martes, 7 de septiembre de 2010
Euskalherria no existe
Se trata de un concepto utópico que nunca ha concordado con la realidad. Entrando en la página web del Foro de Ermua, se puede leer un relato muy detallado de la verdadera historia del País Vasco. Así como existió en un momento dado un país catalán, el País Vasco en cambio sólo tiene de nación el nombre. Nunca ha sido una entidad territorial ni ha contado con un gobierno propio independiente. Por otra parte, lo que se conoce por Euskalherria, con Navarra y tres provincias francesas, es más absurdo todavía, ya que esas zonas nunca han tenido vocación independiente; especialmente, los franceses, de sobra conocidos por su patriotismo desmedido. Navarra sí que fue durante siglos un reino fuerte y prospero. El País Vasco, si acaso, podría considerarse parte de Navarra y no al contrario. Pero también ha pertenecido al reino de Castilla y al de León.
De hecho, las provincias vascas, antes de dedicarse al chantaje nacionalista, estaban formadas por unos pueblos dispersos bastante pobres e incultos. Eran gente que sólo destacaba en el arte de la navegación y en la guerra. En cuanto al euskera, no estaba unificado y existían tantos dialectos que apenas se entendían con el pueblo de al lado. Ésa es la razón de que se estuviera perdiendo el idioma, y no las persecuciones que esgrimen los victimistas de turno. La industrialización benefició especialmente a vascos y catalanes en detrimento de otras regiones españolas, menos reivindicativas, que fueron dedicadas a granero y ganadería. De ese modo, alcanzaron la prosperidad de la que ahora tanto alardean y que no quieren compartir con nadie; de ahí su afán por la independencia.
De hecho, las provincias vascas, antes de dedicarse al chantaje nacionalista, estaban formadas por unos pueblos dispersos bastante pobres e incultos. Eran gente que sólo destacaba en el arte de la navegación y en la guerra. En cuanto al euskera, no estaba unificado y existían tantos dialectos que apenas se entendían con el pueblo de al lado. Ésa es la razón de que se estuviera perdiendo el idioma, y no las persecuciones que esgrimen los victimistas de turno. La industrialización benefició especialmente a vascos y catalanes en detrimento de otras regiones españolas, menos reivindicativas, que fueron dedicadas a granero y ganadería. De ese modo, alcanzaron la prosperidad de la que ahora tanto alardean y que no quieren compartir con nadie; de ahí su afán por la independencia.