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viernes, 1 de octubre de 2010
Pan con pan
Estoy aburrida de ver cómo en todas las series de televisión plantean la homosexualidad como si fuera algo habitual y mucho más frecuente de lo que realmente es, y como si fuera una relación normal sin más tensiones que la heterosexual. Eso es radicalmente falso. Las relaciones gays o lesbianas en su mayoría son mucho más inestables y más violentas. Eso es lógico, ya que al ser dos personas con intereses comunes y condiciones físicas parecidas chocan mucho más en su vida diaria. De hecho, las relaciones homosexuales son lo más monótono que se puede encontrar. Son propias de personas que prefieren ir a lo malo conocido que a lo bueno por conocer. Estar con alguien a quien también le guste el futbol o las compras; en lugar de probar nuevas experiencias, otro punto de vista, otras emociones y sensaciones.
Las relaciones entre lesbianas son como comer pan con pan. No corres el riesgo de que el interior del sandwich no te guste, pero es siempre lo mismo un día tras otro. En cuanto a las relaciones entre gays son embutido con embutido; es decir, mucha proteína y nada que compense. Emociones fuertes, cambios de pareja frecuentes; o bien monotonía continua. No es extraño, porque así suelen ser las relaciones dentro del mismo sexo aunque no haya relación sentimental por medio. Hombres con hombres y mujeres con mujeres tendemos a coincidir más en gustos y a chocar más por tener caracteres parecidos. Por eso precisamente, la relación heterosexual es la ideal, ya que permite hacer combinaciones de diferentes elementos consiguiendo un resultado absolutamente nuevo, lo cual añade muchos alicientes a la pareja; aparte de ser la base de la familia.
Las relaciones entre lesbianas son como comer pan con pan. No corres el riesgo de que el interior del sandwich no te guste, pero es siempre lo mismo un día tras otro. En cuanto a las relaciones entre gays son embutido con embutido; es decir, mucha proteína y nada que compense. Emociones fuertes, cambios de pareja frecuentes; o bien monotonía continua. No es extraño, porque así suelen ser las relaciones dentro del mismo sexo aunque no haya relación sentimental por medio. Hombres con hombres y mujeres con mujeres tendemos a coincidir más en gustos y a chocar más por tener caracteres parecidos. Por eso precisamente, la relación heterosexual es la ideal, ya que permite hacer combinaciones de diferentes elementos consiguiendo un resultado absolutamente nuevo, lo cual añade muchos alicientes a la pareja; aparte de ser la base de la familia.
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domingo, 22 de agosto de 2010
Los Protegidos versus Física o química
Espero no cambiar de opinión en la próxima temporada, pero Los protegidos me parece de lo mejor que ha alumbrado la televisión en España desde Cuéntame. Hay quien dice que los superpoderes resulta poco creíbles, pero es que los comparan con películas extranjeras de gran presupuesto. Yo creo que el producto está muy bien dentro de sus posibilidades. En cuanto a Física o química, confieso que nunca he conseguido ver un episodio entero, a pesar de que lo he intentado. Los actores son claramente amateurs, los diálogos artificiales, el lenguaje chabacano al límite. Pero lo peor de la serie es la imagen que ofrece de los jóvenes y los institutos españoles. No hay que olvidar que estas series se acaban viendo en otros países, y no quiero ni pensar lo que creerá sobre mis hijos cualquier persona medianamente normal.
Hay quien piensa que, para ganar audiencia, basta con darle a la gente lo que quiere ver, aunque esto suponga, sexo, drogas y violencia. De este modo, Física o química se ha convertido en un ejemplo exacto de lo que algunos no deseamos para nuestros hijos. Sin embargo, su éxito entre los niños -con la tolerancia cómplice de sus padres- me hace temer que sirva de inspiración a muchos. Sin embargo, Los protegidos transcurre en una familia, no natural, donde todos se respetan y aprecian. Así como, en un colegio donde rigen todavía las normas y la disciplina, aunque a veces haya problemas como en todas partes. La trama es intrigante sin llegar a morbosa, misteriosa sin llegar a desagradable. Contiene mucho elementos para mantener su éxito. Esperemos que sepan conservarlos sin venderse a las preferencias de moda.
Hay quien piensa que, para ganar audiencia, basta con darle a la gente lo que quiere ver, aunque esto suponga, sexo, drogas y violencia. De este modo, Física o química se ha convertido en un ejemplo exacto de lo que algunos no deseamos para nuestros hijos. Sin embargo, su éxito entre los niños -con la tolerancia cómplice de sus padres- me hace temer que sirva de inspiración a muchos. Sin embargo, Los protegidos transcurre en una familia, no natural, donde todos se respetan y aprecian. Así como, en un colegio donde rigen todavía las normas y la disciplina, aunque a veces haya problemas como en todas partes. La trama es intrigante sin llegar a morbosa, misteriosa sin llegar a desagradable. Contiene mucho elementos para mantener su éxito. Esperemos que sepan conservarlos sin venderse a las preferencias de moda.
