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lunes, 14 de marzo de 2011
La verdad del universo
Dice Stephen Hawkings que el universo se creó a sí mismo. Eso no tiene sentido. Dice que era un punto inmaterial inmensamente denso que explotó. Vale, ahora vamos a pararnos a pensarlo un momento. ¿De dónde salió ese punto y por qué hizo explosión?. Se supone que todos los seres vivos y objetos inertes han aparecido por casualidad debido a reacciones químicas aleatorias. Sin embargo, cuanto más estudia la ciencia la composición y el funcionamiento de los seres vivos, más se puede comprobar que existe un sistema tan complejo que un mínimo fallo hace que todo deje de funcionar. Es decir, que está pensado al milímetro y eso no puede ser por casualidad o por simple azar.
En cuanto a la materia y la energía, está claro que son la misma cosa y que todos los tipos de energía confluyen en una de la que ha surgido todo lo que existe. De este modo, los avances científicos no hacen más que confirmar la existencia de un ser todopoderoso, compuesto de energía pura, el cual se transforma dando lugar a todo lo que conocemos, lo mismo en nuestro planeta que en los confines del universo. Por tanto, la fe no sólo no está reñida con la investigación científica, sino que es la explicación última a la que llevan de forma natural todos los descubrimientos y avances que ha habido hasta la fecha. Lo que ha quedado claro es que la ciencia puede copiar a la creación, pero no es capaz de crear algo nuevo.
En cuanto a la materia y la energía, está claro que son la misma cosa y que todos los tipos de energía confluyen en una de la que ha surgido todo lo que existe. De este modo, los avances científicos no hacen más que confirmar la existencia de un ser todopoderoso, compuesto de energía pura, el cual se transforma dando lugar a todo lo que conocemos, lo mismo en nuestro planeta que en los confines del universo. Por tanto, la fe no sólo no está reñida con la investigación científica, sino que es la explicación última a la que llevan de forma natural todos los descubrimientos y avances que ha habido hasta la fecha. Lo que ha quedado claro es que la ciencia puede copiar a la creación, pero no es capaz de crear algo nuevo.
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sábado, 22 de enero de 2011
Las palomitas del cine
Vivimos en la cultura del exceso. Cuando era pequeña, íbamos al cine y tomábamos bolsas de palomitas. Ahora son cubos que a veces consumen entre dos personas, aunque aún así resulta demasiada cantidad. Luego, tanto hablar de la alimentación equilibrada, cuando las palomitas del cine contienen grasa y, sobretodo, mucha sal y son bastante indigestas en general. No es que no me gusten, pero en una cantidad razonable. Tampoco entiendo ese afán por coger las bebidas en tamaño grande, si luego se acaban dejando la mitad o tienen que salir al servicio durante la película. Parece que se trata de no parecer un pobretón; porque además hay gente que gasta más dinero en las palomitas que en la entrada, y luego dicen que el cine está caro... El cine con exceso de aperitivos, desde luego.
Pero es que seguimos teniendo una mentalidad de sociedad rica dada al despilfarro. Por suerte, ya no nos podemos permitir cambiar de coche cada dos años. Se acabó el comprar pisos para venderlos por el doble de su valor, perjudicando a terceros. Pero, todavía nos queda la mala costumbre de abusar de las palomitas en el cine. No es tan fácil desandar lo andado. Luego, está de moda hablar de ahorro de energía y de contaminar menos, cuando lo cierto es que cada vez tenemos más aparatos electrónicos en la casa y televisores más grandes. Así que, ya está bien de hipocresía; o somos consecuentes, o mejor nos callamos. Estoy cansada de la doble moral de nuestra sociedad en ese tema como en todos. Existe una disociación cada vez mayor entre lo que se dice y lo que se hace en España.
Pero es que seguimos teniendo una mentalidad de sociedad rica dada al despilfarro. Por suerte, ya no nos podemos permitir cambiar de coche cada dos años. Se acabó el comprar pisos para venderlos por el doble de su valor, perjudicando a terceros. Pero, todavía nos queda la mala costumbre de abusar de las palomitas en el cine. No es tan fácil desandar lo andado. Luego, está de moda hablar de ahorro de energía y de contaminar menos, cuando lo cierto es que cada vez tenemos más aparatos electrónicos en la casa y televisores más grandes. Así que, ya está bien de hipocresía; o somos consecuentes, o mejor nos callamos. Estoy cansada de la doble moral de nuestra sociedad en ese tema como en todos. Existe una disociación cada vez mayor entre lo que se dice y lo que se hace en España.
