viernes, 29 de abril de 2011

Como animales de granja

Estaba intentando explicar en qué consiste en socialismo y se me ocurrió ese paralelismo. Un caballo en libertad hace lo que le parece en cada momento, pero a veces no encuentra pastos o le pueden atacar animales salvajes. Un caballo de establo siempre tiene comida y agua. A cambio sólo puede hacer lo que le dejan. Si el dueño decide que sólo sirve para arar la tierra, eso le toca. Si decide que no sirve para nada, lo sacrifica. El sistema socialista auténtico es exactamente lo mismo. A nadie le falta una vivienda, comida o agua, pero a cambio deben hacer exactamente en cada momento lo que les indica el partido. Sólo a unos pocos privilegiados les toca dirigir la granja y tomar decisiones.

El comunismo chino es todavía peor. Allí están como gallinas ponedoras en un cajón. Sin derecho a una vida digna, dedicados doce horas diarias a la producción, sin vacaciones ni seguridad social. Así, naturalmente el nivel de producción es impresionante. Todo son beneficios sin apenas gastos. Por eso China se ha convertido en una superpotencia; a costa, eso sí, de las vidas de los chinos. Aunque ahora están abriendo un poco el sistema, no creo que beneficie a muchos. La inmensa mayoría siguen produciendo. En comparación, unas gallinas de campo - aún incluso no siendo del todo libres - viven una vida relajada, poniendo huevos donde y cuando quieren. Eso es el sistema capitalista. No hay color.