El mundo, Bárcenas y la carnaza

Publicado por Federico Ysart el jul 16, 2013

¿Y quién va a leer el segundo párrafo?

Cada vez que habla me reafirmo en mi primera impresión: con ese tipo, ni a apañar duros. Sólo al tal Bárcenas se le ocurre decir a un juez que le acaban de ofrecer quinientos mil euros por su silencio. Es genial a fuer de inverosímil. Ni a quienes le tuvieron a sueldo hasta hace unos meses se les ocurriría tratar de tapar la boca con medio millón a un sujeto que tiene a buen recaudo cien veces más; y mira que los populares lo han hecho mal.
Para más inri, los abogados que según el mundo habrían ido con mensaje tal se han apresurado a desmentir lo publicado diciendo que ellos no están en esas. Pero el mundo sigue marcando los tiempos del guión, como lo hizo no hace tanto tiempo con Zapatero, antes al presidente anterior y no ha podido hacerlo con el actual. Después de lo del medio billón ahora el gran titular es que Rajoy y Cospedal recibieron noventa mil euros del chorizo que tenían por tesorero; todo un modelo de corrupción informativa.
¿La realidad no será que Bárcenas dice que…; o que Bárcenas dice que… pero no tiene pruebas? Qué más da. La experiencia indica que el periódico de Berlusconi seguirá noche tras noche imprimiendo nuevas historias, veraces o no, pero siempre escandalosas. Y dejando bien claro que él ha sido el descubridor, también, del dinero negro de los populares; siempre encabezando la noticia, autocitándose de forma que al lector no le quede otra que seguir el serial.
La historia recuerda aquella maravillosa escena de Primera Plana, The front page de Billy Wilder, en la que el director sin escrúpulos del Examiner de Chicago recrimina al redactor no haber encabezado la noticia con el nombre del propio periódico: “¿Y quién diablos va a leer el segundo párrafo?” espeta el Walter Matthau al redactor Jack Lemmon.
Y como la clase política parece no encontrar mejor cosa en que ocuparse se lanza tras la carnaza que cubre el anzuelo arrojado por el chorizo como tinta de calamar con sabor a vendetta. Todos para tapar sus respectivas vergüenzas, llámense rupturas internas, Eres, complicidades bien pagadas, Palaus musicales, etc.
Con este tipo, ni a apañar duros. Porque además se los queda. Por cierto, ¿de dónde sacó los 48 millones?
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