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jueves, 13 de enero de 2011
Hacer el pino
Uno de los complejos de mi vida consiste en no haber sido nunca capaz de hacer el pino. Comprendo que es una tontería porque no es algo imprescindible para vivir, pero yo era practicamente la única del curso que no pudo hacerlo. Los profesores de gimnasia generalmente no comprenden que hay personas que estamos físicamente incapacitadas para algunos ejercicios. En el caso de hacer el pino, existen razones de tipo anatómico que pueden explicar que yo no fuera capaz de conseguirlo: tengo los brazos cortos, poca fuerza y las articulaciones inestables. Pasé diez años de mi vida intentándolo. Afortunadamente, hoy en día las clases de gimnasia han evolucionado y son mucho más variadas que entonces.
Cuando pienso en esa época, me acuerdo de tanto sufrimiento inútil, tanto esfuerzo desperdiciado... Pero la vida es así. Muchas veces, se desaprovecha el tiempo y el interés en cosas que no valen la pena. A veces, no te queda más remedio, como sucedía en este caso; otras te empeñas tú mismo en misiones imposibles. Por eso, es importante conocer los límites de cada cual. Los míos son muy bajos. Me veo obligada a administrar mi energía, tanto física como psicológica, para no acabar extenuada. Cada uno tiene que jugar con las cartas que le tocan en la vida, y las mías, desde luego, no son de las peores; así que tampoco tengo derecho a quejarme demasiado, aunque eso no me sirviera de consuelo en su momento.
Cuando pienso en esa época, me acuerdo de tanto sufrimiento inútil, tanto esfuerzo desperdiciado... Pero la vida es así. Muchas veces, se desaprovecha el tiempo y el interés en cosas que no valen la pena. A veces, no te queda más remedio, como sucedía en este caso; otras te empeñas tú mismo en misiones imposibles. Por eso, es importante conocer los límites de cada cual. Los míos son muy bajos. Me veo obligada a administrar mi energía, tanto física como psicológica, para no acabar extenuada. Cada uno tiene que jugar con las cartas que le tocan en la vida, y las mías, desde luego, no son de las peores; así que tampoco tengo derecho a quejarme demasiado, aunque eso no me sirviera de consuelo en su momento.
lunes, 18 de octubre de 2010
Eros, philos y ágape
Son los nombres que recibe el amor en la filosofía griega. El caso es que eros es la atracción entre dos personas, especialmente tu pareja, philos viene a ser la amistad; mientras que ágape, es el amor divino que envuelve todas las cosas y los seres vivos. De modo que philos y eros son parte de ágape. Pasando a un plano científico, hace tiempo que se sabe que lo que todos conocemos procede de unas energías surgidas tras el big bang. Se trata de la fuerza nuclear, la gravitacional y la electromagnética. Pero, según se avanza en las investigaciones, parece ser que todas constituyen una sola energía esencial, que forma parte de todo y lo cohexiona todo. Algunos lo llamamos Dios.
No soy la primera que dice - ni seré la última - que la fuerza que mueve el universo y lo único que realmente importa en nuestras vidas es el amor. Dios es amor. De manera que, al final, ciencia, filosofía y religión se engloban en un todo, se mire desde la perspectiva que se mire. Ese amor (ágape) se puede llegar a experimentar de muchas maneras. Algunos lo consiguen por el camino de la meditación y el misticismo. Otros lo buscamos en nuestra relación familiar y de pareja. Hay quien lo encuentra dedicándose a la causa de los necesitados o protegiendo la naturaleza, o incluso en las artes y la música. Da lo mismo por qué itinerario se haya llegado a la misma conclusión. El caso es que es la única posible.
