viernes, 12 de junio de 2009

Una historia real

(Recibido por correo)
Una historia interesante, con mensaje. Enviada por un socialista
de toda la vida, aunque de un nivel social alto.

Todos los días 10 hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza. La cuenta
total de los diez hombres es de 100 euros.
Acuerdan pagarla de la manera proporcional en que se pagan los
impuestos en la sociedad de un país, con lo que la cosa sería más o
menos así, según la escala de riqueza e ingresos de cada uno:

Los primeros 4 hombres (los más pobres) no pagan nada.
El 5º paga 1 euro.
El 6º paga 3 euros.
El 7º paga 7 euros.
El 8º paga 12 euros.
El 9º paga 18 euros.
El 10º (el más rico) paga 59 euros.

A partir de entonces, todos se divertían y mantenían este acuerdo entre
ellos, hasta que, un día, el dueño del bar les metió en un problema:
“Ya que ustedes son tan buenos clientes,” les dijo, “Les
voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en 20 euros. Desde ahora
costarán 80 euros.”
El grupo, sin embargo, planteó seguir pagando la cuenta en la misma
proporción que lo hacían antes.
Los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis; la rebaja no les afectaba en
absoluto.

¿Pero qué pasaba con los otros seis bebedores, los que realmente abonan la
cuenta? ¿Cómo debían repartir los $20 de rebaja de manera que cada uno
recibiese una porción justa?
Calcularon que los 20 euros divididos en 6 eran 3,33 euros, pero, si
restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían
cobrando para beber, ya que el 5º pagaba antes 1 euro y el 6º 3 euros.
Entonces el barman sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno
por, aproximadamente, la misma proporción, y procedió a calcular la
cantidad que cada uno debería pagar.

El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada: (100% de
ahorro).
El 6º pagaría ahora 2 euros en lugar de 3: ( ahorro 33%)
El 7º pagaría 5 euros en lugar de 7: ( ahorro 28%).
El 8º pagaría 9 en lugar de 12: ( ahorro 25%).
El 9º pagaría 14 en lugar de 18: ( ahorro 22%).
El 10º pagaría 49 en lugar de 59:( ahorro 16%).

Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que
antes : los primeros cuatros bebedores seguían bebiendo gratis y un
quinto también.
Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que se estaban
ahorrando.

“Yo sólo recibí un euro de los 20 ahorrados,” dijo el 6º
hombre: señaló al 10º bebedor diciendo “Pero él recibió
10!”
“Sí, es correcto,” dijo el 5º hombre. “Yo también sólo
ahorré 1; es injusto que él reciba diez veces más que yo.”
“Verdad!!” , exclamó el 7º hombre. “¿Por qué recibe él 10
de rebaja cuando yo recibo sólo 2? Los ricos siempre reciben los mayores
beneficios!”
“Un momento!”, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo.
“Nosotros no hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los
pobres!”
Los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza.

La noche siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve
se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la
cuenta descubrieron algo inquietante:
Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de
la cuenta.

Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores
universitarios, sindicalistas y asalariados, profesionales y gente de la
calle, la manera en que funciona el sistema de impuestos. La gente que paga
los impuestos más altos son los que se benefician más de una
reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser
ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi
seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la
atmósfera es algo más amigable.
Moraleja: “El problema con el socialismo es que
eventualmente uno termina quedándose sin el dinero de la otra gente.”

Música: Juanes. Me enamora