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viernes, 26 de marzo de 2010
El que con lobos se junta, a aullar aprende
Muchas veces oigo decir aquello de: yo voy con ellos pero no soy como ellos. No es tan sencillo. Las personas con las que convivimos y las historias que nos enseñan los medios de comunicación influyen decisivamente en nuestras vidas. Sin que nos demos cuenta, nos van cambiando por dentro, haciendo que consideremos como normal lo que no lo es. De ahí viene luego, por ejemplo, que mucha gente considere la violencia como algo divertido.
No es lo mismo caerse y darse un golpe que verlo en televisión. Nunca he entendido por qué disfruta tanto todo el mundo con esas cosas. Yo me he reído alguna vez también, pero sólo cuando estaba claro que no se habían hecho mucho daño. Mira que gracioso, se ha roto la cabeza, es lo que suelo yo decir en estos casos. Las bromas pesadas y los accidentes sólo tienen gracia desde un punto de vista de "Schadenfreude", es decir: alegrarse de las desgracias ajenas; cosa que está muy mal.
Acostumbrarse a convivir con situaciones anormales, estrafalarias o violentas nos hace perder el contacto con lo natural. El que se rodea de personas egoístas y negativas, a acaba siéndolo también a su pesar. Es mucho más fácil el contacto de todo lo que implica rencor -porque es el camino más cómodo-, y todo lo que aviva la soberbia, que es la madre de todos los vicios.
Eso me recuerda a la maravillosa trilogía de El señor de los anillos, que no es precisamente una lectura sencilla. El protagonista, Frodo, era el único que podía portar el anillo, porque él no deseaba el poder y sólo quería cumplir con su misión: destruirlo. Es difícil convivir con el poder y el mal y mantenerse puro. Pero lo que es realmente duro es tener la posibilidad de actuar contra aquellos que te atacan y elegir libremente el camino del perdón y el olvido. Todos deseamos unirnos a la manada y aullar a la luna.
No es lo mismo caerse y darse un golpe que verlo en televisión. Nunca he entendido por qué disfruta tanto todo el mundo con esas cosas. Yo me he reído alguna vez también, pero sólo cuando estaba claro que no se habían hecho mucho daño. Mira que gracioso, se ha roto la cabeza, es lo que suelo yo decir en estos casos. Las bromas pesadas y los accidentes sólo tienen gracia desde un punto de vista de "Schadenfreude", es decir: alegrarse de las desgracias ajenas; cosa que está muy mal.
Acostumbrarse a convivir con situaciones anormales, estrafalarias o violentas nos hace perder el contacto con lo natural. El que se rodea de personas egoístas y negativas, a acaba siéndolo también a su pesar. Es mucho más fácil el contacto de todo lo que implica rencor -porque es el camino más cómodo-, y todo lo que aviva la soberbia, que es la madre de todos los vicios.
Eso me recuerda a la maravillosa trilogía de El señor de los anillos, que no es precisamente una lectura sencilla. El protagonista, Frodo, era el único que podía portar el anillo, porque él no deseaba el poder y sólo quería cumplir con su misión: destruirlo. Es difícil convivir con el poder y el mal y mantenerse puro. Pero lo que es realmente duro es tener la posibilidad de actuar contra aquellos que te atacan y elegir libremente el camino del perdón y el olvido. Todos deseamos unirnos a la manada y aullar a la luna.
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jueves, 10 de septiembre de 2009
Los vándalos de Pozuelo
Más de uno se ha alegrado, en el fondo, de que uno grupo de niños bien se metieran en problemas. Pero la cuestión está en que a estos nadie les apoya, catalogándolos de jóvenes antisistema, sino que han quedado ante todos como una panda de malcriados. Es una consecuencia más de los años que llevan las autoridades haciendo la vista gorda con el botellón. El alcohol, unido al aburrimiento y exceso de energía de aquellos que llevan una vida despreocupada, sin embargo, no es un fenómeno exclusivo de los barrios acomodados; sino que, por desgracia, es algo generalizado que unifica a pobres y ricos, estudiantes o no, en muchos países del primer mundo. Ahora es cuando a los políticos se les llena la boca con la falta de valores de nuestra sociedad, que ellos mismos llevan ya varias décadas alentando y alimentando. Ahora es cuando se ve cómo la pérdida de autoridad dentro de las familias acaba perjudicando a unos pobres policías.
