miércoles, 5 de mayo de 2010

Las crisis

Perder el miedo a las crisis

En un tiempo en que aparentemente el hombre lo tiene todo controlado resulta significativo que los mayores miedos sean ante el futuro, a aquello que todavia no ha ocurrido. Ante el matrimonio son numerosas las parejas que no dan el paso pensando en unas hipotéticas crisis que no se saben si ocurrirán.
Creo que la vida sin crisis sería un aburrimiento, de la misma manera el matrimonio. Circula por ahí un chiste que dice que si a partir de los cuarenta no duele nada al levantarse por la mañana es que se está muerto. El simil vale para la vida en general, si no duele nada es que has muerto.
Los conflictos y las divergencias son algo intrinseco a todas las relaciones humanas. Ante esta realidad son demasiados los que se centran en el hecho y no en las personas. En contra de lo que pensamos, en demasidas ocasiones no tenemos confianza en nosotros mismos, no confiamos en el ser humano y en su grandeza; somos esclavos de las circunstancias y estas nos llevan de un lado a otro.
Una crisis superada es un peldaño subido en la escalera de la vida. No hay que tenerlas miedo, hay que preparase para superarlas.

anibalcuevas.blogs.com/ser_audaces/2010/04