El PSOE convierte su laicismo en extremismo antisistema
REDACCIÓN HO.- Coautor y heredero del proyecto Zapatero de destrucción de la sociedad española y de sus valores, el nuevo secretario general del PSOE ha decidido radicalizar todavía más su agresividad laicista y, ante el derrumbe y la división de su partido, ha buscado un chivo expiatorio en el que volcar frustraciones y demagogia.
El elegido ha sido de nuevo, como en los años más duros del zapaterismo, la Iglesia católica: la primera decisión de Pérez Rubalcaba como nuevo dirigente máximo del PSOE es que su partido denuncie los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede.
El recién elegido secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha propuesto a sus compañeros una enmienda a la ponencia marco del congreso en la que reclama la denuncia de estos acuerdos. La medida se aprobará en el plenario de este domingo.
En el anterior congreso federal del PSOE, en 2008, se decidió renunció a pedir la revisión de los acuerdos de la Santa Sede y se rechazó la enmienda que así lo proponía, firmada por Izquierda Socialista y las Juventudes del partido.
Radicalismo antisistema
El nuevo giro hacia el extremismo laicista del PSOE llega acompañado además de un aire revanchista desconocido hasta ahora en el PSOE, que nunca había explicitado su rechazo a la democracia establecida en 1977 de manera tan clara como radical, aproximándose a las posturas más extremas de los alborotadores callejeros del 11M.
En su discurso de este sábado, Rubalcaba propuso que el PSOE se plantee revisar las relaciones con el Vaticano, mezclando esta propuesta con las acusaciones al PP de retroceder 30 años en derechos civiles. Esta propuesta fue la que logró los mayores aplausos.
Rubalcaba ha asegurado en este congreso socialista que el Gobierno del PP está imponiendo "dogmas que no son de todos" con medidas como "imponer la justicia de pago", "llevar el populismo al peor sitio, el Código Penal", "laminar el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad" y eliminar la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) para "volver a adoctrinar".
Pos estas supuestas razones, Rubalcaba se propone ahora replantearse algunas de las posiciones "sensatas" que el PSOE adoptó en la transición por el bien de la convivencia. Y concretó su amenaza: