Y aquí es donde reside la originalidad de Gramsci, que se separa de Marx al relegar a un papel secundario el cambio en los modos de producción como premisa y su sustitución por lo que Marx sólo había considerado mera “superestructura”: la cultura, las mentalidades, las creencias. Había que cambiar todo eso, y dominarlo hasta establecer esa “hegemonía” como sustrato necesario para configurar la revolución.(...)
El aborto no es más que una de las manifestaciones de esa estrategia: consiste en ir modificando mediante la propaganda, la educación y los medios de comunicación la mentalidad social dominante; poco importa que los miembros de esa sociedad vayan asimilando poco a poco una gigantesca mentira, el objetivo es que modifiquen sus sistemas de referencia, que desaparezcan progresivamente los marcos referenciales y valorativos antiguos y se vayan imponiendo los nuevos. Y esto se realiza atacando los flancos más débiles de cualquier individuo y cualquier sociedad: los que tienen que ver con la instintividad.(...)
De este modo, se inoculan como si de un virus se tratase en el cuerpo social una serie de mensajes orientados a excitar los instintos primarios: el disfrute de la sexualidad, la ausencia de límites y obstáculos para ello, el ensalzamiento de las emociones, su liberación sin freno ni control, y finalmente, se dota a toda esa instintividad de una justificación teórica que las hace pasar por aceptables: se trata de “nuevos derechos”, lo cual hace avanzar a las sociedades y es muestra del progreso de las mismas. La gran estafa queda así consumada".
http://blogs.hazteoir.org/ragnarok/2009/06/21/los-contextos-del-aborto/