jueves, 12 de marzo de 2009

Hasta el punto en que duela

Haciendo Tai chi esta mañana, se me ocurrió pensar que parece una gimnasia muy suave, pero no lo es. Los ejercicios no cuestan mucho la primera vez que los haces, pero se repiten muchas veces, y, cuando ya vas por las últimas tandas, piensas: ya no puedo hacerlo más. Pero sigues, hasta el punto en que empieza a doler, y entonces es cuando ya sirven para algo. En la vida pasa lo mismo, hay que vivir hasta el punto en que duela un poco, no tanto que resulte insoportable y te amargue la vida, pero sí lo suficiente para comprobar que sigues vivo.

Cuando las cosas dejan de importarte, cuando sólo te preocupa aquello que te afecta personalmente, estás viviendo a medias. Me imagino que los autores de las matanzas que ha habido estos días, no se levantaron de repente una mañana pensando: voy a matar a todo el que se ponga por delante. En algún momento de su vida perdieron la capacidad de compasión. Tal vez empezó por no importarles si sus padres eran felices, si a sus hermanos les iba bien o mal. Pasaron a desearles cosas malas a aquellos con los que no estaban de acuerdo. De ahí a coger un arma y apretar el gatillo sólo queda un paso.

Vivir al margen de todo debe ser un gustazo. Yo no he podido hacerlo nunca. Hay gente a la que no le importa lo que pase más allá de cien kilómetros de su pueblo, otros a los que sólo les importa su familia y algunos a los que no les preocupa más que su propio ser. Los jovencitos que se han criado solos a base de televisión, videoconsolas y películas, pierden el contacto con la realidad. No saben que las víctimas sufren, pero sus familiares y amigos sufren más todavía. No saben que todos los que lo presenciamos sufrimos también en mayor o menor medida. Se creen que su verdad vale más que la propia vida, y eso es el origen de todo mal.

Se empieza por huir del sufrimiento, por negarse a tener experiencias desagradables, por evitar todo esfuerzo y sacrificio; y acabas llevando una vida de robot, que no sufre, pero tampoco disfruta, porque no ha aprendido nunca a amar de forma incondicional. "Amar hasta que duela", decía Santa Teresa de Calcuta. Lo cual no significa volverse un ser ávido de experiencias nuevas, sino vivir apasionadamente en las circunstancias que te han tocado en suerte. Para no despertarte un día pensando que nada vale la pena, y que los demás no valen la pena, y que por tanto deben morir.

11 comentarios:

codromix dijo...

me es imposible entrar en la mente de esa gente, puedo entender muchas cosas, pero ese odio a "la humanidad" en general, se me escapa totalmente! yo es que vivo mi vida pero en los ojos de los demas, vivo para mi,pero sobre todo para darlo todo a los que me rodean, los mios y los ajenos, será eso lo que me diferencia de ellos?

Anónimo dijo...

Me ha gustado tu reflexión :).Yo soy incapaz de anular mis sentimientos para que no duela,soy incapaz de desconectar de ese modo y me angustio demasiado por la situación personal de la gente que me rodea.Viviría mas a gusto?no creo,pues no sería yo.Un beso
No sabia que hicieras Tai-chi ¿esta bien?

anselmo dijo...

Por una vez estamos de acuerdo.XDDD Nos estamos deshumanizando demasiado (al menos en el llamado primer mundo)ya que en otros sitios las barbaridades que se realizan son por pura supervivencia (o por esa creencia) o por unos odios inculcados de generación en generación). Por desgracia, por poner un ejemplo: El Utu que mata a un Tutsi, nunca pensará que está comentiendo un crimen, sino un bien a su comunidad. Lo verás llorar si matan a alguien de su comunidad aunque no lo conozca. Y sentirá alegría irracional cuando a sus pies yace su enemigo.
El ser humano, por desgracia, anda así de equivocado y en su mayor parte, es destructivo por naturaleza.
Y nunca se puede vivir al margen, no al menos totalmente. Y seguro que quien lo intenta, no le dejan.
Y de otra cosa estoy seguro: El sufrimiento está ahí, nunca se irá...pero nunca debe dejarse que nuble la vista. Se pierde completamente la perspectiva y no se puede buscar una solución coherente. Lo digo tanto de manera individual como colectiva.El ejemplo mas claro lo tenemos en los USA. Llevados por el miedo y el dolor del 11-S, arremetienron contra casi todo.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Anselmo. Cuando hablo de que no te importe nada, se empieza, por ejemplo, por aceptar la muerte de los no natos, los ancianos decrépitos y los animales que no necesitas para comer. Todo va unido. Por cierto, las células madres embrionarias también se obtienen de los abortos, y el Opus no representa a toda la Iglesia. Un beso.

