Mostrando entradas con la etiqueta morbo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta morbo. Mostrar todas las entradas

lunes, 17 de enero de 2011

Cotilleos

Dice un estudio que cotillear es bueno para las relaciones sociales. En cierto modo, lo entiendo, porque poder conocer experiencias ajenas permite hacer comparaciones y sacar conclusiones sobre temas personales. Sin embargo, cuando la gente empieza a estar más enterada de esas historias que de las propias, entonces podemos decir que se trata de una enfermedad social bastante nociva. Las televisiones en España son un ejemplo claro de cómo puede degenerar la simple curiosidad en morbo y crear un espectáculo denigrante. Programas como Sálvame o la Noria y los reality shows, explotan las emociones más primarias del ser humano como medio para hacer negocio, a costa, a menudo, de los sentimientos más intimos de personas conocidas por el gran público.

Sin embargo, hay que reconocer también que muchos famosos ganan más dinero por este comercio que por su trabajo. Así que, en la mayoría de los casos, no pueden ser considerados víctimas sino cómplices del asunto. Porque, cuando se trata de dinero, desaparecen automáticamente las diferencias de educación, de clase o de profesión. Así, se puede comprobar cómo en los grandes saraos y bodas importantes, aparecen ya sin ningún pudor, tanto artistas como políticos, deportistas, toreros o gente de la realeza. Los que no se pueden ni ver en realidad, comparten las bandejas de gambas con cualquiera que sobrepase un número determinado de ceros en la cuenta corriente. Al final, el dinero es lo único que cuenta.

lunes, 31 de agosto de 2009

Las mujeres que no se amaban a sí mismas

No he leído la trilogía de Millenium. Le pregunté a mi padre y no le había gustado. No conozco mejor experto en la materia. El hecho de que un libro tenga un gran éxito, para mí, más que una ventaja, es un handicap. Sinceramente, no me fío nada de la opinión de las mayorías. El caso es que he leído críticas que dicen que ese libro, así como otros que están de moda entre los jóvenes, da una visión del amor y el sexo bastante animal y desagradable. Así que no entiendo cómo se puede estar todo el día hablando de igualdad y respeto, y que luego resulte que lo que vende es lo contrario, cosa que he comprobado a menudo. Supongo que dirán que el autor pretende denunciar esa clase de situaciones, pero eso a veces no es más que una excusa para alimentar el morbo; que, en el fondo, es de lo que se trata: darle a la gente lo que le atrae, aunque no le convenga.

El problema es que los adolescentes no entienden de moralejas y se creen realmente que esas situaciones son normales en cualquier relación de pareja, y que a todas las mujeres nos gustan. Luego, saltan a los sucesos los casos de abusos sexuales a menores, con la inestimable ayuda de internet; y la gente dice: ¿qué hemos hecho mal? Todo. Olvidar que la base de una relación romántica debería ser el amor y, sólo a partir de ahí, se puede llegar a explorar otras facetas que agraden a ambos. Por eso, la responsabilidad de los guionistas y escritores es enorme en este problema; porque ya deberían saber que su obra va a ser accesible a todas las edades, incluso aunque, teóricamente, esté calificada para mayores de dieciocho años. Explotar los bajos instintos con el fin de enriquecerse es inmoral; y las mujeres no deberíamos ser cómplices de ello leyendo esos libros o viendo esas películas.

viernes, 26 de junio de 2009

Cuatro veces

Nunca he utilizado este blog para hablar de personas determinadas con nombre, ni mucho menos he enlazado otros blogs para criticarlos. Si he mencionado a alguien ha sido para referirme a un tema, sin juicios de valor. Cuando he tenido una opinión que no les iba a gustar, he procurado hacerlo por correo electrónico. Sin embargo, a mí sí que me han nombrado al menos cuatro veces, que yo sepa, en otros blogs para ponerme verde. Sería muy fácil para mí contraatacar, y además aumentaría el número de visitas. Podría meter el dedo en la llaga. Podría justificarme, dar mi punto de vista, que se ha omitido. Pero no les veo ningún sentido a convertir en querellas personales temas generales que se refieren al Papa, la Iglesia o la moral cristiana. Desde que empecé a escribir, creo que había dejado claro que no pensaba transigir con esa clase de ataques, y lo que no comprendo todavía es por qué algunos suponían que no hablaba en serio.

Me debo estar haciendo famosa en internet muy a mi pesar. Me imagino que todavía ahora habrá quien esté pensando en dedicarme un bonito post. Le doy las gracias de antemano. No sé si se dan cuenta de que, de los que entran por curiosidad, siempre se quedan unos cuantos. Se puede decir que ahora este blog se nutre de también de morbo, lo cual me viene bien. Tampoco voy a engañar a nadie diciendo que no me importa saber que soy el tema de conversación negativo de tantas personas. No niego que me afecta y lo paso mal al principio, pero lo tengo asumido como gajes del oficio. Es fácil hacer leña del árbol caído, pero creo que también es cierto que Dios escribe derecho con renglones torcidos. He descubierto eso que dicen algunos artistas, que lo importante es que hablen de tí, bien o mal es lo de menos. Qué triste.

Música: Camela. Amor.com