Los representantes de organizaciones nacionales e internacionales, defensoras de la vida, la familia y la dignidad humanas, provenientes de diferentes partes del mundo, reunidos en Zaragoza del 6 al 8 de Noviembre del 2009, en el IV Congreso Internacional Provida (CIP), en continuidad con los CIP realizados en Madrid, Lima y México, nos dirigimos a:
Todos los Gobernantes, Legisladores, Magistrados, médicos y parteras; líderes políticos y religiosos; intelectuales, educadores y comunicadores sociales; Organizaciones de la Sociedad Civil; padres y madres de familia; y a todas las personas de buena voluntad, como responsables naturales de la promoción de los Derechos Humanos.
CONVENCIDOS DE QUE:
1. Está científicamente comprobado que la vida humana comienza con la fecundación del ovocito. En esa primera célula humana (cigoto), se encuentra no sólo todo el programa genético del desarrollo de ese ser humano, sino también la capacidad de realizar por sí mismo dicho progreso, como lo muestra experimentalmente la fecundación extracorpórea.
2. Se dice que lo peor que le podría suceder a una madre sería la muerte de su hijo. No es así. Lo peor que le puede suceder a una madre, es hacer matar voluntariamente a su propio hijo. Aún cuando algunas lo nieguen de momento, decidir la muerte de su bebé les provoca un sentimiento de culpa y una herida imposibles de borrar.
3. Los seis millones de muertes “legales” en los campos de concentración nazi, constituyen el delito internacional de genocidio. Parecía la violación más flagrante de los derechos humanos que registra la historia.
4. Sin embargo, los más de ochocientos millones de muertes, provocadas hasta el momento mediante abortos “legales”, en los países del mundo que lo han autorizado, constituyen un delito de lesa humanidad que, por su número y extensión, proponemos se denomine a partir de ahora como mega-genocidio.
5. Además de estar “legalizado” en muchos Estados, el mega-genocidio es fomentado -a veces de modo directo y en ocasiones utilizando eufemismos-, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus agencias; los organismos multilaterales de crédito; ciertos organismos internacionales, como la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), IPAS, las Fundaciones Rockefeller, Ford, Bill y Melinda Gates, Soros, etc.; el actual presidente de los Estados Unidos de América y la burocracia de la Unión Europea; entre otros grupos de poder global.
6. Por otra parte, hacen “invisible” y aumentan el número de víctimas del mega-genocidio, diversos contraceptivos capaces de matar seres humanos en sus primeros días de vida –por ejemplo, impidiéndoles anidar en el útero materno-, tales como: dispositivos intrauterinos, píldoras postcoitales, pastillas anticonceptivas de uso sisemático, inyectables o implantes subdérmicos. Además, en estos últimos años se está promoviendo el aborto, dispensando la droga misoprostol, en especial en los países donde el aborto es ilegal, todo ello con la connivencia de las autoridades sanitarias. Finalmente, diversas prácticas de fecundación artificial, donde según las estadísticas más fiables, sólo nacen poco más del 4% de los embriones –seres humanos- producidos; provocan un número difícilmente determinable de víctimas.
7. Toda sociedad que tolera con indiferencia el mega-genocidio del aborto –sea quirúrgico o químico-, ha perdido hasta el más elemental signo de humanidad, y será proclive a vulnerar de modo violento otros derechos humanos de sus ciudadanos.
A ELLOS LES EXIGIMOS QUE SE OBLIGUEN A:
1. Promover soluciones racionales, siempre respetuosas de la vida, para las necesidades humanas, tales como:
• Propiciar acceso y atención calificada del embarazo, parto, puerperio y el recién nacido.
• Articular con la sociedad civil instituciones que atiendan a las embarazadas en situación de conflicto, para ayudarlas a superar sus problemas y, de ese modo, llevar una maternidad plena de gozo.
• Promover y financiar programas que fomenten la castidad antes del matrimonio, y la fidelidad dentro de él.
• Ejecutar programas para fortalecer la familia basada en el matrimonio heterosexual, y la educación de la juventud en las virtudes, y en el auténtico significado de la feminidad y la masculinidad.
• El embarazo no es una enfermedad; por lo tanto el control de la natalidad, nunca podrá ser una política sanitaria.
2. Hacer respetar toda vida humana, desde la concepción/fecundación/fertilización, hasta su muerte natural. Reconocer la personalidad jurídica de todo ser humano, desde el instante inicial de su existencia; y siempre obrar en consecuencia.
3. Punir y eliminar toda práctica abortiva, eugenésica, eutanásica, o que manipule la vida humana, cualesquiera que sean los medios utilizados para ello.
4. En los supuestos de no punibilidad de los atentados contra la vida humana, jamás podrán considerarse “derechos” de nadie, ni practicarse en el sistema sanitario. Ningún médico o personal de salud podrá ser obligado, bajo ningún concepto, a matar a ningún ser humano. En cualquier caso la práctica de un aborto –aunque no sea punible-, implicará una falta deontológica inhabilitante.
5. Quitar la personalidad jurídica a toda entidad que –directa o indirectamente-, promueva el mega-genocidio.
NOSOTROS NOS COMPROMETEMOS A:
1. Promover todas las organizaciones de la sociedad civil, cuya finalidad sea la:
Visibilización y atención del síndrome post-aborto.
Centros de ayuda para la mujer.
Centros de orientación familiar.
Difusión de la enseñanza de métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad humana.
Difusión de un enfoque humanista de la sexualidad, basado en una educación en virtudes y para el amor.
Promover la adopción como opción digna para las madres en situación de embarazo inesperado y para los niños por nacer.
2. Vigilar de manera permanente el grado de observancia del derecho a la vida. Denunciar públicamente a quienes violen este derecho fundamental, en especial si son funcionarios públicos o políticos en campaña electoral.
