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lunes, 31 de enero de 2011
Bilingüísmo inglés
Suelen reprocharme que saco conclusiones sin tener los datos, pero el caso es que lo mío es razonamiento lógico deductivo, y los hechos suelen darme la razón. Así, el otro día estaba charlando con una chica americana que está pasando un año en España y estudia en un instituto bilingüe. Hablando del tema de que a mí no me gusta ese sistema, me daba un punto de vista parecido. Dice que los profesores españoles, para empezar, no tienen un buen nivel para dar su asignatura en inglés. Además, le parece absurdo que compliquen aún más el bachillerato impartiendo clases en otro idioma. Pero, sobretodo, no le cabía en la cabeza cómo es posible que una amiga suya recordara el nombre de Polonia en inglés: Poland; pero no se lo supiera en español. Tienen que venir de fuera para esplicarnos lo que es obvio.
En un país como España que ya tiene idiomas de sobra, querer poner al mismo nivel inglés que el español, es una batalla perdida de antemano y una pérdida de tiempo también. Más valdría conseguir que todos los españoles dominaran realmente el castellano y nos daríamos con un canto en los dientes; que ya sería mucho más que lo que tenemos. El colonialismo cultural es algo natural en países que no tienen una historia una riqueza lingüística como la nuestra. Deberíamos estar fomentando el español, en lugar de querer ser una sucursal más de la Common Wealth. Una cosa es tener un nivel razonable de ingés y otra querer hacer a los niños bilingües, Complicando así las cosas sólo se consigue bajar aún más el nivel general de la educación en España. Y lo dice una persona que habla casi cinco idiomas.
En un país como España que ya tiene idiomas de sobra, querer poner al mismo nivel inglés que el español, es una batalla perdida de antemano y una pérdida de tiempo también. Más valdría conseguir que todos los españoles dominaran realmente el castellano y nos daríamos con un canto en los dientes; que ya sería mucho más que lo que tenemos. El colonialismo cultural es algo natural en países que no tienen una historia una riqueza lingüística como la nuestra. Deberíamos estar fomentando el español, en lugar de querer ser una sucursal más de la Common Wealth. Una cosa es tener un nivel razonable de ingés y otra querer hacer a los niños bilingües, Complicando así las cosas sólo se consigue bajar aún más el nivel general de la educación en España. Y lo dice una persona que habla casi cinco idiomas.
domingo, 26 de diciembre de 2010
Rumores y mentiras
El otro día fui a ver esta película un poco por error. No sabía que era la típica comedia de instituto americano. Sin embargo, tiene algunos aspectos interesantes, dentro de ser un telefilm. Trata de una chica decente que, por una mentira, de pronto adquiere fama de de promiscua; lo cual curiosamente la convierte en alguien muy popular. Ella se debate entre el deseo de decir la verdad y las ventajas que su nueva condición le supone, incluso económicas. Sin embargo, no se puede afirmar que tenga un mensaje moralizante, ya que aquellos que la critican son retratados como unos extremistas religiosos. Como si la moralidad fuera patrimonio exclusivo de los cristianos y, por tanto, algo sectario y radical.
Su mejor amigo, como no, resulta ser un homosexual, que abandona sus estudios para seguir sus tendencias; cosa que tampoco parece necesaria. En cuanto a sus padres y los de su mejor amiga, confiesan ser unos antiguos hippies que están de vuelta de todo aquello que intentan evitar en sus propios hijos; lo cual resulta contradictorio. Supongo que eso le aporta realismo a la película, ya que parece ser una situación habitual en muchos hogares americanos: padres que no pueden transmitir valores porque nunca han predicado con el ejemplo. Hijos que se debaten entre los dos extremos sin tener unos referentes claros. En el caso de esta chica, la historia acaba bien practicamente por causalidad, pero podría haber acabado fatal.
Su mejor amigo, como no, resulta ser un homosexual, que abandona sus estudios para seguir sus tendencias; cosa que tampoco parece necesaria. En cuanto a sus padres y los de su mejor amiga, confiesan ser unos antiguos hippies que están de vuelta de todo aquello que intentan evitar en sus propios hijos; lo cual resulta contradictorio. Supongo que eso le aporta realismo a la película, ya que parece ser una situación habitual en muchos hogares americanos: padres que no pueden transmitir valores porque nunca han predicado con el ejemplo. Hijos que se debaten entre los dos extremos sin tener unos referentes claros. En el caso de esta chica, la historia acaba bien practicamente por causalidad, pero podría haber acabado fatal.
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