¿Por qué casi ningún político español es capaz de hablar con esta claridad?
Ryan ha añadido que “en este país, de buen corazón, creemos en mostrar compasión por la madre y el niño por igual”, y sin andarse con ambigüedades en lo que respecta al primero de los derechos de la persona, señala: “No borremos a nadie de Estados Unidos, especialmente a los que no tienen voz. Cada niño tiene su lugar y propósito en este mundo. Todos cuentan, y en una sociedad justa, la ley debe estar del lado de la vida.”
Además, Ryan se refirió a la controversia sobre la referencia a Dios en la reciente Convención Nacional Demócrata. El candidato republicano no se anduvo con rodeos: “Gran parte de nuestra historia ha sido un esfuerzo constante por vivir los ideales de nuestra fundación, acerca de los derechos y su fuente última. En la convención de nuestro oponente, una disputa ruidosa estalló por la mera mención de la fuente.” Frente a esa disputa demócrata, contrapuso: “Para la mayoría de nosotros, se resolvió hace mucho tiempo que nuestros derechos provienen de la naturaleza y la naturaleza de Dios, no del gobierno“.
En fin, leyendo estas declaraciones de Ryan no puedo hacer menos que sentir envidia de los estadounidenses. No conozco ni a un solo candidato con opciones de alcanzar representación en España que tenga un discurso tan valiente acerca de la defensa del primero de los derechos de la persona y acerca de la propia naturaleza de esos derechos. Me encantaría poder votar en Estados Unidos porque tras leer a Paul Ryan tendría muy claro a quien votar.
Aquí, sin embargo, tenemos que estar repasando las declaraciones de los políticos para intentar leer entre líneas y medir las posibles consecuencias de sus declaraciones, siempre lanzadas desde una calculada ambigüedad o dejándose en el tintero asuntos tan importantes como la defensa del derecho a la vida de los no nacidos, hoy amenazados por leyes que les tratan con un desprecio, una irracionalidad y una crueldad peligrosamente parecidas a las que manifestaban las leyes esclavistas del siglo XIX hacia los negros. Y ya que menciono esa lacra, aprovecho para hacer una anotación histórica que ya he publicado otras veces en este blog: en aquella época el Partido Demócrata defendía la esclavitud apelando al “derecho” a poseer esclavos: se trata del mismo partido que ahora defiende el aborto considerando un “derecho” la matanza de los miembros más débiles de nuestra sociedad. Significativo, ¿no?
http://www.outono.net/elentir/2012/09/17/por-que-casi-ningun-politico-espanol-es-capaz-de-hablar-con-esta-claridad/