida. El primer año de vida de un bebé, especialmente, te enseña todo lo que necesitas saber sobre esfuerzo, tesón, ternura, sacrificio, agradecimiento, imaginación y alegría. Esas son las cosas que realmente te hacen feliz. Tener un hijo y dejarlo en manos de otros todo el día y no disfrutarlo, es el peor desperdicio que se puede hacer. Los niños crecen muy rápido y cada etapa que pasan es única e insustituíble en cada uno de ellos; porque no hay dos hijos iguales, como no hay dos granos idénticos en toda la arena de la playa.

martes, 1 de septiembre de 2009

Igualdad versus sentido común

Me siento a tomar algo en una terraza vacía. El camarero es un chico joven, lógicamente; si fuera una chica, la mitad de la gente se iría sin pagar. Estamos en España, no en Alemania, y aquí el que no corre, vuela. En  la gasolinera hay varias empleadas, pero también un hombre joven. A veces la disuasión funciona mejor que la policía. A ningún padre o madre les gusta que su hija de dieciocho años salga con un hombre de treinta. No porque no pueda ser una buena persona, pero la diferencia de edad implica que no están en igualdad de condiciones. La sabiduría popular ha hecho que en algunos países se prohiba el sexo antes del matrimonio, por la misma razón por la que no comen cerdo: para evitar enfermedades. Ellos saben bien que la mejor medicina es la que previene los problemas, en lugar de hacer la vista gorda y lamentarse después. La chica de Orense no tenía que haber salido nunca con ese hombre, porque no era lo bastante madura para darse cuenta de la clase de persona con quien se estaba relacionando, y lo que es normal o no lo es.

La cuestión es que en España mucha gente vive en un país de fantasía, donde bastan los buenos propósitos para que todo vaya bien. Pero la realidad es que el mundo está lleno de mala gente, o de gente equivocada que no se dan cuenta del mal que hacen. La igualdad sólo sería viable en el Paraíso. En nuestro país, la falta de control paterno o de las autoridades correspondientes sólo consigue que cada cual intente aprovecharse. El famoso machismo y el patriarcado, estaban pensados para la protección de las mujeres, aunque, evidentemente, a veces resulte peor el remedio que la enfermedad. Ni las relaciones de pareja son siempre agradables, ni el sexo es un juego inofensivo. Como ya he dicho alguna vez, puede ser lo mejor o lo peor, según cómo, cuándo y, sobretodo, con quién. Menos legislar sobre los ideales y más dejar paso al sentido común, que es la sabiduría ancestral de los pueblos. La experiencia propia y ajena a lo largo de los años enseña mucho más que los manuales de psicología moderna.

Música:  David Bowie. Let's dance