No soy la primera que dice - ni seré la última - que la fuerza que mueve el universo y lo único que realmente importa en nuestras vidas es el amor. Dios es amor. De manera que, al final, ciencia, filosofía y religión se engloban en un todo, se mire desde la perspectiva que se mire. Ese amor (ágape) se puede llegar a experimentar de muchas maneras. Algunos lo consiguen por el camino de la meditación y el misticismo. Otros lo buscamos en nuestra relación familiar y de pareja. Hay quien lo encuentra dedicándose a la causa de los necesitados o protegiendo la naturaleza, o incluso en las artes y la música. Da lo mismo por qué itinerario se haya llegado a la misma conclusión. El caso es que es la única posible.
lunes, 16 de agosto de 2010
Sostenibilidad y tolerancia
Dos bonitas palabras que, a veces, no significan lo que parece. Acabo de ver un anuncio en televisión asegurando que un aparato electrónico es sostenible. Teniendo en cuenta que estará hecho de metal y plástico -no de cartón y madera-; supongo que ha necesitado unos procesos de transformación que contaminan y utilizan mucha energía para crear cada uno de los componentes. Por otra parte, llevará una batería eléctrica, que también es contaminante y, para su fabricación, ha necesitado energías contaminantes. Además, seguramente contiene coltán, un metal para cuya extracción se utilizan niños en el Congo; aparte de la guerra que ha provocado su posesión en un lugar ecológicamente único. Los coches híbridos también llevan baterías, consumen energía eléctrica procedente de centrales térmicas y, además, tienen un motor de gasolina. Así que, no os creáis todo lo que se dice sobre productos sostenibles.
Tolerancia. Supone la acción de tolerar, es decir, soportar o sufrir algo, lo cual presupone que eso que toleras te parece algo negativo. Es decir, que cuando alguien te dice que seas tolerante, te está pidiendo que soportes algo malo, que lo permitas. Pero, ¿hasta qué punto se debe tolerar aquello que te parece mal, negativo, equivocado o nocivo para la sociedad?. Una señora me dijo que ella no estaba en contra del aborto porque ella "era muy tolerante". ¿Acaso se debe tolerar el asesinato, la pedrastia o el crimen en general? No. Hay cosas tan malas que no deberían ser toleradas por la sociedad. Si eso supone que se me considere una intolerante, ahora ya no me va a importar, porque sé que la palabra tolerancia tiene más significado de lo que parece. No se puede decir a todo que sí porque existen cosas intolerables.
Tolerancia. Supone la acción de tolerar, es decir, soportar o sufrir algo, lo cual presupone que eso que toleras te parece algo negativo. Es decir, que cuando alguien te dice que seas tolerante, te está pidiendo que soportes algo malo, que lo permitas. Pero, ¿hasta qué punto se debe tolerar aquello que te parece mal, negativo, equivocado o nocivo para la sociedad?. Una señora me dijo que ella no estaba en contra del aborto porque ella "era muy tolerante". ¿Acaso se debe tolerar el asesinato, la pedrastia o el crimen en general? No. Hay cosas tan malas que no deberían ser toleradas por la sociedad. Si eso supone que se me considere una intolerante, ahora ya no me va a importar, porque sé que la palabra tolerancia tiene más significado de lo que parece. No se puede decir a todo que sí porque existen cosas intolerables.
viernes, 9 de julio de 2010
Un televisor, un ordenador
Es el número ideal que debería haber por casa. Aún así, resulta difícil controlar lo que ven nuestros hijos y lo que hacen en internet. Recuerdo que, hace años, leí que en EE.UU. tenían un televisor por miembro de la familia y pensé: "Qué barbaridad. Están locos". Como suele ocurrir, ahora es también normal en nuestro país; y un ordenador portátil también para cada uno, desde los cinco años. Aparte del derroche energético que eso supone, estamos poniendo en manos inmaduras dos importantes fuentes de información. Bien utilizadas, resulta muy útiles, pero los niños no están preparados para distinguir lo positivo de lo negativo, lo divertido de lo peligroso. Necesitan un control continuo por parte de sus padres.
