sábado, 30 de marzo de 2013

Homosexualidad y pedofilia

En un artículo publicado en el diario panameño La Prensa, bajo un título sobre el tema anunciado,  la señora Britmarie Janson Pérez denuncia  la supuesta persecución  a los homosexuales del mundo provocada  por el Vaticano y, concretamente, por el Papa Benedicto XVI.
Como el artículo fue escrito y publicado poco antes de la aprobación de la ley francesa sobre la redefinición del matrimonio, a la autora no se le podía preguntar si la ley sobre el matrimonio gay es o no una persecución del homosexualismo político al Vaticano.
Para la autora del escrito y quienes piensan como ella, según parece, el Papa no tiene otra cosa más importante  que hacer y, por eso, ella le lanza un ataque de 517 palabras, la mayoría de las cuales yerran el blanco,  porque  se desvían de la verdad. Y esto sucede cuando se escribe guiado por prejuicios.
Para respaldar sus ideas, cita como fuente una conocida revista norteamericana –Slate– de temas variados y enfoques radicales. Citando a esa revista como fuente, nos dice que el cardenal Ratzinger trató al homosexualismo como una “enfermedad infecciosa” y que abogó porque se les negara protección legal (aunque no dice de qué).
Además, no se entiende si es idea propia o de la citada fuente la afirmación de que el cardenal Ratzinger no admitió (como si fuera un error del Papa, que no lo es) que “en todos los tiempos y en todas las culturas hubo personas que nacieron con esa orientación sexual”. O ella o la revista ignoran el hecho científicamente cierto de que nadie nace con “esa orientación sexual”.
Después, como podía esperarse de alguien interesado en enlodar al Papa, cita fuentes católicas (disidentes), sobre el desafortunado padre Maciel, cuyas corruptas  acciones no se cansan de repetir algunos; aunque, claro, con citas incompletas y malintencionadas.
También se equivoca  la autora cuando se refiere al caso de los curas pederastas que con cínico entusiasmo abanicaron algunos medios informativos. Y en una muestra de su fértil imaginación nos dice, como si pusiera una pica en Flandes, que “cuando se “destapó el escándalo de pederastia “practicada por cientos de curas y algunos miembros  de la jerarquía católica, voceros del Vaticano insinuaban que la pederastia sería producto de la homosexualidad”. Pues viera que así fue, señora. El lobby gay dejó de hablar del asunto cuando la Iglesia, tras investigar el alcance y profundidad del problema, reveló que la gran mayoría de los casos de curas acusados de pedofilia eran, en realidad, casos de pederastia y que se trataba de religiosos involucrados con jóvenes adolescentes  homosexuales.
(http://www.huffingtonpost.com/2010/03/31/bill-donohue-catholic-sex_n_520187.html)
No se trataba de justificar los vergonzosos actos, sino de conocer la verdad.  La Iglesia no ha rechazado nunca al homosexual sino al acto sexual sodomita. Para la Iglesia,  lo importante es la castidad, que es posible por cualquier persona,  homosexual o  no. Pero, lo que demostró el “destapado caso” fue que de los homosexuales, ni con sotana se puede asegurar el  autocontrol. Tampoco es  el celibato la causa posible de corrupción, como repite el escrito; sino la falta de fe, de ética, de moralidad. También entre los casados heterosexuales se dan casos de inmoralidad.
Otra noticia que ignoraba la preocupada autora sobre la oposición de la iglesia francesa al matrimonio homosexual es que  importantes personalidades públicas homosexuales, criados por parejas homosexuales, junto con centenares de gays, se unieron  a las marchas contra el matrimonio gay, para denunciar las penalidades  sufridas  por ellos debido a la crianza recibida.
(http://www.hazteoir.org/noticia/50571-soy-francesa-soy-homosexual-mayor-homosexuales-no-queremos-matrimonio-ni-adopci-n
forumliberrtas.com.
http://www.c-fam.org/fridayfax/espanol/9314/homosexuales-franceses-se-unen-a-protesta-contra-matrimonio-gay.html)
Aunque, claro, como buenos socialistas, los del gobierno pro-gay galo despreciaron y desoyeron  las voces de la sensatez para hacer lo que les dio la gana y colocaron sus  caprichos ideológicos  por encima de la verdad, de la salud moral de la nación y de los intereses legítimos de la mayoría.
También ignoraba la autora que estas manifestaciones de los gays franceses en contra del matrimonio homosexual y la adopción de niños, confirma, en vivo y a todo color, los resultados del estudio científico sobre el tema del  Dr. Mark  Regnerus, de la universidad de Texas, EE.UU; una investigación científica rigurosa e inobjetable, para desesperación del lobby homosexual internacional y sus seguidores. En la investigación  se  comprueba que los niños criados por parejas homosexuales sufren serios y diversos problemas sicológicos y de personalidad, en proporción significativamente mayor que los niños criados en hogares de parejas normales de varón y hembra. Al igual que  la organización internacional del homosexualismo político, la autora  trata, también,  de desacreditar el estudio del Dr. Regnerus; pero, todo ha resultado en coces contra el aguijón. Como no pueden refutarlo, simplemente lo desacreditan y evitarán que se conozca la investigación. El siguiente enlace informa del tema. (http://www.lifesitenews.com/news/what-you-need-to-know-about-the-mark-regnerus-study-of-homosexual-parents).
Claro que tampoco estas evidencias científicas en contra de la adopción de niños por parejas gays le importaron al fanático presidente francés y a sus fieles y disciplinados legisladores socialistas y aliados.
Finalmente, la autora pretende  dar lecciones de democracia diciendo que ninguna religión o culto tiene el derecho de imponer sus creencias, opiniones y prejuicios mediante la ley. Tiene razón en esto. Pero, se le olvidó decir que los chicos de los movimientos LGTB no tienen ningún derecho a imponer sus caprichos ideológicos a la sociedad mediante leyes contra la cristiana  Cultura de la Vida y el Bien Común, que es lo que ha hecho el gobierno socialista francés.

 http://blogs.hazteoir.org/opinion/2013/02/06/los-homosexuales-y-%C2%BFel-vaticano-perseguidor-por-miguel-a-espino/