domingo, 26 de diciembre de 2010
Rumores y mentiras
El otro día fui a ver esta película un poco por error. No sabía que era la típica comedia de instituto americano. Sin embargo, tiene algunos aspectos interesantes, dentro de ser un telefilm. Trata de una chica decente que, por una mentira, de pronto adquiere fama de de promiscua; lo cual curiosamente la convierte en alguien muy popular. Ella se debate entre el deseo de decir la verdad y las ventajas que su nueva condición le supone, incluso económicas. Sin embargo, no se puede afirmar que tenga un mensaje moralizante, ya que aquellos que la critican son retratados como unos extremistas religiosos. Como si la moralidad fuera patrimonio exclusivo de los cristianos y, por tanto, algo sectario y radical.
Su mejor amigo, como no, resulta ser un homosexual, que abandona sus estudios para seguir sus tendencias; cosa que tampoco parece necesaria. En cuanto a sus padres y los de su mejor amiga, confiesan ser unos antiguos hippies que están de vuelta de todo aquello que intentan evitar en sus propios hijos; lo cual resulta contradictorio. Supongo que eso le aporta realismo a la película, ya que parece ser una situación habitual en muchos hogares americanos: padres que no pueden transmitir valores porque nunca han predicado con el ejemplo. Hijos que se debaten entre los dos extremos sin tener unos referentes claros. En el caso de esta chica, la historia acaba bien practicamente por causalidad, pero podría haber acabado fatal.
Su mejor amigo, como no, resulta ser un homosexual, que abandona sus estudios para seguir sus tendencias; cosa que tampoco parece necesaria. En cuanto a sus padres y los de su mejor amiga, confiesan ser unos antiguos hippies que están de vuelta de todo aquello que intentan evitar en sus propios hijos; lo cual resulta contradictorio. Supongo que eso le aporta realismo a la película, ya que parece ser una situación habitual en muchos hogares americanos: padres que no pueden transmitir valores porque nunca han predicado con el ejemplo. Hijos que se debaten entre los dos extremos sin tener unos referentes claros. En el caso de esta chica, la historia acaba bien practicamente por causalidad, pero podría haber acabado fatal.
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