miércoles, 2 de febrero de 2011

Botox: veneno en la piel

Cuando yo era pequeña me enseñaron que no se debe comer de latas de comida abolladas porque pueden causar una enfermedad muy grave a causa de la toxina botulínica. Mira por dónde quién me iba a decir a mí que acabarían inyectándose ese veneno en la cara muchas mujeres famosas y no famosas. Creo que si los extraterrestres existeran y llegaran a la Tierra y descubrieran lo del botox, ya no nos admitirían en la Sociedad de Planetas.;) porque hace falta ser tonto (con perdón) para enfermarse a propósito con el único fin de tensar las arrugas de la cara. Esto se consigue provocando una parálisis facial en otro músculo de la misma zona. Algo realmente de locos.

Tengo una amiga que sufrió una enfermedad autoinmune y se quedó paralizada de todo el cuerpo durante días. Después de la recuperación, se le quedó un músculo de la cara que no puede mover. Supongo que debería considerarse afortunada ya que dispone de tratamiento de botox permanente. No es así, por supuesto. Porque a nadie en su sano juicio se le ocurre que sea bueno tener un músculo en tensión, aunque sea algo temporal. Efectos secundarios tiene que tener, seguro; lo que ocurre es que pasará una década antes de que los descubran. Para entonces supongo que ya habrá pasado esta moda tan absurda, como pasó la de los tatuajes y los piercings, aunque todavía haya algunos que se resistan a quitarselos.