3. Articular actividades con “Acción Mundial de Parlamentarios y Gobernantes por la Vida y la Familia”, constituida en Santiago de Chile, recogiendo la Declaración de Lima de nuestro II CIP.
4. Promover la cancelación de la pena de muerte por aborto, en el ámbito de la ONU y los organismos regionales. Promover una Convención Internacional que tutele la vida de todo ser humano, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
5. Crear y promover partidos políticos que tutelen la vida humana, desde su inicio y hasta la muerte natural.
6. Hacer revocar democráticamente los mandatos de los funcionarios públicos, que participen de modo directo o indirecto en el mega-genocidio del aborto, la eugenesia o la eutanasia; y hacerles responder jurídicamente por tales actos.
7. Patrocinar gratuitamente demandas de las mujeres víctimas del mega-genocidio del aborto, para que obtengan un justo resarcimiento de sus daños, contra el Estado y demás responsables de sus padecimientos.
En los participantes de este Congreso, que adhieren a esta Declaración, están representadas las siguientes Naciones: Alemania, Argentina, Austria, Canadá, Chequia, Chile, Colombia, Costa Rica, Croacia, Cuba, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, India, Gran Bretaña, Irán, Irlanda, Italia, México, Nicaragua, Noruega, Perú, Polonia, Sudáfrica, Suecia y Venezuela.
Zaragoza, 8 de noviembre de 2009
jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Declaración de principios de la derecha
Hace
veinte años, un sistema político, ideológico y económico quedaba enterrado bajo
los cascotes del mismo muro que tuvo que edificar para garantizar su
existencia. Posiblemente la mayor estafa de la Historia, el socialismo, recibía
con estrépito el aluvión de pedradas físicas y morales de un montón de seres
humanos que desmentían de una sola vez que el Paraíso pudiese edificarse a
partir del Materialismo Histórico.
Dos
decenios después, algunas cosas siguen vivas. La facilidad de la izquierda para
reinventarse ha sido pasmosa, y la capacidad de sus profesionales de la
Política para montarse en extraños
trenes que les permitan seguir viviendo de ella, propia de supervivientes. La
lucha de clases, la dictadura del proletariado, y los planes quinquenales ya no
valen como arengas de barricada, otros
mantras toman el relevo. Pero a fin de cuentas,
la supremacía del Estado sobre el individuo, la reducción de la persona
a miembro de una colectividad, el afán de igualarnos en lo moral e ideológico,
la obsesión por la uniformización, la querencia por educar al ciudadano desde
las instancias públicas, la cosificación de la persona…siguen de pie.
Yo
no creo en nada de eso, sino en todo lo contrario. Por eso soy de derechas.
Yo
soy de derechas, pero no sólo porque no creo en ninguno de los ladrillos de
aquel muro, sino porque además me adhiero con entusiasmo a los que erigen el
edificio de la sociedad abierta.
Yo
creo en la Libertad y sobre todo, creo en las personas.
Creo
que las personas son los únicos titulares de derechos. No creo que existan los
derechos de la nación, de la patria, de la colectividad, ni de ninguna clase
social. Yo creo en los derechos de las personas, que no pueden ni deben decaer
ante entelequias que unas veces son mitos, y otras forzadas obras de ingeniería
social. Por eso soy de derechas.
Creo
en la Libertad, no en la Igualdad. La Igualdad no existe, es extraña al Mundo
en el que vivimos a todos los niveles, desde el atómico al animal pasando por
el celular. Creo en la capacidad del ser humano para mejorar su posición, para
buscar su propio camino, explorarlo, recorrerlo, llegar a la meta y hacer de la
vida una experiencia apasionante. No creo que el Estado pueda proporcionar todo
lo que sólo se puede llegar a apreciar cuando se ha conseguido desde el
ejercicio del albedrío y la superación personal. Por eso soy de derechas.
Creo
en el mérito, no en las ficciones. Lo que no existe no puede fabricarse con
sólo mencionarlo, ni ninguna Ley podrá jamás crear raseros imposibles. Las
cosas no aparecen con sólo nombrarlas, y la palabra “aprobado” significa lo que
significa. Que califiquemos a alguien de “apto” jamás le convertirá en ello si
no lo es. Yo creo que las palabras designan conceptos, no que los conceptos
puedan retorcerse para encajarse en las palabras. Por eso soy de derechas.
Quiero
reír, pero sé que alguna vez me tocará llorar. No quiero que ningún ente sea el
encargado de proporcionarme momentos de risa que jamás tendrán la gracia de las
fiestas que yo organice; ni deseo que
nadie esté pendiente de que no me caiga y evitar mi llanto. Quiero hacerme
feliz, y jugarme no llegar a serlo, poner mi vida en el envite, y ganar o
perder; ejercer mi Libertad asumiendo las consecuencias de equivocarme. Quiero
ser adulto. Por eso soy de derechas.
No
creo que haya altar en el que pueda sacrificarse al hombre, ni su condición de
ser único, original e irrepetible. No hay una sola vida inútil, ni es ético
subordinarla, inmolarla, ni tirarla por la ventana a cambio de su inclusión en
una maquinaria que pretendidamente persigue el bien común. Para mí los seres
humanos no son tuercas, son máquinas en sí mismos. Por eso soy de derechas.
Yo
no creo que nadie pueda arrogarse el derecho de decidir en qué principios han
de educarse mis hijos. Creo que soy yo quien tiene la responsabilidad de
procurar que tengan una moral y quien les muestre que efectivamente, existen
muchas formas de ver las cosas. Pero sin prejuicios, etiquetas ni maniqueísmo,
porque si tolero que se eduque a mis hijos, sé que mañana será inevitable que
quien les educó le diga cómo han de pensar. Por eso soy de derechas.
