Mons. Munilla: "Luces y sombras del 15-M"
"El 15-M ha sido una gran oportunidad
desperdiciada. (...), desgraciadamente, uno tiene la impresión de que la
dictadura de lo políticamente correcto ha terminado por engullir al
15-M".
REDACCIÓN HO.-
Por su interés, reproducimos íntegro
a continuación el artículo remitido a nuestra redacción por el obispo
de San Sebastián y colaborador en los Blogs de Opinión de HO, Monseñor
José Ignacio Munilla:
"Luces y sombras del 15-M"
¿Por
dónde empiezo? ¿Por lo positivo o por lo negativo?... La verdad es que
creo que las luces y las sombras están entremezcladas en el Movimiento
15-M. ¿Estamos ante un claroscuro propio del alba, o ante el claroscuro
característico del ocaso?
Mirando a cierta distancia, pienso
que el 15-M ha sido una gran oportunidad desperdiciada. Me refiero a
que podría haber sido una gran iniciativa para impulsar el principio de
subsidiariedad tan necesario: ¡más sociedad y menos estado! Pero,
desgraciadamente, uno tiene la impresión de que la dictadura de lo
políticamente correcto ha terminado por engullir al 15-M.
Entre los aspectos positivos, está el servicio prestado como aldabonazo para despertar a una sociedad aletargada.
Nuestra cultura dominante había derivado hacia el individualismo, hacia
una visión hedonista y placentera de la vida, al mismo tiempo que a una
notoria desinhibición social. Recuerdo una frase del fallecido cardenal
de París, Mons. Lustiger, quien caracterizaba así la cultura
postmoderna: “Los jóvenes acampan fuera de la polis”. Se
refería a la tendencia de la juventud a aislarse en las nuevas burbujas
virtuales. Es un hecho el que millones de jóvenes viven inmersos en las
redes sociales y en sus emisoras musicales favoritas y que caminan por
la calle con los cascos puestos, sin ni tan siquiera asomarse a los
noticieros…
Ciertamente, el 15-M rompe con la imagen de una juventud aislada y desinhibida.
Es una llamada a tomarnos en serio el compromiso social y a fomentar el
sentido crítico en nuestra vida. Frente a la tendencia a convertir las
redes sociales en una especie de escaparate de vanidades, una especie de
“gran hermano” en red, el Movimiento 15-M nos ha recordado que las
nuevas comunicaciones tienen sentido solamente en la medida en que se
ponen al servicio de contenidos y metas objetivas…
Sin
embargo, pienso que las sombras principales del Movimiento 15-M están
en la incapacidad de superar el rodillo del pensamiento único.
Por poner un ejemplo, basta recordar algunos slogans utilizados: “Menos
crucifijos y más trabajo fijo” “Esta plaza no es del Papa”, “Esta
mochila la he pagado yo”, etc. Fue muy decepcionante comprobar
cómo las consignas laicistas de los medios anticlericales era seguidas a
pie juntillas por las asambleas del 15-M. La crítica se convertía en una ‘consigna’ y es notorio que faltó capacidad crítica ante las consignas críticas.
Uno de los problemas del 15-M es que ha nacido más como un movimiento de protesta que de construcción.
Por poner un ejemplo, tiene muy poco valor hacer ahora una denuncia
global de los recortes sociales, obviando que estamos al borde de la
quiebra económica por motivo de los despilfarros anteriores. Ahora
bien, hubiese sido muy distinto un movimiento capaz de integrar la indignación con el compromiso personal y social. Por ejemplo: “Reivindicamos
el respeto de los todos los derechos sanitarios de los inmigrantes,
independientemente de su situación legal; pero a cambio estamos
dispuestos a un aumento del copago en la sanidad”. El
problema está en que es más fácil gritar contra los abusos, que aportar
soluciones. Aunque, ciertamente, algún tipo de grito es necesario para
despertarnos de nuestro letargo.
hazteoir.org/noticia/45815-mons-munilla-luces-y-sombras-15-m