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sábado, 19 de febrero de 2011
Lo que queda
Existen programas que ayudan a borrar todos tus datos de internet. La gente va dejando por ahí nombres y fotografías o textos que le podrían complicar la vida en el futuro. En mi caso, no me preocupa tanto lo que escribo – que suscribo – sino lo que se va diciendo por ahí sobre mí en otras páginas. Afortunadamente, he rastreado la red y no queda nada de mi primer blog. Internet es una fiera hambrienta que digierere rápido lo que come. Pero, si quedan comentarios negativo, e incluso algún post dirigido directamente a mí, no me gustaría que mis hijos o nietos acabaran encontrandolo por casualidad de aquí a unos años.
Se dice: difama, que algo queda. Aunque sé que las páginas virtuales son muy efímeras, la verdad es que no vivo a gusto pensando que cualquiera puede juzgarme y condenarme sin conocerme siquiera, sólo porque tengo un blog desde hace años. Por suerte, es anónimo y, aún así, hay días en que me dan ganas de darle al botón de suprimir y borrar todo rastro mío en la memoria de otros. Pero eso no sucederá “la víspera de mañana” como diría Asterix. Admiro profundamente a la gente que es capaz de escribir con su nombre y afrontar las consecuencias. Hay que estar hecho de otra pasta.
Se dice: difama, que algo queda. Aunque sé que las páginas virtuales son muy efímeras, la verdad es que no vivo a gusto pensando que cualquiera puede juzgarme y condenarme sin conocerme siquiera, sólo porque tengo un blog desde hace años. Por suerte, es anónimo y, aún así, hay días en que me dan ganas de darle al botón de suprimir y borrar todo rastro mío en la memoria de otros. Pero eso no sucederá “la víspera de mañana” como diría Asterix. Admiro profundamente a la gente que es capaz de escribir con su nombre y afrontar las consecuencias. Hay que estar hecho de otra pasta.
martes, 13 de abril de 2010
Informes e informes
Cada día, practicamente, los periódicos o la televisión nos presenta un nuevo estudio científico o sociológico sobre alguna cuestión que preocupa a la ciudadanía. Hasta ahí muy bien, pero, como las ciencias adelantan que es una barbaridad..., resulta que han encontrado la manera de manipular esos informes para que digan en cada momento lo que se quiere decir o lo que la gente espera que digan. De ahí viene la famosa pandemia de la gripe A, ya que se estaban manipulando los datos para hacer ver que era más grave y cambiando incluso la definición de las palabras para que llegaran a significar otra cosa.
En cuanto al no menos famoso cambio climático, ya van saliendo a la luz las informaciones sesgadas y los datos contradictorios que algunos han utilizado para forrarse a costa del miedo global. Pero, raro es el día en que no aparece en internet o en los medios de comunicación una nueva encuesta, cuyos datos al menos llaman la atención, cuando no parecen deliberadamente falsos. Y es que basta con seleccionar los puntos de recogida, el rango de población o el lugar, para poder modificar los resultados a su antojo.
Por eso, yo ya no me creo nada. Me he hecho "informe-excéptica" y os invito a hacer lo mismo. En Internet es facilísimo encontrar informaciones que contradicen cualquier conclusión dada. El problema es que nadie comprueba, ni los originales ni los contrarios. Resulta mucho más cómodo, y hasta divertido, desayunar cada día con unas conclusiones diferentes sobre cualquier tema, desde la nutrición a la política. Lo malo es que, de este modo, teniendo cada vez más información, estamos realmente peor informados.
Ya no se puede uno fiar ni de los organismos internacionales. Los intereses económicos y estratégicos se infiltran en todos los estudios. No existen empresas imparciales o auditorias independientes. Es el precio a pagar por la globalización de la información. Ahora especialmente, además, la mayoría de los estudios oficiosos van en la misma dirección: contra la familia, la iglesia, la pareja; a favor de los supuestos derechos individuales, la insolidaridad y la autosuficiencia. Se les ve mucho el plumero.