Yo
no creo en la Política, yo creo en la sociedad, y por eso soy de derechas. No
me parece que los que administran el dinero que gano trabajando puedan decidir con
esa soltura sobre mi hacienda, mi salud y mi existencia. No tolero que me
impongan estilos de vida, que me obliguen a aceptar que ellos saben lo que es
bueno para mí, ni que estén en una posición de superioridad. Ellos son mis
servidores, eligieron esa profesión como yo elegí la mía. Yo les pago, y su
único trabajo es poner las condiciones para que yo, en el ejercicio de mi
libertad, tenga la oportunidad de buscar mi propia felicidad.
Porque
yo no creo que el Estado deba controlar a las personas, yo creo que las
personas deben controlar al Estado. Por eso soy de derechas.
Por
todas estas cosas, y tantas otras, cayó aquel muro. Unos tratan de taparlo,
otros no quieren recordarlo.
Oscar Molina Mar
veinte años, un sistema político, ideológico y económico quedaba enterrado bajo
los cascotes del mismo muro que tuvo que edificar para garantizar su
existencia. Posiblemente la mayor estafa de la Historia, el socialismo, recibía
con estrépito el aluvión de pedradas físicas y morales de un montón de seres
humanos que desmentían de una sola vez que el Paraíso pudiese edificarse a
partir del Materialismo Histórico.
Dos
decenios después, algunas cosas siguen vivas. La facilidad de la izquierda para
reinventarse ha sido pasmosa, y la capacidad de sus profesionales de la
Política para montarse en extraños
trenes que les permitan seguir viviendo de ella, propia de supervivientes. La
lucha de clases, la dictadura del proletariado, y los planes quinquenales ya no
valen como arengas de barricada, otros
mantras toman el relevo. Pero a fin de cuentas,
la supremacía del Estado sobre el individuo, la reducción de la persona
a miembro de una colectividad, el afán de igualarnos en lo moral e ideológico,
la obsesión por la uniformización, la querencia por educar al ciudadano desde
las instancias públicas, la cosificación de la persona…siguen de pie.
Yo
no creo en nada de eso, sino en todo lo contrario. Por eso soy de derechas.
Yo
soy de derechas, pero no sólo porque no creo en ninguno de los ladrillos de
aquel muro, sino porque además me adhiero con entusiasmo a los que erigen el
edificio de la sociedad abierta.
Yo
creo en la Libertad y sobre todo, creo en las personas.
Creo
que las personas son los únicos titulares de derechos. No creo que existan los
derechos de la nación, de la patria, de la colectividad, ni de ninguna clase
social. Yo creo en los derechos de las personas, que no pueden ni deben decaer
ante entelequias que unas veces son mitos, y otras forzadas obras de ingeniería
social. Por eso soy de derechas.
Creo
en la Libertad, no en la Igualdad. La Igualdad no existe, es extraña al Mundo
en el que vivimos a todos los niveles, desde el atómico al animal pasando por
el celular. Creo en la capacidad del ser humano para mejorar su posición, para
buscar su propio camino, explorarlo, recorrerlo, llegar a la meta y hacer de la
vida una experiencia apasionante. No creo que el Estado pueda proporcionar todo
lo que sólo se puede llegar a apreciar cuando se ha conseguido desde el
ejercicio del albedrío y la superación personal. Por eso soy de derechas.
Creo
en el mérito, no en las ficciones. Lo que no existe no puede fabricarse con
sólo mencionarlo, ni ninguna Ley podrá jamás crear raseros imposibles. Las
cosas no aparecen con sólo nombrarlas, y la palabra “aprobado” significa lo que
significa. Que califiquemos a alguien de “apto” jamás le convertirá en ello si
no lo es. Yo creo que las palabras designan conceptos, no que los conceptos
puedan retorcerse para encajarse en las palabras. Por eso soy de derechas.
Quiero
reír, pero sé que alguna vez me tocará llorar. No quiero que ningún ente sea el
encargado de proporcionarme momentos de risa que jamás tendrán la gracia de las
fiestas que yo organice; ni deseo que
nadie esté pendiente de que no me caiga y evitar mi llanto. Quiero hacerme
feliz, y jugarme no llegar a serlo, poner mi vida en el envite, y ganar o
perder; ejercer mi Libertad asumiendo las consecuencias de equivocarme. Quiero
ser adulto. Por eso soy de derechas.
No
creo que haya altar en el que pueda sacrificarse al hombre, ni su condición de
ser único, original e irrepetible. No hay una sola vida inútil, ni es ético
subordinarla, inmolarla, ni tirarla por la ventana a cambio de su inclusión en
una maquinaria que pretendidamente persigue el bien común. Para mí los seres
humanos no son tuercas, son máquinas en sí mismos. Por eso soy de derechas.
Yo
no creo que nadie pueda arrogarse el derecho de decidir en qué principios han
de educarse mis hijos. Creo que soy yo quien tiene la responsabilidad de
procurar que tengan una moral y quien les muestre que efectivamente, existen
muchas formas de ver las cosas. Pero sin prejuicios, etiquetas ni maniqueísmo,
porque si tolero que se eduque a mis hijos, sé que mañana será inevitable que
quien les educó le diga cómo han de pensar. Por eso soy de derechas.
Yo
no creo en la Política, yo creo en la sociedad, y por eso soy de derechas. No
me parece que los que administran el dinero que gano trabajando puedan decidir con
esa soltura sobre mi hacienda, mi salud y mi existencia. No tolero que me
impongan estilos de vida, que me obliguen a aceptar que ellos saben lo que es
bueno para mí, ni que estén en una posición de superioridad. Ellos son mis
servidores, eligieron esa profesión como yo elegí la mía. Yo les pago, y su
único trabajo es poner las condiciones para que yo, en el ejercicio de mi
libertad, tenga la oportunidad de buscar mi propia felicidad.