En otro orden de cosas, además, un televisor y un ordenador por persona, suponen que cada uno se sitúe en una habitación diferente de la casa y desaparezca la comunicación. De poco sirve tener cientos de "amigos" en las redes sociales si no te relacionas con tu propia familia. Ver juntos un programa de televisión también aporta temas comunes de conversación. Sin embargo, -como estoy confesando esta semana-, la verdad es que yo he seguido la consigna a rajatabla, y tampoco me ha servido de mucho. He controlado todo lo que veían mis hijos en televisión. Lo hemos visto juntos la mayoría de las veces. Tampoco he admitido más ordenadores en la casa y, aún así, hemos tenido problemas con internet. Total, que una cosa es la receta y otra el resultado.
En otro orden de cosas, además, un televisor y un ordenador por persona, suponen que cada uno se sitúe en una habitación diferente de la casa y desaparezca la comunicación. De poco sirve tener cientos de "amigos" en las redes sociales si no te relacionas con tu propia familia. Ver juntos un programa de televisión también aporta temas comunes de conversación. Sin embargo, -como estoy confesando esta semana-, la verdad es que yo he seguido la consigna a rajatabla, y tampoco me ha servido de mucho. He controlado todo lo que veían mis hijos en televisión. Lo hemos visto juntos la mayoría de las veces. Tampoco he admitido más ordenadores en la casa y, aún así, hemos tenido problemas con internet. Total, que una cosa es la receta y otra el resultado.
jueves, 1 de octubre de 2009
Creyente, cristiano y católico
En este país somos muy dados a los extremos. Ya me he acostumbrado a que me califiquen de beata sólo porque voy a misa. Sin embargo, estuve sin ir muchos años y no por ello era menos católica. La fe se lleva en el corazón y es independiente de que queramos compartirla o vivirla en privado. Como ocurre con todo, también hay niveles en la religión. Un creyente es aquel que cree que existe otra vida después de ésta. Es algo que no le compromete a nada. Igual que hay personas que pensamos que debe haber vida extraterrestre, sólo por una cuestión de probabilidades. El mismo Einstein dijo que la materia y la energía son la misma cosa, dándonos un argumento más a los que pensamos que nos somos sólo carne y hueso, sino que también contenemos esa energía llamada espíritu que, al morir, simplemente se libera y vuelve unirse al todo, a Dios.
El paso siguiente consiste en considerarse cristiano. Toda persona que admira la figura de Jesucristo y piensa que podría ser más que un simple ser humano, es cristiano. Ser católico implica ya más temas: admitir que María pudo ser virgen, que el Papa es el representante de Jesús en la Tierra, que la Iglesia tiene una labor positiva en nuestras vidas y la sociedad... También hay niveles entre los católicos. Yo he tenido una evolución vital a través de la oración y la meditación de la Biblia, de ser sólo creyente a católica convencida. Es un proceso que cualquiera puede iniciar en cualquier momento de su vida. Nunca es tarde para poner tu confianza en Dios y pedirle que guíe tus pasos por esta vida.
Música: la union - vuelve el amor
El paso siguiente consiste en considerarse cristiano. Toda persona que admira la figura de Jesucristo y piensa que podría ser más que un simple ser humano, es cristiano. Ser católico implica ya más temas: admitir que María pudo ser virgen, que el Papa es el representante de Jesús en la Tierra, que la Iglesia tiene una labor positiva en nuestras vidas y la sociedad... También hay niveles entre los católicos. Yo he tenido una evolución vital a través de la oración y la meditación de la Biblia, de ser sólo creyente a católica convencida. Es un proceso que cualquiera puede iniciar en cualquier momento de su vida. Nunca es tarde para poner tu confianza en Dios y pedirle que guíe tus pasos por esta vida.
Música: la union - vuelve el amor
jueves, 10 de septiembre de 2009
Los vándalos de Pozuelo
Más de uno se ha alegrado, en el fondo, de que uno grupo de niños bien se metieran en problemas. Pero la cuestión está en que a estos nadie les apoya, catalogándolos de jóvenes antisistema, sino que han quedado ante todos como una panda de malcriados. Es una consecuencia más de los años que llevan las autoridades haciendo la vista gorda con el botellón. El alcohol, unido al aburrimiento y exceso de energía de aquellos que llevan una vida despreocupada, sin embargo, no es un fenómeno exclusivo de los barrios acomodados; sino que, por desgracia, es algo generalizado que unifica a pobres y ricos, estudiantes o no, en muchos países del primer mundo. Ahora es cuando a los políticos se les llena la boca con la falta de valores de nuestra sociedad, que ellos mismos llevan ya varias décadas alentando y alimentando. Ahora es cuando se ve cómo la pérdida de autoridad dentro de las familias acaba perjudicando a unos pobres policías.
