martes, 25 de mayo de 2010

La perversión de las palabras 2

Pareja

Desde los tiempos de las cavernas, una pareja ha sido un concepto asociado a hombre y mujer, es decir, a una unidad capaz de concebir y formar una familia. Aunque existieran otro tipo de relaciones, no dejaban de ser divertimentos o casos considerados patológicos en cualquier cultura. Ahora, la pareja engloba cualquier relación sentimental entre dos personas con independencia de su edad o su sexo. Resulta soberbia pensar que, lo que ha servido a la humanidad durante millones de años de historia, lo podemos modificar por el simple hecho de cambiar su significado. Por el método de prueba y error, la sociedad había descartado la homosexualidad como modelo de familia, llegando como mucho al punto de tolerarla. Sin embargo, fomentar ese tipo de comportamientos resulta antinatural.

Matrimonio

En muchos lugares del mundo sigue teniendo el sentido de unión para toda la vida. Pero, en las sociedades modernas, viene a ser un contrato temporal que dura entre diez y quince años e incluye un par de hijos. Después, a menudo, cada esposo busca otra pareja y llegan incluso a tener más hijos de otro matrimonio en lo que se conoce como monogamia sucesiva. Bajo ese concepto, se esconde la dificultad de aceptar el fracaso de tantas personas a la hora de cuidar su relación.  El individualismo y el hedonismo provocan que sea más cómodo disolver el vínculo que intentar resolver sus diferencias. Los grandes perjudicados son los hijos. No es cierto que el divorcio proporcione la felicidad. Se trata de un proceso muy doloroso que habría que tratar de evitar al máximo.