Mostrando entradas con la etiqueta seguridad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta seguridad. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de febrero de 2011

De abril a abril

Creo que voy a dejar el blog. Empecé un mes de abril del año 2006. Cumplía cuarenta años y no pensé que me iba a embarcar en un proyecto semejante. Han pasado cinco años y ya he hablado de todos los temas varias veces. Muchas cosas han cambiado en mi vida, algunas para peor. Ya no siento la seguridad suficiente para ir aconsejando a los demás sobre nada. Médico, cúrate a tí mismo, sería el refrán que me pegaría ahora. Ya sabéis que me gustan las frases hechas. De todas maneras, quien quiera seguir al tanto de lo que pienso, tiene la página de Hazte oir.org, de donde salen la mayoría de mis textos externos. Allí es donde obtengo mis fuentes y mi inspiración, y están mucho más preparados que yo para informar de cualquier tema.

Las personas con las que me relacionaba, la mayoría dejaron sus blogs hace tiempo. La verdad es que no sé seré capaz de dejar de escribir, porque se ha convertido en una rutina en mi vida, pero tengo esa intención. Ya no me siento capacitada. Tengo bastante con intentar poner orden en mi vida y evitar la depresión. Es una batalla diaria. Agradezco mucho esta oportunidad que he tenido de contar con amigos, aunque fuera a distancia. Me he sentido parte de un grupo, incluso después de haber cerrado los comentarios. Al menos, me queda el facebook, aunque no es lo mismo porque esas relaciones son muy superficiales. Fue un placer mientras duró, pero nunca pensé que fuera para siempre. Aún así, tengo mis dudas, y post escritos hasta abril.

lunes, 6 de diciembre de 2010

En democracia no vale todo

Desde Bruselas se responsabiliza al gobierno del PSOE de lo que ocurra


Dice ATCEUC desde Bruselas, en un comunicado firmado el 4 de diciembre, que se encuentra consternada por la situación que España está viviendo y que”condena la conducta del Gobierno español, indigna de un país democrático europeo”.
La dura nota define los acontecimientos de las últimas horas como una “lucha contra sus controladores” de un Ejecutivo que parece estar “preparado para poner la seguridad en peligro”.
“¿Cómo se puede esperar que un controlador trabaje a salvo mientras es custodiado como un prisionero por soldados del Ejército y la Policía?” se preguntan los autores del texto. “¿Ha perdido el ministro de Transporte la cabeza?“, continúa. Desde ATCEUC responsabilizan al Gobierno de todo lo que pueda pasar a partir de ahora.
La militarización a la que ha sometido el estado de alarma decretado por el Gobierno hace, según el texto, que se pregunten también si los controladores españoles “siguen siendo todavía ciudadanos españoles”.
En la Europa democrática y con las regulaciones que promueven el diálogo social, continúan, “no podemos comprender la manera en la que está actuando el Reino de España”, ya que nada puede justificar el “nivel de violencia” aplicado.
La situación, que califican de “realmente triste”, es todavía peor cuando “ha habido tiempo suficiente para solucionar la situación” previamente. Lo que comenzó como una “privatización oculta de la compañía”, más que una decisión operacional, ha “acabado como un verdadero desastre“. Por último, se preguntan “dónde están los resultados” de las negociaciones de los servicios de navegación españoles con los controladores que se han llevado a cabo los últimos meses.
Y algo alarmante: El precio de una crisis aérea con estado de alarma

blogs.hazteoir.org/juanadearco/2010/12/05/desde-bruselas-se-responsabiliza-al-gobierno-del-psoe-de-lo-que-ocurra/

martes, 23 de marzo de 2010

Uno de esos días

Es curioso por qué hay días en que parece que el mundo está en tu contra. En la caja del supermercado se me querían colar y luego casi me quitan un sitio de aparcamiento. Pongo el ordenador y resulta que el blog no funciona correctamente... Y me pregunto por qué todo me pasa a mí hoy. Otros días, sin embargo, da la impresión de que la gente que no te conoce de nada, te sonríe; que tienes el cartel de ganador colgado del cuello.