Yo ya escribía sobre ello hace más de tres años y entonces me decían que era una catastrofista. También hablaba de la cosificación de la sexualidad, de la exaltación de la violencia gratuita que se hace en las series de televisión; y me decían que era muy negativa. Hablaba sobre la manipulación política y me llamaban de todo. No es por echarme flores, pero he visto confirmarse cada uno de mis vaticinios. Ya quisiera yo haberme equivocado. Pero ahora no sirve de nada lamentarse, mientras seguimos prisioneros de la dictadura de lo políticamente correcto. Si no cambiamos de rumbo, la nave seguirá chocando contra los acantilados una y otra vez. Se trata simplemente de recuperar las bases del humanismo cristiano que tanto habían contribuído al progreso material y social de España, antes de que algunos decidieran que lo viejo ya no valía. Hay que enseñarles a los niños que las reglas están para cumplirlas.
Yo ya escribía sobre ello hace más de tres años y entonces me decían que era una catastrofista. También hablaba de la cosificación de la sexualidad, de la exaltación de la violencia gratuita que se hace en las series de televisión; y me decían que era muy negativa. Hablaba sobre la manipulación política y me llamaban de todo. No es por echarme flores, pero he visto confirmarse cada uno de mis vaticinios. Ya quisiera yo haberme equivocado. Pero ahora no sirve de nada lamentarse, mientras seguimos prisioneros de la dictadura de lo políticamente correcto. Si no cambiamos de rumbo, la nave seguirá chocando contra los acantilados una y otra vez. Se trata simplemente de recuperar las bases del humanismo cristiano que tanto habían contribuído al progreso material y social de España, antes de que algunos decidieran que lo viejo ya no valía. Hay que enseñarles a los niños que las reglas están para cumplirlas.
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sábado, 15 de agosto de 2009
Ideología de género
Se dice de la labor que realizan algunos grupos intentando minar las bases de la familia, provocando con ello la ruptura de las bases de la sociedad. En las nuevas series juveniles se nota mucho. Especialmente en las relaciones entre hombres y mujeres se llega a dar a entender que ellas son igual de fuertes físicamente. El otro día una chica cogía a dos chicos de su edad por las orejas y los arrastraba, sin que ningunos de ellos hiciera nada por evitarlo. A continuación la protagonista le enseña una cámara de vídeo a un joven, con la cual ha estado grabando lo sucedido entre ellos, y él tampoco hace el menor amago por quitárse de las manos, aunque le comprometa.
Una cosa es que rechacemos la violencia y otra cerrar los ojos a la realidad. De este modo, se da a entender a las niñas que todos los chicos son como serpientes domadas, que se les puede molestar humillar o hasta agredir, porque les han quitado los colmillos. Pero se olvidan de que las boas no necesitan veneno, porque simplemente son más fuertes. Creo que muchos sucesos que hemos oído últimamente se explican por la mentalización inversa de la sociedad. Donde antes el hombre tenía todos los derechos, ha pasado a ser una marioneta con hilos. Naturalmente, hay algunos que no se resignan a ese papel y antes o después acaban saltando.
Yo simplemente les digo a mis hijas las cosas como son: que el respeto tiene que ser mutuo o es falso. Que el hecho de que seamos personas civilizadas no impide que cualquiera pueda perder los papeles en un momento dado. Por tanto, es absurdo querer forzar la igualdad copiando precisamente los aspectos que se critican de las masculinidad: ser dominantes, duras e inflexibles. Ni tampoco colocar a los personajes masculinos de las series como gente débil, voluble o básica. Manipular la realidad a favor o en contra de intereses siempre trae consecuencias graves. Cualquier discriminación es negativa.
Una cosa es que rechacemos la violencia y otra cerrar los ojos a la realidad. De este modo, se da a entender a las niñas que todos los chicos son como serpientes domadas, que se les puede molestar humillar o hasta agredir, porque les han quitado los colmillos. Pero se olvidan de que las boas no necesitan veneno, porque simplemente son más fuertes. Creo que muchos sucesos que hemos oído últimamente se explican por la mentalización inversa de la sociedad. Donde antes el hombre tenía todos los derechos, ha pasado a ser una marioneta con hilos. Naturalmente, hay algunos que no se resignan a ese papel y antes o después acaban saltando.
Yo simplemente les digo a mis hijas las cosas como son: que el respeto tiene que ser mutuo o es falso. Que el hecho de que seamos personas civilizadas no impide que cualquiera pueda perder los papeles en un momento dado. Por tanto, es absurdo querer forzar la igualdad copiando precisamente los aspectos que se critican de las masculinidad: ser dominantes, duras e inflexibles. Ni tampoco colocar a los personajes masculinos de las series como gente débil, voluble o básica. Manipular la realidad a favor o en contra de intereses siempre trae consecuencias graves. Cualquier discriminación es negativa.
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