sábado, 8 de septiembre de 2012

La verdad sobre las madres solteras y los anticonceptivos


¿Por qué hay tantas madres solteras?

Madres solteras, ¿por decisión o por azar?
Sin duda, ayuda el hecho de que ser madre soltera haya dejado de ser una vergüenza o un fracaso en las sociedades occidentales (al menos en las mayoría de los entornos en que nos movemos), pero el gasto económico y la responsabilidad que implica criar a un hijo supone que quien decide hacerlo sea solvente emocional y económicamente para dar el paso. Por ejemplo, el estudio “Madres solas por elección. Análisis de la monoparentalidad emergente. 2004-2007” realizado por el Instituto de la Mujer, ya apuntaba que las madres solteras por elección solían ser “mujeres de entre 35 y 45 años, estando su inmensa mayoría activas laboralmente y en posesión de estudios universitarios, logrando así unos ingresos de entre 20.000 y 30.000 euros anuales”.

Aunque este informe indica que se emplean varios medios para ser madre, desde la adopción hasta la inseminación, hay otra manera de quedarse embarazada sin planificarlo o por accidente, y entonces dejarse llevar. Estos nacimientos no planificados en Estados Unidos supusieron el 37% de los nacimientos en 2010, y según las cifras que proporciona el National Center for Health Statics, suele ser una circunstancia más frecuentes en las mujeres con relaciones esporádicas y que no están casadas ni tienen una pareja estable.

Una investigación en Estados Unidos se ha centrado en estos embarazos que llegan inesperadamente y que cambian súbitamente la vida de las mujeres. Así que, dando por hecho que estas mujeres conocen y tienen acceso a los métodos anticonceptivos, varios investigadores buscaron las razones emocionales o practicas que las llevaron a tener un niño no planificado.

Para sorpresa de los expertos, casi el 40% de las mujeres en edad fértil que no usaron un anticonceptivo dijeron que no creyeron que podrían quedarse embarazadas. Otro 17% dijo que no esperaban tener sexo ese día, pero lo tuvieron y u 14% indicó que no usaba anticonceptivos por miedo a sus efectos secundarios. Otro 5.3% reconoció que su pareja masculina se negaba a ponerse el condón.

Para los investigadores fue sorprendente la gran cantidad de mujeres que pensaba que era infértil, y por ese motivo no empleaba ningún método anticonceptivo. Ellos lo explican por razones culturales, y aducen, por un lado, a las cientos de imágenes de la cultura pop a las que hemos estado expuestos, especialmente en el cine, con parejas teniendo sexo sin protección y que rara vez se quedan embarazadas, y por otro, al hecho de que la paternidad planificada sea algo relativamente nuevo y aún se conceda a la llegada de un hijo cierto halo de destino inexorable.

Quiero y no quiero

Los investigadores incluyeron varias preguntas que intentaban encontrar en cuántos casos de embarazos no planificados la mujer había sido ambigua con sus propósitos (o habia dejado el asunto al azar), aunque fuera de manera inconsciente. Alrededor del 23% de las mujeres que entrevistaron calificaban en esta situación. Para los investigadores este grado de ambivalencia (quiero y no quiero) es muy humano. La mayoría de las mujeres –dicen – tienen la creencia que deben convertirse en madres cuando estén preparadas, pero no es tan fácil saber cuando se está realmente listo para tener un hijo. Así que ante la imposibilidad de decretar la llegada del momento óptimo, prefieren dejar que otros (el azar biológico, por ejemplo) tomen la decision por ellas. No provocan un embarazo pero tampoco lo evitan con el método más eficiente que se conoce, los anticonceptivos. 
 .hoymujer.com/ser-Madre/Embarazo/tantas-madres-solteras-691271082012.html