miércoles, 31 de marzo de 2010
Los sacerdotes y el celibato - 1ª parte
Esto es un artículo dividido en tres partes sobre los sucesos relacionados con sacerdotes pederastas.
" (...) En primer lugar ¿hasta qué punto resulta creíble que la condición de sacerdote católico empuje a un hombre a cometer el nefando crimen de la pederastia? Para empezar, la doctrina católica que los sacerdotes conocen con especial detalle, siempre ha considerado como graves pecados tanto las relaciones sexuales fuera del matrimonio como la sodomía. Además, la pederastia está considerada como uno de los pocos pecados que claman venganza al cielo. Un sacerdote que incurra en ella está actuando en contra de las normas que la Iglesia le ha ordenado cumplir y enseñar. Movidos por su obsesión sexual, los progresistas suelen achacar al celibato, según ellos antinatural, las conductas desviadas de los sacerdotes. Se equivocan. Grandes psiquiatras que han atendido entre otros a muchos religiosos, relatan que no han encontrado en ellos ninguna enfermedad o trastorno mental que pueda sacarse al celibato. El único trastorno de la salud que está científicamente demostrado que tiene alguna relación con el celibato, es una incidencia ligeramente mayor del cáncer de próstata. Es posible, eso sí, que hombres que ya parecían algún trastorno de su conducta sexual antes de ingresar en el seminario, ante sus dificultades para relacionarse con jovencitas para formar una familia, decidiesen, quizás temerariamente, optar por seguir una “carrera” eclesiástica. Lo único que podría reprocharse en ese caso a la Iglesia es lo laxo de los controles y exigencia a sus candidatos al sacerdocio. Algo (reforzar los filtros en los seminarios) que, por cierto, es una de las primeras medidas que el Papa exigió en su día a los obispos estadounidenses. De modo, que aunque sea evidente que hay casos de pederastas que además son sacerdotes católicos, parece muy extraño que hayan caído en la pederastia porque son sacerdotes católicos.(...)"
blogs.hazteoir.org/minaya/2010/03/24/
" (...) En primer lugar ¿hasta qué punto resulta creíble que la condición de sacerdote católico empuje a un hombre a cometer el nefando crimen de la pederastia? Para empezar, la doctrina católica que los sacerdotes conocen con especial detalle, siempre ha considerado como graves pecados tanto las relaciones sexuales fuera del matrimonio como la sodomía. Además, la pederastia está considerada como uno de los pocos pecados que claman venganza al cielo. Un sacerdote que incurra en ella está actuando en contra de las normas que la Iglesia le ha ordenado cumplir y enseñar. Movidos por su obsesión sexual, los progresistas suelen achacar al celibato, según ellos antinatural, las conductas desviadas de los sacerdotes. Se equivocan. Grandes psiquiatras que han atendido entre otros a muchos religiosos, relatan que no han encontrado en ellos ninguna enfermedad o trastorno mental que pueda sacarse al celibato. El único trastorno de la salud que está científicamente demostrado que tiene alguna relación con el celibato, es una incidencia ligeramente mayor del cáncer de próstata. Es posible, eso sí, que hombres que ya parecían algún trastorno de su conducta sexual antes de ingresar en el seminario, ante sus dificultades para relacionarse con jovencitas para formar una familia, decidiesen, quizás temerariamente, optar por seguir una “carrera” eclesiástica. Lo único que podría reprocharse en ese caso a la Iglesia es lo laxo de los controles y exigencia a sus candidatos al sacerdocio. Algo (reforzar los filtros en los seminarios) que, por cierto, es una de las primeras medidas que el Papa exigió en su día a los obispos estadounidenses. De modo, que aunque sea evidente que hay casos de pederastas que además son sacerdotes católicos, parece muy extraño que hayan caído en la pederastia porque son sacerdotes católicos.(...)"
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