Anónimo dijo...

Pikifiore. El Tai chi es muy recomendable. Llevo ya dos años, aunque éste he faltado más de lo que querría. Un beso.

anselmo dijo...

Te equivocas Susana. Las células madres se obtienen de los fetos, no de los abortos.Para nada hay que matar al feto.(pero es cierto que por motivos de operatividad se crean embriones in vitro cultivados) De todas formas,las investigaciones actuales van en un intento de cultivar las células madre.
;Las células madre no son ni más ni menos células de tejido primario que no tienen la función establecida.
En el futuro, si esas células las pones en el cerebro , recuperarias tus funciones (demencias sedniles y parkinon). Si las pones en el corazón, una persona con infarto recuperaría la zona dañada.Si tienes seccionada la médula espinal, podrían conseguir que esa persona volviera a andar...por eso es tan importante para el futuro.
La iglesia está en contra porque dice que es contra-natura y además se tiene miedo no por lo que te he dicho, sinó por lo que se podría hacer (como la clonación humana,pervirtiendo el sentido de ser crdado por Dios).
Como científico yo digo: avancemos, es necesario. como filósofo digo: cuidado con lo que hacemos cuando lleguemos.
No hace mucho, un obispo dijo que los cuidados paliativos para los enfermos terminales de cancer no eran contra natura y que esas personas debían recibir su dolor y ofrecérselo a Dios.
Son ese tipo de cosas las que me enervan
De todas formas, me gusta estas conversaciones contigo. Ambos podemos sacar partido de nuestros puntos de vista.
Un saludo

marea@ dijo...

... a mi parecer... se debe de inculcar desde los primeros años el respeto por la vida de los demás... el valor de esta... y el derecho a vivir y a que nadie te prive de ello por ningún motivo...

Hoy en día... la vida de una persona vale una bala, o 10 puñaladas y varios años de cárcel... creo q la sociedad cuanto más avanza, y más rápido se desarrolla, proporcionalmente va perdiendo principios básicos que son realmente los pilares de la existencia del hombre...

Un beso para madre e hija... q nunca sé si escribe una u otra...

Marea@

Anónimo dijo...

Anselmo. Las células de los fetos no son las que me preocupan, pero se crean embriones para utilizarlas. De hecho, todavía no han curado a nadie. Está por demostrar que puedan hacerlo, pero sí se ha comprobado que provocan tumores cancerígenos. En cuanto a la opinión de un obispo, es la opinión de una persona, no de toda la Iglesia.
En todo caso, si sientes esa animadversión hacia todo lo católico, al menos te pido que no nos juzgues a todos por unos pocos. Lo más coherente sería que no tuvieras ninguna relación con tu parroquia. Un beso.

acoolgirl dijo...

A mí, personalmente, lo que más me preocupa en esta vida es la gente a la que quiero (entre los que me incluyo) eso no quiere decir que no me importe la gente que sufre... pero bueno, supongo que todos tenemos nuestras prioridades, no??

Y no creo que haya que pasarlo mal para valorar la vida... Ojalá yo no hubiera tenido que pasar por ciertos momentos.

Un besooo

G y punto dijo...

Hola Susana...si me lees hoy...sabrás porqué no me he pasado mucho por tu blog....
Ah tu hijita me parece un encanto.
Un beso para "chica mala".

G y punto dijo...

Anselmo: tranquilo, Susana es inofensiva...
Por mucho que le expliques....no la vas a hacer cambiar de opinión es muy testaruda y tiene muchiiisimos argumentos.
No te canses. Un beso a todos