lunes, 3 de septiembre de 2012

El País niega las evidencias científicas contra el aborto

El diario apoyó a los que dicen que las mujeres conciben a seres no humanos

Tras negar la humanidad de los no nacidos, El País reparte carnets de ‘anticientífico’

Lun 3·9·2012 7:13  25   
Anteayer el diario de PRISA publicó un panfleto-boomerang, “El Dios de los anticientíficos”, que equipara a los supremacistas de la raza blanca y a los defensores de los no nacidos por, según ese diario, “colar sus teorías como verdades avaladas por la ciencia”. El País incluso tilda de “anticientíficos” nada menos que al catedrático de genética Nicolás Jouve y a cientos de eminentes científicos -entre ellos 129 miembros de Reales Academias- por firmar en 2009 de la Declaración de Madrid contra la actual Ley del Aborto.
El País apela a un panfleto que atribuye competencias de la ciencia a las ideologías y a las religiones
Lo más esperpéntico de ese penoso ejercicio de propaganda del periódico abortista es que para descalificar los argumentos intachablemente científicos empleados por los firmantes de esa Declaración -El País lo llama “distinguir esas apariencias de un verdadero argumento científico”-, El País apela a una “una reacción masiva de la élite científica española”. Se refiere con ello a un panfleto abortista del que hablé aquí en mayo de 2009, panfleto en el que se leían disparates propios del relativismo más extremo, como los siguientes:
El momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano. Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas.
Fue cómico leer que los científicos a los que apela El País decían ser incapaces de reconocer las características propias de la vida humana, cuando hay sobrados datos científicos para identificarlas. Ya fue el colmo que intentasen transferir competencias propias de la ciencia, como es la constatación de las características biológicas que demuestran la humanidad de un embrión o un feto, al ámbito de las creencias o las ideologías. ¿Para El País deben ser los políticos o los ministros de las distintas religiones los que establezcan si una cadena de ADN es humana o no, en función de sus dogmas o tesis ideológicas? De risa, vamos. Si esto es lo que el diario socialista entiende por “ciencia”, pues apaga y vámonos.
¿Para El País lo científico es afirmar que las mujeres conciben a seres no humanos?
Desde luego, las nociones científicas de El País quedaron en evidencia con su apoyo al gobierno de Zapatero en la defensa de esa ley. Esa defensa incluyó unas ridículas declaraciones de la entonces Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, negando que un feto humano sea un ser humano, una burrada que provocó -lógicamente- el rotundo rechazo de la comunidad científica. Aquella defensa de la Ley del Aborto a costa de pisotear la verdad científica incluyó una respuesta parlamentaria en la que el ejecutivo mintió con todo descaro, afirmando que abortar no es acabar con una vida humana. El País no dirigió ni una sola crítica contra estas falsedades, sino que apoyó con entusiasmo el proyecto de quienes las lanzaban. Desde luego, es cómico que El País reparta ahora carnets de ‘anticientífico’ tras respaldar a quienes sostenían que las mujeres humanas conciben a seres no humanos.
Tras cuestionar la humanidad de los no nacidos, El País tachó de ‘asesinato’ el aborto selectivo de niñas

Al comienzo de estas líneas he hablado de un “panfleto-boomerang” de El País. Lo he dicho porque lo mejor del caso que nos ocupa es que en 2011 El País demostró que ni siquiera ese periódico se traga los cuentos que emplea para justificar esa ley que autoriza la matanza inocentes. En un reportaje que se refería a las bebés no nacidas como “mujeres”, el diario de PRISA calificó de “barbarie” y “asesinato” el aborto selectivo de niñas. Y esto sin usar ni una sola vez los eufemismos a los que suele recurrir el diario socialista para disfrazar la terrible realidad del aborto (como lo de “interrupción voluntaria del embarazo”) y sin cuestionar en ningún momento la humanidad de esas niñas. ¿Significa esto que El País se acaba de colgar a sí mismo la condición de “anticientífico”? Parece que sí. Sea como sea, lo anticientífico no es defender el derecho a la vida de los no nacidos apelando a la verdad científica sobre el origen de la vida humana. Lo anticientífico es negar la verdad científica e incluso negar la humanidad de ciertos seres humanos para justificar su eliminación. En esto, por cierto, quienes comparten categoría con los supremacistas de la raza blanca son precisamente quienes aún a estas alturas pisotean la ciencia para negar la dignidad de ciertos seres humanos, hasta el punto de cosificarlos, a fin de proponer para ellos actos tan horrendos como lo es matar y descuartizar a un ser humano inocente e indefenso en el inicio de su vida.

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