Porque
yo no creo que el Estado deba controlar a las personas, yo creo que las
personas deben controlar al Estado. Por eso soy de derechas.
Por
todas estas cosas, y tantas otras, cayó aquel muro. Unos tratan de taparlo,
otros no quieren recordarlo.
Oscar Molina Mar
martes, 29 de diciembre de 2009
Excomunión por aborto
"ACEPTEMOS la versión del descreído; aceptemos que la Iglesia católica es una mera sociedad humana, al estilo de un club de fútbol. Si un dirigente de un club de fútbol, invocando los estatutos de la sociedad que representa, advirtiera a los socios que el impago de las cuotas determina la expulsión del club, nadie se sentiría ofendido o amenazado: a quienes no perteneciesen al club, la advertencia del directivo les importaría un ardite; y a quienes sí perteneciesen, tal advertencia sólo les recordaría que, al ingresar en dicho club, aceptaron cumplir con las obligaciones que se establecen en su estatuto. Pero llega el obispo Martínez Camino y advierte a los católicos, invocando la doctrina de la Iglesia, que quien apoya el aborto no puede comulgar, o que quien lo perpetra incurre en excomunión, y tanto los descreídos como algunos sedicentes católicos se sienten ofendidos o amenazados. ¡Extraña reacción!
Unos y otros acaban tachando las palabras de Martínez Camino de «intromisión» en un ámbito que no le compete. Pero lo cierto es que Martínez Camino ha permanecido quietecito en el único ámbito que le compete, que es el de la ley de Dios o, dicho desde la perspectiva de un descreído, el de las normas que regulan la pertenencia al club que representa. Existe una confusión creciente en torno a lo que debe considerarse ámbito político y ámbito religioso. Si la política se enreda en cosas temporales, los obispos no deben intervenir; pero si la política invade los fundamentos éticos que se desprenden de la misma naturaleza humana, los obispos tienen la obligación irrenunciable de intervenir. Si no lo hicieran, estarían renegando de su ministerio; y, desde ese mismo instante, dejarían de ser obispos. Martínez Camino no ha hecho sino recordar lo que establece el catecismo de la Iglesia católica; en lo que cumple con su obligación, que no es otra sino predicar sobre los terrados lo que un día Cristo le susurró al oído.
Decía Chesterton que necesitamos curas que nos recuerden que vamos a morir; pero -añadía- mucho más necesitamos curas que nos recuerden que estamos vivos. Las declaraciones de Martínez Camino nos demuestran que es un cura de la segunda especie; o, dicho más propiamente, un cura capaz de resucitar a un muerto. Porque, desde luego, una sociedad que acepta el aborto es una sociedad fiambre; y los políticos que se creen investidos del poder para convertir un crimen en un derecho son sus sepultureros. A los sepultureros les jode sobremanera que un cura pronuncie palabras capaces de resucitar a un muerto; y enarbolan el azadón y la pala, dispuestos a descalabrarlo, por no dejarles desempeñar su oficio en paz, que es la paz de los muertos. Y es que las palabras de Martínez Camino, al fin y a la postre, apelan a principios antropológicos y éticos arraigados en nuestra naturaleza; principios tan evidentes como que la vida humana tiene que ser respetada y protegida en todas sus fases, pero muy especialmente allá donde más frágil e indefensa se halla. Y es natural que quienes han introducido la amoralidad como cimiento de la acción política, quienes han declarado abolidos todos los principios como medio para alcanzar los fines más execrables, quienes niegan la posibilidad de fundar las leyes sobre un razonamiento ético objetivo, quienes -en definitiva- conciben la política como una asociación organizada para la libre delincuencia que «legitima» los crímenes mediante la mera aritmética parlamentaria se revuelvan furiosos, al comprobar que las palabras de Martínez Camino hacen rebullir en el ataúd a quien ya creían muerto".
Juan Manuel de Prada
Para atreverse a resucitar a una sociedad que yace en el ataúd hace falta, desde luego, tenerlos muy bien puestos. Y es que los buenos curas, los curas capaces de resucitar a un muerto, deben ser célibes, pero en modo alguno eunucos.
www.juanmanueldeprada.com
Unos y otros acaban tachando las palabras de Martínez Camino de «intromisión» en un ámbito que no le compete. Pero lo cierto es que Martínez Camino ha permanecido quietecito en el único ámbito que le compete, que es el de la ley de Dios o, dicho desde la perspectiva de un descreído, el de las normas que regulan la pertenencia al club que representa. Existe una confusión creciente en torno a lo que debe considerarse ámbito político y ámbito religioso. Si la política se enreda en cosas temporales, los obispos no deben intervenir; pero si la política invade los fundamentos éticos que se desprenden de la misma naturaleza humana, los obispos tienen la obligación irrenunciable de intervenir. Si no lo hicieran, estarían renegando de su ministerio; y, desde ese mismo instante, dejarían de ser obispos. Martínez Camino no ha hecho sino recordar lo que establece el catecismo de la Iglesia católica; en lo que cumple con su obligación, que no es otra sino predicar sobre los terrados lo que un día Cristo le susurró al oído.