Yo ya escribía sobre ello hace más de tres años y entonces me decían que era una catastrofista. También hablaba de la cosificación de la sexualidad, de la exaltación de la violencia gratuita que se hace en las series de televisión; y me decían que era muy negativa. Hablaba sobre la manipulación política y me llamaban de todo. No es por echarme flores, pero he visto confirmarse cada uno de mis vaticinios. Ya quisiera yo haberme equivocado. Pero ahora no sirve de nada lamentarse, mientras seguimos prisioneros de la dictadura de lo políticamente correcto. Si no cambiamos de rumbo, la nave seguirá chocando contra los acantilados una y otra vez. Se trata simplemente de recuperar las bases del humanismo cristiano que tanto habían contribuído al progreso material y social de España, antes de que algunos decidieran que lo viejo ya no valía. Hay que enseñarles a los niños que las reglas están para cumplirlas.
Yo ya escribía sobre ello hace más de tres años y entonces me decían que era una catastrofista. También hablaba de la cosificación de la sexualidad, de la exaltación de la violencia gratuita que se hace en las series de televisión; y me decían que era muy negativa. Hablaba sobre la manipulación política y me llamaban de todo. No es por echarme flores, pero he visto confirmarse cada uno de mis vaticinios. Ya quisiera yo haberme equivocado. Pero ahora no sirve de nada lamentarse, mientras seguimos prisioneros de la dictadura de lo políticamente correcto. Si no cambiamos de rumbo, la nave seguirá chocando contra los acantilados una y otra vez. Se trata simplemente de recuperar las bases del humanismo cristiano que tanto habían contribuído al progreso material y social de España, antes de que algunos decidieran que lo viejo ya no valía. Hay que enseñarles a los niños que las reglas están para cumplirlas.
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viernes, 29 de mayo de 2009
El alma
Director de la revista Time, el periodista Walter Isaacson es el autor de Einstein, su vida y su universo, la biografía más completa del genio.
"¿Era esta sensación de orden absoluto en el Universo lo que le hizo defender la existencia de Dios?
Cuando Einstein explicó la posibilidad de que la materia y la energía sean una misma cosa, en cierto modo estaba demostrando la propia Biblia. Cómo la energía (Dios) pudo crear la materia y ésta, al amorir, se vuelve a transformar en energía. Es decir: resucita. Dicen los científicos que todo cuanto conocemos se reduce a tres fuerzas fundamentales: la nuclear fuerte, la nuclear débil y la electromagnética, que, a su vez, probablemente se concentran en una sola fuerza. En cuanto al Big Bang, aún suponiendo que universo haya surgido a partir de una partícula infinitesimal, siguen existiendo las mismas cuestiones: ¿de dónde salió esa partícula?, ¿quién la puso ahí? y ¿quién la hizo estallar?. Los avances de la ciencia siempre acaban en un punto muerto que, lejos de descartar la existencia del alma, más bien la confirma.
Para ver el alma basta con mirar a los ojos de cualquier animalillo agradecido. Esa lealtad, ese amor incondicional, es la presencia de Dios mismo. También se siente en la mirada de los niños pequeños, antes de que los descubrimientos de cada día les hagan olvidar sus primeros sentimientos. El alma permanece cuando el cuerpo muere y en ocasiones podemos sentir su presencia si mantenemos a la persona en nuestro recuerdo. Es lo único que hace que seamos como somos; no nuestros genes, ni nuestras hormonas o las influencias externas. Lo que realmente nos diferencia de cualquier otro ser vivo es nuestra esencia vital, que nunca se podrá reproducir ni clonar.
Hay gente a quien se le muere un perro, por ejemplo, e inmediatamente se compra otro. Yo nunca quise otro perro cuando murió mi compañero durante dieciseis años. Podría ser parecido físicamente al otro, pero nunca tendría la misma "personalidad". Su alma será siempre inconfundible para mí, como la de todas las personas y seres vivos que he tratado.
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