REDACCIÓN HO.- Los representantes de países como Rusia, Polonia, Malta, Nigeria o Etiopía tomaron los micrófonos en una reunión (transmitida en vivo vía Internet desde la sede de la ONU) para dejar claro que el aborto y la homosexualidad no son derechos humanos internacionales. Los diplomáticos criticaron especialmente a la oficina de derechos humanos de la ONU por su obsesión con los llamados derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT).
Derecho a la vida frente a la promoción del aborto
Diversos países hicieron frente al lenguaje que se utiliza para promover el aborto. Según informa la enviada especial de C-FAM, Wendy Wright, Polonia esbozó sus iniciativas para la mejora de áreas de la salud sexual y reproductiva, concepto definido en su legislación en términos de respeto al derecho a la vida de los bebés por nacer. En una sutil referencia a la táctica opresiva de los gobiernos proabortistas, Polonia señaló que no «busca influir en decisiones tomadas por otros gobiernos nacionales» sobre estas cuestiones. Varios países destacaron que tales posturas antivida se aplican indiscriminadamente a todo el trabajo de la ONU.
Polonia hizo «constar» para esta y toda reunión futura que se opone a las interpretaciones de derechos o servicios de salud sexuales y reproductivos que incluyan el aborto a petición. Estos términos no están definidos en ningún acuerdo internacional, señaló. Nada en el programa general de desarrollo de la ONU «debería de modo alguno crear una obligación para ninguna parte de considerar el aborto como forma legítima de salud, derechos o artículos reproductivos», sostuvo Malta, miembro de la Unión Europea. Mientras que muchos en la ONU se centran en los derechos, la Santa Sede a menudo explica el por qué. El aborto jamás es seguro para el bebé o la madre, dijo Monseñor Chullikatt. «Sin la vida, los restantes derechos carecen de sentido».
Presiones desde el Comité de la Mujer
No hay que olvidarlas presiones abortistas desde el comité que supervisa el tratado de la ONU sobre la Mujer (CEDAW). Incluso cuando la Asamblea General está examinando detenidamente su labor, la CEDAW, que supervisa el cumplimiento de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, promueve el aborto en una nueva recomendación general polémica sobre la mujer en situación de conflicto. El comité solicita a los países, clara y categóricamente, que garanticen que los «servicios de aborto seguro» se conviertan en parte de la «atención de la salud sexual y reproductiva» para mujeres en zonas devastadas por la guerra. La recomendación general recién publicada es para todos los países que son parte del tratado de la mujer.
El CEDAW ya ha ordenado a las naciones que modifiquen sus leyes de aborto en más de cien ocasiones, pese a que el tratado no menciona el tema. Durante veinte años ha solicitado a los países que revoquen las sanciones penales, que amplíen los casos en los que el aborto es legal y eliminen los derechos de conciencia de los proveedores de salud. Pero el comité jamás habló tan claramente sobre sus intenciones como en el nuevo comentario. El nuevo avance refleja la influencia ejercida sobre el comité por los funcionarios de derechos humanos de la ONU, particularmente la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. La Alta Comisionada Navi Pillay recomienda que una «estrategia de derechos humanos» para reducir la mortalidad materna debe incluir el aborto legal.
Familia, no falsos derechos de la ideología de género
Rusia llamó la atención sobre un folleto elaborado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH), epicentro del activismo LGBT en la ONU. La publicación, de 70 páginas y titulada Nacidos libres e iguales, pretende imponer las «obligaciones jurídicas básicas» referentes a la homosexualidad, como ser la creación de categorías de asistencia especial a las personas LGBT y extender la equiparación del matrimonio a las parejas del mismo sexo. Poner en práctica las recomendaciones «inevitablemente conduciría a la violación de los derechos del niño», afirmó Rusia.
Se criticó de manera particular a Navi Pillay. La desmesurada atención que la directora de la oficina de derechos humanos de la ONU presta a la orientación sexual es «desproporcionadamente alta», observó Rusia. «Hay asuntos de mayor actualidad en el mundo por atender». La declaración de Rusia señala que las críticas en contra de la ley que protege a los niños de la propaganda homosexual no ha mitigado su determinación. Algunos activistas LGBT han llamado a boicotear los próximos Juegos Olímpicos en Sochi, Rusia.
El tema de la homosexualidad sigue siendo delicado para algunos. El diplomático de Nigeria se refirió a este como «el problema de los derechos de ciertas personas con ciertas tendencias que están en desacuerdo» con las leyes, tradiciones, religiones y costumbres de su país. Estas son «cuestiones de preferencia y estilo de vida personal», afirmó. «No deberían tener lugar en el discurso de las Naciones Unidas en lo que concierne a la protección de los derechos humanos».
Pillay respondió que la Declaración Universal de Derechos Humanos y diversos tratados protegen a todos, no «a todos excepto los LGBT». Varios diplomáticos habían previsto esto. En representación de los países africanos, Etiopía resaltó su compromiso de respetar derechos humanos reconocidos universalmente y libertades para todos; pero manifestó que están «preocupados por la tendencia creciente» de «crear nuevos derechos, conceptos y categorías, y normas no reconocidos» en acuerdos internacionales ni por todos los países. El tono cortés contrastó marcadamente con las severas acusaciones de «odio» efectuadas contra quienes no concuerdan con los defensores LGBT. El grupo africano solicitó gentilmente «total respeto por la soberanía nacional y los valores culturales», y por «la capacidad de todos los estados de hacer elecciones de manera democrática a favor de lo que es aceptable para ellos».
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