Decía Chesterton que necesitamos curas que nos recuerden que vamos a morir; pero -añadía- mucho más necesitamos curas que nos recuerden que estamos vivos. Las declaraciones de Martínez Camino nos demuestran que es un cura de la segunda especie; o, dicho más propiamente, un cura capaz de resucitar a un muerto. Porque, desde luego, una sociedad que acepta el aborto es una sociedad fiambre; y los políticos que se creen investidos del poder para convertir un crimen en un derecho son sus sepultureros. A los sepultureros les jode sobremanera que un cura pronuncie palabras capaces de resucitar a un muerto; y enarbolan el azadón y la pala, dispuestos a descalabrarlo, por no dejarles desempeñar su oficio en paz, que es la paz de los muertos. Y es que las palabras de Martínez Camino, al fin y a la postre, apelan a principios antropológicos y éticos arraigados en nuestra naturaleza; principios tan evidentes como que la vida humana tiene que ser respetada y protegida en todas sus fases, pero muy especialmente allá donde más frágil e indefensa se halla. Y es natural que quienes han introducido la amoralidad como cimiento de la acción política, quienes han declarado abolidos todos los principios como medio para alcanzar los fines más execrables, quienes niegan la posibilidad de fundar las leyes sobre un razonamiento ético objetivo, quienes -en definitiva- conciben la política como una asociación organizada para la libre delincuencia que «legitima» los crímenes mediante la mera aritmética parlamentaria se revuelvan furiosos, al comprobar que las palabras de Martínez Camino hacen rebullir en el ataúd a quien ya creían muerto".
Juan Manuel de Prada
Para atreverse a resucitar a una sociedad que yace en el ataúd hace falta, desde luego, tenerlos muy bien puestos. Y es que los buenos curas, los curas capaces de resucitar a un muerto, deben ser célibes, pero en modo alguno eunucos.
www.juanmanueldeprada.com
lunes, 28 de diciembre de 2009
Rupturas matrimoniales
El I Informe TFW, basado en los datos de 115 estudios internacionales que demuestran la pérdida de bienestar personal para padres e hijos y el elevado coste social que suponen las rupturas matrimoniales, se presentó en Madrid el 5 de noviembre de 2009.
Durante los diez últimos años, los matrimonios han descendido un 20% en España y las rupturas han aumentado un 10%. Se confirma así un debilitamiento de la consideración social del matrimonio y de la estabilidad familiar, que la introducción del divorcio exprés ha favorecido aún más.
Entre los efectos positivos de la estabilidad familiar para los padres, esos estudios incluyen una mayor esperanza de vida y menores índices de enfermedades mentales, de alcoholismo y de violencia doméstica. Para los hijos, menos mortalidad infantil, menos alcoholismo, drogadicción y delincuencia al llegar a la pubertad, mejores resultados académicos, menos enfermedades mentales, menos relaciones sexuales precoces y, por tanto, menos embarazos no deseados.
Incluso desde un punto de vista económico, la estabilidad es la opción que menor coste supone, tanto para sus miembros como para todos los contribuyentes. Existen estudios detallados de distintos países europeos que cifran el coste de las rupturas familiares en varios miles de millones de euros, teniendo en cuenta las prestaciones sociales, seguridad social, acogida de menores, etc.
Además, se subraya que la crisis económica actual exige una mayor sensibilización sobre los inconvenientes del crecimiento económico incontrolado. Cada vez más voces proponen que bienestar no se refiera sólo a la felicidad propia, sino también a la capacidad de contribuir a la felicidad de los demás, por lo que la evaluación de políticas familiares debería tener en cuenta, además del coste económico, su coste social: la capacidad para contribuir a la felicidad de sus destinatarios.
El Informe propone que se tengan en cuenta los datos de la psicología, la medicina, la sociología y la economía para diseñar las políticas familiares; que se promuevan iniciativas que sirvan para prevenir las crisis familiares, en lugar de facilitar la ruptura; y que se revise el marco legal del matrimonio civil en España, para reforzar la situación de los cónyuges que aspiran a construir una relación estable.
Durante los diez últimos años, los matrimonios han descendido un 20% en España y las rupturas han aumentado un 10%. Se confirma así un debilitamiento de la consideración social del matrimonio y de la estabilidad familiar, que la introducción del divorcio exprés ha favorecido aún más.
Entre los efectos positivos de la estabilidad familiar para los padres, esos estudios incluyen una mayor esperanza de vida y menores índices de enfermedades mentales, de alcoholismo y de violencia doméstica. Para los hijos, menos mortalidad infantil, menos alcoholismo, drogadicción y delincuencia al llegar a la pubertad, mejores resultados académicos, menos enfermedades mentales, menos relaciones sexuales precoces y, por tanto, menos embarazos no deseados.
Incluso desde un punto de vista económico, la estabilidad es la opción que menor coste supone, tanto para sus miembros como para todos los contribuyentes. Existen estudios detallados de distintos países europeos que cifran el coste de las rupturas familiares en varios miles de millones de euros, teniendo en cuenta las prestaciones sociales, seguridad social, acogida de menores, etc.
Además, se subraya que la crisis económica actual exige una mayor sensibilización sobre los inconvenientes del crecimiento económico incontrolado. Cada vez más voces proponen que bienestar no se refiera sólo a la felicidad propia, sino también a la capacidad de contribuir a la felicidad de los demás, por lo que la evaluación de políticas familiares debería tener en cuenta, además del coste económico, su coste social: la capacidad para contribuir a la felicidad de sus destinatarios.
El Informe propone que se tengan en cuenta los datos de la psicología, la medicina, la sociología y la economía para diseñar las políticas familiares; que se promuevan iniciativas que sirvan para prevenir las crisis familiares, en lugar de facilitar la ruptura; y que se revise el marco legal del matrimonio civil en España, para reforzar la situación de los cónyuges que aspiran a construir una relación estable.
sábado, 26 de diciembre de 2009
La felicidad de andar por casa
Varios textos del autor del libro que da título al post:
La vida es apasionante, pero no fácil
Me han gustado las declaraciones del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid: "Con la píldora y el aborto quieren que los hijos crean que todo tiene fácil solución" . Creo que ha dado en el clavo al denunciar el ambiente de irresponsabilidad con el que determinadas ideologías y ¿lideres? sociales y políticos impregnan el ambiente.