Hay días en que todo se tuerce; y otros a los que les faltan horas para disfrutar. Hay épocas en que te duele todo y no levantas cabeza; mientras otras estás pletórico de energía. En el caso del blog, nunca se sabe si el artículo más insignificante va a tener un gran éxito; mientras el que te hacía sentir orgullosa pasará desapercibido. Supongo que ahí está la gracia de la existencia: en esa incertidumbre; pero hay veces en que resulta bastante estresante.

A veces pienso que mi destino no depende de mí, sino que todo está escrito de antemano. No es una idea ilusionante, pensar que no puedes hacer nada para cambiar las cosas. Pero, tal vez el problema es que pienso demasiado y más ahora que he recuperado la inspiración. Me temo que volveré a levantarme de la cama en mitad de la noche para escribir. Parece que no tengo término medio.

Me gustaría sentirme de verdad tan segura como parezco en estas páginas. Quisiera ser más fría y no dejarme llevar por las preocupaciones de cada momento, las pequeñas decepciones y las grandes infamias. Pero, a veces pienso que solamente soy un instrumento en manos divinas y lo que tenga que ocurrir, ocurrirá. Hoy es uno de esos días en que procuro capear el temporal, intentando que mi barco no zozobre y llegue a su destino; sea éste el que sea.

jueves, 11 de junio de 2009

Hablemos de política

Me imagino que hay gente que todavía se pregunta por qué siguen entrando en mi blog si no están de acuerdo con lo que escribo, y ahora encima no pueden comentar. Creo que es porque se nota que creo firmemente en lo que digo y esa pasión la transmito a los que me leen. Por eso, podrán salir contentos de aquí o enfadados, pero es raro que se vayan indiferentes. Es importante saber lo que quieres en la vida y mucho más estar dispuesto a defenderlo hasta las últimas consecuencias. Por eso ha ganado el PP las elecciones, porque presentaron a Mayor Oreja quien no se puede negar que es una persona íntegra y coherente. Con otro, no sé qué hubiera pasado.

Hablemos de política. Como siempre digo, la defensa de la vida, de la familia y la cultura del esfuerzo, no debería ser patrimonio de ningún partido político. Tendría que ser algo evidente para todos. Sin embargo, como no puedo cambiar el mundo, sé que hoy en día esos valores los representa la derecha. No deben estar tan mal vistos cuando Aznar llegó a ganar unas elecciones generales por mayoría absoluta basándose en esos principios. Pero lo que realmente le dió el triunfo fue su carisma, su seguridad en sí mismo, que estaba plenamente justificada, al menos en lo que se refiere a política interior. Sin embargo, esa misma autoestima nos jugó una mala pasada cuando decidió ponerse de parte de Bush, a pesar de la oposición de una gran mayoría de su propio electorado y del Papa. Desde entonces, el Partido Popular pasó de ser el triunfador que había llevado a España a la cabeza de Europa, a ser el culpable de la guerra de Irak y los atentados del 11m, a pesar de que nunca se ha demostrado esa relación causa-efecto. Cuando perdió las elecciones estaba a punto de sacar una ley para mejorar la educación en España e impulsar las nuevas tecnologías.

Es el colmo querer acusarle de la crisis mundial a la persona que sacó a España del déficit y la situó en el superavit en apenas dos años. Nadie se quejaba entonces cuando crecían edificios de apartamentos por todo el país y los inmigrantes llegaban por miles para ocuparse de los trabajos que nadie quería. Se equivocó con EE.UU., pero una cosa no quita la otra. El hecho de que buena parte de los políticos del Partido Popular se sientan personalmente culpables por aquello es el mayor obstáculo que tienen en este momento para volver al poder. He estado escuchando a Mayor Oreja en la Cope y me he quedado con este mensaje: si quieren que el electorado recupere la confianza en el PP, tienen que empezar por recuperar la confianza en sí mismos y dejarse de relativismos de centro. Nadie es infalible. Todos cometemos errores. Quedarse anclados en el pasado y dar esa imagen de inseguridad es la mejor manera de no avanzar. Pero también he descubierto otra cosa estos días: que atacar desproporcionadamente a tu adversario sólo sirve para que se reafirme en sus principios y se vuelva hacia aquellos en los que realmente confía, a pesar de todo.