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viernes, 4 de febrero de 2011

Trabajar bajo presión

El otro día pusieron en televisión un reportaje sobre técnicas de estudio. Discutían sobre si es mejor sentirse presionado todo el tiempo a la hora de estudiar o tener un ambiente relajado y menos tenso. Siendo un país de Europa del Norte, ellos llegaban a a la conclusión de que era mejor trabajar sin presiones. Sin embargo, en España, yo no estaría de acuerdo con eso. No hay más que ver a los funcionarios para darse cuenta de que aquí el que no se siente presionado no da ni golpe. Yo misma noto que, cuanto menos tengo que hacer por obligación, menos hago en total. Lo que más me cuesta siempre es empezar. Luego ya viene todo rodado. El día que tengo más obligaciones pendientes es aquel en el que acabo haciendo tareas extras que no tenía programadas.

Es una relación directamente proporcional, aunque las matemáticas no sean lo mío. Por eso, creo que es importante acostumbrarse a no bajar demasiado el ritmo, ni siquiera en vacaciones. Hay días en que creo que, si no tuviera que salir a llevar a las niñas al colegio, me pasaría el día en el sofá. Pero, una vez que estoy en la calle, ya no paro de hacer cosas. Me pongo las pilas. Al volver a casa, enciendo el ordenador, veo el correo, leo el reader, miro mis estadísticas, leo el Evangelio si no he ido a misa y abro mis blogs. Actualizo los posts con textos propios y ajenos y, finalmente, entro en el facebook. Es un ritual automático que me dura aproximadamente una hora. Necesito seguir mis rutinas para no dejarme llevar por la desidia. Creo que yo sólamente puedo trabajar si me presiono a mí misma cada día.

jueves, 20 de agosto de 2009

Los desaparecidos del blog

En estos tres años he conocido gente a la que sigo casi desde el principio. Otros, sin embargo, desaparecieron o les perdí la pista tras una temporada sin que escribieran. Ahora precisamente he localizado a alguien. Los hay que han cambiado de nombre a su blog y hasta de personalidad. Alguno dejé de seguirlo porque no me gustó algún tema determinado. Hay gente a la que recuerdo con cariño, a pesar de haber desaparecido sin dar ninguna explicación. A uno lo echo especialmente de menos. Como he cerrado los comentarios ya no sé si siguen entrando de alguna manera. Con alguno llegué a intimar hasta el punto de darle mis datos personales. Alguien sabe mis apellidos y otro mi teléfono. Varios saben la ciudad donde vivo. Dice mi marido que sumando pistas localizaría fácilmente pero no creo que nadie tenga ese interés.

A veces vuelvo a entrar en páginas perdidas por curiosidad de ver cómo les han ido las cosas y no suele haber muchos cambios. Me siento vinculada personalmente a gente que probablemente ya no se acuerda de que existo o lamenta haberme conocido. Realmente, esto de las relaciones por internet es un mundo extraño. Me pregunto cuánta gente me echaría de menos si un día desapareciera sin más. Sólo espero que los que ya no están se hayan ido voluntariamente y que estén bien. Me gustaría poner mi correo en el blog pero sé que eso es algo que no me puedo permitir. Se me llenaría de spam y también de esas opiniones por las cuales dejé de relacionarme con los lectores. Echo de menos el "buen rollo" que tuvimos hace tanto tiempo ya, que parece un sueño.

Música: entre dos tierras - Héroes del silencio

viernes, 26 de junio de 2009

Cuatro veces

Nunca he utilizado este blog para hablar de personas determinadas con nombre, ni mucho menos he enlazado otros blogs para criticarlos. Si he mencionado a alguien ha sido para referirme a un tema, sin juicios de valor. Cuando he tenido una opinión que no les iba a gustar, he procurado hacerlo por correo electrónico. Sin embargo, a mí sí que me han nombrado al menos cuatro veces, que yo sepa, en otros blogs para ponerme verde. Sería muy fácil para mí contraatacar, y además aumentaría el número de visitas. Podría meter el dedo en la llaga. Podría justificarme, dar mi punto de vista, que se ha omitido. Pero no les veo ningún sentido a convertir en querellas personales temas generales que se refieren al Papa, la Iglesia o la moral cristiana. Desde que empecé a escribir, creo que había dejado claro que no pensaba transigir con esa clase de ataques, y lo que no comprendo todavía es por qué algunos suponían que no hablaba en serio.

Me debo estar haciendo famosa en internet muy a mi pesar. Me imagino que todavía ahora habrá quien esté pensando en dedicarme un bonito post. Le doy las gracias de antemano. No sé si se dan cuenta de que, de los que entran por curiosidad, siempre se quedan unos cuantos. Se puede decir que ahora este blog se nutre de también de morbo, lo cual me viene bien. Tampoco voy a engañar a nadie diciendo que no me importa saber que soy el tema de conversación negativo de tantas personas. No niego que me afecta y lo paso mal al principio, pero lo tengo asumido como gajes del oficio. Es fácil hacer leña del árbol caído, pero creo que también es cierto que Dios escribe derecho con renglones torcidos. He descubierto eso que dicen algunos artistas, que lo importante es que hablen de tí, bien o mal es lo de menos. Qué triste.

Música: Camela. Amor.com