El mensaje de que nunca pasa nada y que todo tiene solución, además de ser falso, es somnífero y adormece las conciencias. Promocionar que los actos del hombre no tienen consecuencias es enaltecer la mediocridad. Una de los pensamientos más grandes y que generan más libertad en las personas es considerar que lo que hacemos tiene consecuencias, que no da igual una cosa que otra y que nuestra libertad se manifiesta precisamente en escoger lo mejor.
Las declaraciones del Defensor del Menor debieran servir para animar a otros cargos públicos a dar el paso al frente y romper el tabú idiota del buenísmo, el buen rollito y el "aquí no pasa nada". Claro que pasa y cuando pasa que "cada palo aguante su vela". La vida es apasionante pero no es un cuento de hadas.
Alguien que te quiera toda la vida
Es cierto que hay mucho escepticismo sobre el matrimonio, de hecho cada vez menos personas se comprometen a través del matrimonio y aumenta el número de quienes simplemente conviven. Una lectura simplona y superficial de este hecho nos puede llevar a pensar que los hombres y las mujeres "pasan" de matrimonio.
¿Que pasaría si pudiéramos garantizar a las parejas que firmando en un papel serían felices y que el otro le querría toda la vida? ¿Alguien cree que habría muchos que renunciarían? Me da la impresión de que muchas personas no creen que sea posible tener a alguien que te quiera toda la vida. No es que no crean en la belleza de un amor fiel, sino que no lo consideran posible para ellos.
Estamos nuevamente, lo he escrito tantas veces, ante el rey de nuestro tiempo: el escepticismo. Admiramos el amor, la entrega y el sacrificio pero no lo creemos posible para nosotros. Preferimos que el listón esté muy bajo para no tener que esforzarnos para superarlo, no nos damos cuenta de que cuanto más bajo está, menos nos esforzamos y más se abaja. ¿A quién no le gusta tener a alguien que le quiera y a quien querer toda la vida?
Rehabilitar la virtud
Mi experiencia personal me indica que hay personas prefieren oír hablar de valores antes que de virtudes; he llegado a la conclusión de que en la mayoría de los casos lo que se denominan valores no complican la vida, uno simplemente se adhiere a ellos y poco más. Sin embargo las virtudes suponen una lucha personal que pocos están dispuestos a asumir.
Max Scheler publicó un estudio titulado Rehabilitación de la virtud. En él afirmaba que había descubierto en el ser humano contemporáneo una actitud espiritual contraria a la virtud hasta llegar a lo que denominaba resentimiento. El origen de este resentimiento lo situaba en que vivir la virtud supone un mayor esfuerzo de la voluntad, algo que a muchos les espanta.
Afirmaba Scheler que con el fin de librarse de esa "obligación", incluso para convencerse de su inexistencia; la persona llega a disminuir o negar su importancia considerandolo incluso como un mal. La posmodernidad presenta la virtud como algo adusto y desagradable. Ha vaciado el corazón del hombre del deseo de hacer el bien y de ser mejor y lo ha sustituido por el sucedáneo del mero bienestar fisiológico. Con estas ideas, no es dificil entender que se pretenda desterrar de los colegios, institutos y universidades la excelencia y el esfuerzo.
anibalcuevas.blogs.com
La vida es apasionante, pero no fácil
Me han gustado las declaraciones del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid: "Con la píldora y el aborto quieren que los hijos crean que todo tiene fácil solución" . Creo que ha dado en el clavo al denunciar el ambiente de irresponsabilidad con el que determinadas ideologías y ¿lideres? sociales y políticos impregnan el ambiente.
El mensaje de que nunca pasa nada y que todo tiene solución, además de ser falso, es somnífero y adormece las conciencias. Promocionar que los actos del hombre no tienen consecuencias es enaltecer la mediocridad. Una de los pensamientos más grandes y que generan más libertad en las personas es considerar que lo que hacemos tiene consecuencias, que no da igual una cosa que otra y que nuestra libertad se manifiesta precisamente en escoger lo mejor.
Las declaraciones del Defensor del Menor debieran servir para animar a otros cargos públicos a dar el paso al frente y romper el tabú idiota del buenísmo, el buen rollito y el "aquí no pasa nada". Claro que pasa y cuando pasa que "cada palo aguante su vela". La vida es apasionante pero no es un cuento de hadas.
Alguien que te quiera toda la vida
Es cierto que hay mucho escepticismo sobre el matrimonio, de hecho cada vez menos personas se comprometen a través del matrimonio y aumenta el número de quienes simplemente conviven. Una lectura simplona y superficial de este hecho nos puede llevar a pensar que los hombres y las mujeres "pasan" de matrimonio.
¿Que pasaría si pudiéramos garantizar a las parejas que firmando en un papel serían felices y que el otro le querría toda la vida? ¿Alguien cree que habría muchos que renunciarían? Me da la impresión de que muchas personas no creen que sea posible tener a alguien que te quiera toda la vida. No es que no crean en la belleza de un amor fiel, sino que no lo consideran posible para ellos.
Estamos nuevamente, lo he escrito tantas veces, ante el rey de nuestro tiempo: el escepticismo. Admiramos el amor, la entrega y el sacrificio pero no lo creemos posible para nosotros. Preferimos que el listón esté muy bajo para no tener que esforzarnos para superarlo, no nos damos cuenta de que cuanto más bajo está, menos nos esforzamos y más se abaja. ¿A quién no le gusta tener a alguien que le quiera y a quien querer toda la vida?
