viernes, 19 de junio de 2009
Lenguaje castellano
Estoy encantada de que me entra bastante gente desde América. Espero que con este post no me abandonen. Precisamente lo que más siento de la crisis económica es que tengan que volver los inmigrantes a sus países de origen. Yo querría que se quedaran la mayoría en España. Hoy quiero hablar sobre el lenguaje, o más bien sobre la entonación. Cuando se habla en otros idiomas (inglés, francés o alemán), lo primero que hay que aprender es a utilizar la interrogación y el tiempo condicional. Hablar en presente o imperativo, como hacemos aquí, se considera una grosería. También tutear a cualquiera.
Lo correcto es: ¿podría Vd. hacer el favor de decirme qué hora es? Asimismo, en los países latinoamericanos, todavía perviven las formas de cortesía; de manera que se puede decir que hablamos el mismo idioma de forma diferente. Por ello, hay que extremar las precauciones sobre lo que se dice y el tono en que se dice, si no quieres provocar malentendidos innecesarios. Más complicado resulta el tema de la entonación. Mi hermano, el que vive en Méjico, dice que, al principio, todos pensaban que estaba enfadado sólo por su forma de hablar, así que se sentían amenazados o cohibidos. Yo también lo he notado con mis amigas peruanas.
Visto así, la frase que le dirigió el Rey al Presidente Chávez, no fue más que una sugerencia cortés. Sobretodo teniendo en cuenta que el otro había llamado criminal a Aznar. No fueron tanto las palabras, sino el tono lo que ofendió a tanta gente. Pero es que los castellanos, sobre todo, hablamos así habitualmente. Así que espero que mis visitantes americanos no piensen que soy demasiado brusca en mi manera de expresarme. Por suerte, el tono no se distingue en internet. En todo caso, no estaría nada mal que en España recuperáramos los modales de nuestros abuelos, y así, sin duda, nos entenderíamos todos mucho mejor.
Lo correcto es: ¿podría Vd. hacer el favor de decirme qué hora es? Asimismo, en los países latinoamericanos, todavía perviven las formas de cortesía; de manera que se puede decir que hablamos el mismo idioma de forma diferente. Por ello, hay que extremar las precauciones sobre lo que se dice y el tono en que se dice, si no quieres provocar malentendidos innecesarios. Más complicado resulta el tema de la entonación. Mi hermano, el que vive en Méjico, dice que, al principio, todos pensaban que estaba enfadado sólo por su forma de hablar, así que se sentían amenazados o cohibidos. Yo también lo he notado con mis amigas peruanas.
Visto así, la frase que le dirigió el Rey al Presidente Chávez, no fue más que una sugerencia cortés. Sobretodo teniendo en cuenta que el otro había llamado criminal a Aznar. No fueron tanto las palabras, sino el tono lo que ofendió a tanta gente. Pero es que los castellanos, sobre todo, hablamos así habitualmente. Así que espero que mis visitantes americanos no piensen que soy demasiado brusca en mi manera de expresarme. Por suerte, el tono no se distingue en internet. En todo caso, no estaría nada mal que en España recuperáramos los modales de nuestros abuelos, y así, sin duda, nos entenderíamos todos mucho mejor.
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