Por una ley de huelga ya

Quemar, volcar y romper mobiliario urbano no es ejercer el derecho de huelga

#14N: Por una Ley de Huelga que obligue a los sindicatos a pagar lo que vandalizan

Mie 14·11·2012 17:25  26   

Las fotos que veis sobre estas líneas las he hecho este mediodía en Vigo. Esta noche, en las primeras horas de la huelga general, ardieron en la ciudad 26 contenedores y 2 coches. En las fotos podéis ver basura esparcida en las calles, contenedores volcados -incluso junto a la sede de UGT-, contenedores quemados, una cabina de teléfonos rota, un cajero vandalizado y sucursales vancarias con pintadas tan explícitas como “huelga salvaje”.
Lo que nos cuesta a todos pagar los destrozos de los huelguistas
Para que nos hagamos una idea de lo que cuestan estos destrozos, basta con ver este vídeo publicado en septiembre por el Cuerpo Nacional de Policía:
Tomando como referencia el precio que da la Policía y ya sólo contando lo ocurrido anoche, todos los vigueses tendremos que pagar 23.400 euros -casi 3,9 millones de pesetas- para reponer esos contenedores quemados, y esto precisamente ahora que las administraciones públicas no están para malgastar el dinero de nuestros impuestos, algo que -por lo visto- a los sindicatos convocantes de esta huelga salvaje les importa un bledo.

Que paguen los destrozos quienes los cometen o los promueven
Somos muchos los que ya estamos hartos de pagar los destrozos que hacen los sindicatos. Huelga tras huelga se repite siempre la misma dinámica y con los mismos resultados. En Vigo, siempre que hay una huelga general los sindicatos lanzan a sus piquetes a desatar una ola de vandalismo a medianoche. Se oyen petardazos por toda la ciudad hasta altas horas de la madrugada, los huelguistas cruzan contenedores en las calles o los vuelcan y los queman, y eso por no hablar de las coacciones a los comerciantes para que se sumen a las huelgas contra su voluntad. Algunos han asumido la idea radicalmente antidemocrática de que la violencia está justificada para conseguir fines políticos. Esto no se puede tolerar. Los legisladores tiene que tomar medidas para poner fin de una vez a esa impunidad con que los sindicatos someten a toda la sociedad a estas olas de violencia.

Ya va siendo hora de una Ley de Huelga, que ponga coto a estos abusos y haga pagar los destrozos a quienes los cometen o los promueven. Si los sindicatos son incapaces de convocar una huelga sin cometer actos de vandalismo, qué paguen ellos lo que rompen y queman. Una de las medidas imprescindibles para que los sindicatos empiecen a aprender algo de civismo es que sus arcas empiecen a mermar por el pago de las indemnizaciones por lo que destrozan.
Zapatero concedió a los sindicatos un privilegio que les da impunidad en estos casos
Además de eso, los sindicatos deberían ser responsables a efectos legales y penales de los actos de vandalismo, coacciones y agresiones que cometen sus piquetes. Hace dos años, bajo el mandato de Zapatero, se aprobó una reforma del Código Penal con la que se incluyó un Artículo 31bis cuyo punto 1 incluía lo siguiente:

“En los supuestos previstos en este Código, las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su provecho, por sus representantes legales y administradores de hecho o de derecho.
En los mismos supuestos, las personas jurídicas serán también penalmente responsables de los delitos cometidos, en el ejercicio de actividades sociales y por cuenta y en provecho de las mismas, por quienes, estando sometidos a la autoridad de las personas físicas mencionadas en el párrafo anterior, han podido realizar los hechos por no haberse ejercido sobre ellos el debido control atendidas las concretas circunstancias del caso.”

El punto 5 de ese nuevo Artículo hacía una serie de excepciones a esa norma:

“Las disposiciones relativas a la responsabilidad penal de las personas jurídicas no serán aplicables al Estado, a las Administraciones Públicas territoriales e institucionales, a los Organismos Reguladores, las Agencias y Entidades Públicas Empresariales, a los partidos políticos y sindicatos, a las organizaciones internacionales de derecho público, ni a aquellas otras que ejerzan potestades públicas de soberanía, administrativas o cuando se trate de Sociedades mercantiles Estatales que ejecuten políticas públicas o presten servicios de interés económico general.”

Se trata de un descarado privilegio que ya denuncié entonces. Un privilegio concedido por un gobierno que se dedicó a comprar la adhesión de los sindicatos con cantidades millonarias pagadas por todos los españoles vía impuestos (ya sólo en los últimos tres años de mandato de Zapatero, los sindicatos se embolsaron más de 1.000 millones de euros). Gracias a ese privilegio legal, actos de vandalismo y delitos como los de hoy, que podrían costarle una fuerte multa e incluso la disolución a cualquier otra asociación, a los sindicatos les salen totalmente gratis. Es el colmo de la discriminación, una injusticia especialmente denunciable si tenemos en cuenta que precisamente son los sindicatos quienes más recurren a la imposición por métodos nada pacíficos para que sus protestas huelguistas tengan éxito. No se puede consentir por más tiempo esta situación. No sólo hay que eliminar los privilegios y subvenciones para quienes los usan para coaccionar a los españoles. Además, urge aprobar una Ley de Huelga. Así lo señaló el Art.28.2 de la Constitución, y llevamos ya 34 años esperando a que algún gobierno asuma esa tarea pendiente. Rajoy tiene mayoría absoluta y la tiene para algo. Qué se ponga manos a la obra ya, o la violencia sindical acabará por incendiar todo el país.
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