Rehabilitar la virtud
Mi experiencia personal me indica que hay personas prefieren oír hablar de valores antes que de virtudes; he llegado a la conclusión de que en la mayoría de los casos lo que se denominan valores no complican la vida, uno simplemente se adhiere a ellos y poco más. Sin embargo las virtudes suponen una lucha personal que pocos están dispuestos a asumir.
Max Scheler publicó un estudio titulado Rehabilitación de la virtud. En él afirmaba que había descubierto en el ser humano contemporáneo una actitud espiritual contraria a la virtud hasta llegar a lo que denominaba resentimiento. El origen de este resentimiento lo situaba en que vivir la virtud supone un mayor esfuerzo de la voluntad, algo que a muchos les espanta.
Afirmaba Scheler que con el fin de librarse de esa "obligación", incluso para convencerse de su inexistencia; la persona llega a disminuir o negar su importancia considerandolo incluso como un mal. La posmodernidad presenta la virtud como algo adusto y desagradable. Ha vaciado el corazón del hombre del deseo de hacer el bien y de ser mejor y lo ha sustituido por el sucedáneo del mero bienestar fisiológico. Con estas ideas, no es dificil entender que se pretenda desterrar de los colegios, institutos y universidades la excelencia y el esfuerzo.
anibalcuevas.blogs.com
viernes, 25 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
Que nuestros buenos deseos sean sinceros
"Sólo el amor es digno de fe.
Las tecnologías modernas han disminuido, en no pequeña medida, el tradicional envío de tarjetas postales de felicitación de Navidad. Los “SMS”, los “emails”, diversos tipos de “chat”, etc., son hoy el género de comunicación en alza.
Sabemos de sobra que lo importante es el mensaje, y que el medio utilizado es secundario. Por ejemplo, algunos de los “PPT” navideños que solemos recibir en nuestro correo electrónico, suelen transmitir un testimonio de fe incluso más profundo que el expresado en muchas de las tarjetas postales…
Sin embargo, es un hecho incuestionable que la extensión de la secularización ha coincidido en el tiempo con la introducción de las nuevas tecnologías, aunque entre estos dos hechos no haya una relación de causa-efecto. Y cuando ambas cosas coinciden (la vaciedad del mensaje y la nueva tecnología), entonces, parece como si pudiésemos ser testigos, de una forma particularmente elocuente, de la pobreza espiritual de nuestra generación…
Mientras que la tradicional felicitación navideña –independientemente del medio utilizado para transmitirla- nace de la necesidad de testimoniar y de comunicar la alegría de la fe de la que somos portadores; no pocos de esos “mensajes” que en estos días colapsan los terminales de la comunicación (y, de paso, llenan las arcas de las compañías telefónicas), son la expresión de las carencias afectivas que anidan en nuestra generación. En realidad, parece como si no supiésemos qué decir, pero a la vez, tenemos la necesidad de expresar que “estamos aquí”, y requerimos saber que no estamos solos…
La mayor pobreza generada por nuestra cultura materialista, es un profundo sentimiento de soledad y de orfandad moral… Llenamos nuestras calles de luces de colores, en formas geométricas sin significado alguno; como expresión de una “llamada oculta” que nace de nuestra profunda soledad, y que no hace sino generarnos más sufrimiento, si cabe, al comprobar cómo esos sentimientos sinceros son manipulados desde la vorágine consumista… No lo dudemos, tras el compulsivo envío de millones de SMS en estos días, se encierra el deseo de ser “algo” para “alguien”…
Paradójicamente, el mensaje cristiano al que la secularización da la espalda, transmite la gran noticia de que el hombre no está solo. Dios está con nosotros para siempre: es el Emmanuel, el “Dios con nosotros”. Desde la encarnación en Nazaret y la natividad en Belén, Dios comparte su vida con nosotros, y nos bendice con su entrañable “presencia”. El rechazo de este mensaje de salvación, condena al hombre a padecer las duras consecuencias de una soledad existencial, incluso, óntica…
Los cristianos tenemos una fe que nos rescata de la soledad, y con gozo y alegría damos testimonio de ello. Esta es la caridad más preciosa: el testimonio de la comunión con Dios y con el prójimo. Felicitar la Navidad es algo tan importante como necesario…
Este año, he pensado felicitaros la Navidad de una forma especial. Quiero compartir con vosotros una felicitación que he seleccionado, de entre las muchas recibidas. Se trata de un mensaje de fe que me han hecho llegar a mí, y que yo también quiero extenderos a todos vosotros. Es la tarjeta navideña que me ha enviado –y, ahora, también a vosotros- D. Manuel Ureña, Arzobispo de Zaragoza. La transcribo literalmente:
“Sólo el amor es digno de fe; sólo el amor nos sacará de este túnel y de todos los túneles, también del túnel de la muerte y de la vida sin Dios y sin prójimo. Pero nos salvará no un amor cualquiera. ¡Hay tantas formas de amor que son indignas de ese nombre! Nos salvará el Amor en mayúscula, esto es, la caridad en la verdad y desde la verdad. Ese Amor no está a nuestro alcance. Pero nos ha sido entregado en Cristo por el Espíritu. Vayamos a Belén para ser encontrados por el Amor. ¡Feliz Navidad 2009!”
Con el deseo de que durante esta Navidad, este Amor sea una realidad en cada una de nuestras familias, con cariño os envío mi bendición"
Monseñor Munilla
Las tecnologías modernas han disminuido, en no pequeña medida, el tradicional envío de tarjetas postales de felicitación de Navidad. Los “SMS”, los “emails”, diversos tipos de “chat”, etc., son hoy el género de comunicación en alza.