En cuanto al no menos famoso cambio climático, ya van saliendo a la luz las informaciones sesgadas y los datos contradictorios que algunos han utilizado para forrarse a costa del miedo global. Pero, raro es el día en que no aparece en internet o en los medios de comunicación una nueva encuesta, cuyos datos al menos llaman la atención, cuando no parecen deliberadamente falsos. Y es que basta con seleccionar los puntos de recogida, el rango de población o el lugar, para poder modificar los resultados a su antojo.
Por eso, yo ya no me creo nada. Me he hecho "informe-excéptica" y os invito a hacer lo mismo. En Internet es facilísimo encontrar informaciones que contradicen cualquier conclusión dada. El problema es que nadie comprueba, ni los originales ni los contrarios. Resulta mucho más cómodo, y hasta divertido, desayunar cada día con unas conclusiones diferentes sobre cualquier tema, desde la nutrición a la política. Lo malo es que, de este modo, teniendo cada vez más información, estamos realmente peor informados.
Ya no se puede uno fiar ni de los organismos internacionales. Los intereses económicos y estratégicos se infiltran en todos los estudios. No existen empresas imparciales o auditorias independientes. Es el precio a pagar por la globalización de la información. Ahora especialmente, además, la mayoría de los estudios oficiosos van en la misma dirección: contra la familia, la iglesia, la pareja; a favor de los supuestos derechos individuales, la insolidaridad y la autosuficiencia. Se les ve mucho el plumero.
Etiquetas:
ciencia,
contradicciones,
datos,
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manipulación
jueves, 20 de agosto de 2009
Los desaparecidos del blog
En estos tres años he conocido gente a la que sigo casi desde el principio. Otros, sin embargo, desaparecieron o les perdí la pista tras una temporada sin que escribieran. Ahora precisamente he localizado a alguien. Los hay que han cambiado de nombre a su blog y hasta de personalidad. Alguno dejé de seguirlo porque no me gustó algún tema determinado. Hay gente a la que recuerdo con cariño, a pesar de haber desaparecido sin dar ninguna explicación. A uno lo echo especialmente de menos. Como he cerrado los comentarios ya no sé si siguen entrando de alguna manera. Con alguno llegué a intimar hasta el punto de darle mis datos personales. Alguien sabe mis apellidos y otro mi teléfono. Varios saben la ciudad donde vivo. Dice mi marido que sumando pistas localizaría fácilmente pero no creo que nadie tenga ese interés.
A veces vuelvo a entrar en páginas perdidas por curiosidad de ver cómo les han ido las cosas y no suele haber muchos cambios. Me siento vinculada personalmente a gente que probablemente ya no se acuerda de que existo o lamenta haberme conocido. Realmente, esto de las relaciones por internet es un mundo extraño. Me pregunto cuánta gente me echaría de menos si un día desapareciera sin más. Sólo espero que los que ya no están se hayan ido voluntariamente y que estén bien. Me gustaría poner mi correo en el blog pero sé que eso es algo que no me puedo permitir. Se me llenaría de spam y también de esas opiniones por las cuales dejé de relacionarme con los lectores. Echo de menos el "buen rollo" que tuvimos hace tanto tiempo ya, que parece un sueño.
Música: entre dos tierras - Héroes del silencio
A veces vuelvo a entrar en páginas perdidas por curiosidad de ver cómo les han ido las cosas y no suele haber muchos cambios. Me siento vinculada personalmente a gente que probablemente ya no se acuerda de que existo o lamenta haberme conocido. Realmente, esto de las relaciones por internet es un mundo extraño. Me pregunto cuánta gente me echaría de menos si un día desapareciera sin más. Sólo espero que los que ya no están se hayan ido voluntariamente y que estén bien. Me gustaría poner mi correo en el blog pero sé que eso es algo que no me puedo permitir. Se me llenaría de spam y también de esas opiniones por las cuales dejé de relacionarme con los lectores. Echo de menos el "buen rollo" que tuvimos hace tanto tiempo ya, que parece un sueño.
Música: entre dos tierras - Héroes del silencio
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