martes, 22 de septiembre de 2009
La misa laica
Siguiendo con la carretera, resulta que ahora los paneles luminosos llevan mensajes moralizantes del tipo: piensa en los demás, en la carretera no estás solo. Sólo falta: el Señor está contigo. Lo siento pero en eso la especialista soy yo, y les digo que no sirve de nada ser buenos por miedo a sufrir un accidente. Hay que serlo "per se". Lo que nos faltaba por ver es que pretendan crear una religión laica, llena de preceptos políticamente correctos. Porque ahora se están dando cuenta de que los valores cristianos están en la base de nuestra moral personal y, al renunciar a la Fe, mucha gente ha perdido también toda referencia moral. La misa laica no es un invento nuevo. Los regímenes comunistas y el nazismo ya intentaron en su día crear una iglesia paralela, pero no funcionó.
Pero lo más llamativo que he encontrado es el letrero de: piensa en las motos. Vale, pero ¿piensan las motos en mí? (los pilotos). Porque lo que yo sé es que las normas de circulación no rigen con ellos y adelantan por la izquierda y por la derecha; y no te pasan por encima porque no pueden. Las motos, como las bicicletas de carretera, no suelen ser tanto un medio de transporte como un hobby. Los motoristas disfrutan corriendo riesgos, pero el problema es que las fichas de su juego son los coches. Por mi parte, lo mejor de las motos es que hacen mucho ruido. Así al menos las oyes cuando vienen por el ángulo muerto del espejo retrovisor. Así que, en lugar de generalidades bienintencionadas, serviría mejor poner más guardias civiles en las carreteras, para que todo el mundo respete las reglas.
Pero lo más llamativo que he encontrado es el letrero de: piensa en las motos. Vale, pero ¿piensan las motos en mí? (los pilotos). Porque lo que yo sé es que las normas de circulación no rigen con ellos y adelantan por la izquierda y por la derecha; y no te pasan por encima porque no pueden. Las motos, como las bicicletas de carretera, no suelen ser tanto un medio de transporte como un hobby. Los motoristas disfrutan corriendo riesgos, pero el problema es que las fichas de su juego son los coches. Por mi parte, lo mejor de las motos es que hacen mucho ruido. Así al menos las oyes cuando vienen por el ángulo muerto del espejo retrovisor. Así que, en lugar de generalidades bienintencionadas, serviría mejor poner más guardias civiles en las carreteras, para que todo el mundo respete las reglas.