lunes, 31 de agosto de 2009
Las mujeres que no se amaban a sí mismas
No he leído la trilogía de Millenium. Le pregunté a mi padre y no le había gustado. No conozco mejor experto en la materia. El hecho de que un libro tenga un gran éxito, para mí, más que una ventaja, es un handicap. Sinceramente, no me fío nada de la opinión de las mayorías. El caso es que he leído críticas que dicen que ese libro, así como otros que están de moda entre los jóvenes, da una visión del amor y el sexo bastante animal y desagradable. Así que no entiendo cómo se puede estar todo el día hablando de igualdad y respeto, y que luego resulte que lo que vende es lo contrario, cosa que he comprobado a menudo. Supongo que dirán que el autor pretende denunciar esa clase de situaciones, pero eso a veces no es más que una excusa para alimentar el morbo; que, en el fondo, es de lo que se trata: darle a la gente lo que le atrae, aunque no le convenga.
El problema es que los adolescentes no entienden de moralejas y se creen realmente que esas situaciones son normales en cualquier relación de pareja, y que a todas las mujeres nos gustan. Luego, saltan a los sucesos los casos de abusos sexuales a menores, con la inestimable ayuda de internet; y la gente dice: ¿qué hemos hecho mal? Todo. Olvidar que la base de una relación romántica debería ser el amor y, sólo a partir de ahí, se puede llegar a explorar otras facetas que agraden a ambos. Por eso, la responsabilidad de los guionistas y escritores es enorme en este problema; porque ya deberían saber que su obra va a ser accesible a todas las edades, incluso aunque, teóricamente, esté calificada para mayores de dieciocho años. Explotar los bajos instintos con el fin de enriquecerse es inmoral; y las mujeres no deberíamos ser cómplices de ello leyendo esos libros o viendo esas películas.
El problema es que los adolescentes no entienden de moralejas y se creen realmente que esas situaciones son normales en cualquier relación de pareja, y que a todas las mujeres nos gustan. Luego, saltan a los sucesos los casos de abusos sexuales a menores, con la inestimable ayuda de internet; y la gente dice: ¿qué hemos hecho mal? Todo. Olvidar que la base de una relación romántica debería ser el amor y, sólo a partir de ahí, se puede llegar a explorar otras facetas que agraden a ambos. Por eso, la responsabilidad de los guionistas y escritores es enorme en este problema; porque ya deberían saber que su obra va a ser accesible a todas las edades, incluso aunque, teóricamente, esté calificada para mayores de dieciocho años. Explotar los bajos instintos con el fin de enriquecerse es inmoral; y las mujeres no deberíamos ser cómplices de ello leyendo esos libros o viendo esas películas.