Sabemos de sobra que lo importante es el mensaje, y que el medio utilizado es secundario. Por ejemplo, algunos de los “PPT” navideños que solemos recibir en nuestro correo electrónico, suelen transmitir un testimonio de fe incluso más profundo que el expresado en muchas de las tarjetas postales…
Sin embargo, es un hecho incuestionable que la extensión de la secularización ha coincidido en el tiempo con la introducción de las nuevas tecnologías, aunque entre estos dos hechos no haya una relación de causa-efecto. Y cuando ambas cosas coinciden (la vaciedad del mensaje y la nueva tecnología), entonces, parece como si pudiésemos ser testigos, de una forma particularmente elocuente, de la pobreza espiritual de nuestra generación…
Mientras que la tradicional felicitación navideña –independientemente del medio utilizado para transmitirla- nace de la necesidad de testimoniar y de comunicar la alegría de la fe de la que somos portadores; no pocos de esos “mensajes” que en estos días colapsan los terminales de la comunicación (y, de paso, llenan las arcas de las compañías telefónicas), son la expresión de las carencias afectivas que anidan en nuestra generación. En realidad, parece como si no supiésemos qué decir, pero a la vez, tenemos la necesidad de expresar que “estamos aquí”, y requerimos saber que no estamos solos…
La mayor pobreza generada por nuestra cultura materialista, es un profundo sentimiento de soledad y de orfandad moral… Llenamos nuestras calles de luces de colores, en formas geométricas sin significado alguno; como expresión de una “llamada oculta” que nace de nuestra profunda soledad, y que no hace sino generarnos más sufrimiento, si cabe, al comprobar cómo esos sentimientos sinceros son manipulados desde la vorágine consumista… No lo dudemos, tras el compulsivo envío de millones de SMS en estos días, se encierra el deseo de ser “algo” para “alguien”…
Paradójicamente, el mensaje cristiano al que la secularización da la espalda, transmite la gran noticia de que el hombre no está solo. Dios está con nosotros para siempre: es el Emmanuel, el “Dios con nosotros”. Desde la encarnación en Nazaret y la natividad en Belén, Dios comparte su vida con nosotros, y nos bendice con su entrañable “presencia”. El rechazo de este mensaje de salvación, condena al hombre a padecer las duras consecuencias de una soledad existencial, incluso, óntica…
Los cristianos tenemos una fe que nos rescata de la soledad, y con gozo y alegría damos testimonio de ello. Esta es la caridad más preciosa: el testimonio de la comunión con Dios y con el prójimo. Felicitar la Navidad es algo tan importante como necesario…
Este año, he pensado felicitaros la Navidad de una forma especial. Quiero compartir con vosotros una felicitación que he seleccionado, de entre las muchas recibidas. Se trata de un mensaje de fe que me han hecho llegar a mí, y que yo también quiero extenderos a todos vosotros. Es la tarjeta navideña que me ha enviado –y, ahora, también a vosotros- D. Manuel Ureña, Arzobispo de Zaragoza. La transcribo literalmente:
“Sólo el amor es digno de fe; sólo el amor nos sacará de este túnel y de todos los túneles, también del túnel de la muerte y de la vida sin Dios y sin prójimo. Pero nos salvará no un amor cualquiera. ¡Hay tantas formas de amor que son indignas de ese nombre! Nos salvará el Amor en mayúscula, esto es, la caridad en la verdad y desde la verdad. Ese Amor no está a nuestro alcance. Pero nos ha sido entregado en Cristo por el Espíritu. Vayamos a Belén para ser encontrados por el Amor. ¡Feliz Navidad 2009!”
Con el deseo de que durante esta Navidad, este Amor sea una realidad en cada una de nuestras familias, con cariño os envío mi bendición"
Monseñor Munilla
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Maoísmo
Artículo de Carlos Herrera en xl semanal.
"A todos los maoístas que no sólo no se arrepienten de su pasado, sino que se niegan a una revisión mínimamente crítica del mismo, les conviene, como un plato de sopa caliente a un recién rescatado de un alud de nieve, la lectura de este demoledor libro titulado Generación Mao. No es un panfleto, como sería del gusto de aquellos que aún creen en una ensoñación igualitaria e inevitablemente represora, ni es un ensayo político de los cientos que inspirara cualquiera de los caprichosos y criminales inventos sociales del maoísmo: es el relato en primera persona de unos pobres chinos víctimas de la llamada `Revolución Cultural´ que hasta ahora jamás habían sido preguntados por aquella década sombría en la que los Guardias Rojos sembraron el pánico mediante el extremismo más gratuito y salvaje. Mao impulsó alguna que otra ocurrencia tramposa a lo largo de su dictadura comunista: en los cincuenta creó el llamado `Movimiento de las Cien Flores´, consistente, en teoría, en hacer florecer cien, mil, decenas de miles de pensamientos críticos para mejorar el sistema político, pero que, en realidad, no era más que una treta para deshacerse de disidentes intelectuales y artistas, a los que reprimió, encarceló o, directamente, mandó asesinar. Lo siguió la Revolución Cultural, uno de los horrores colectivos más enormes de la historia moderna de la Humanidad, en la que se revistió de un intento renovador de las viejas costumbres de China a una simple lucha por el poder. Mao Tse-Tung había fracasado en el ensayo económico llamado El Gran Salto Adelante, que no hizo más que empobrecer aún más al país, y desencadenó una furiosa represión encomendada a los Guardias Rojos mediante la cual deshacerse de viejas costumbres y viejos hábitos de pensar. Y, de paso, de no pocos enemigos políticos, uno de ellos el represaliado Deng Xiao Ping, más tarde líder de la nueva China nacida tras el colapso de las secuelas de aquellos años. Los jóvenes e ignorantes guardias arrasaron monumentos, bibliotecas, escuelas, apresaron a maestros y educadores, detuvieron a cuadros del Partido sospechosos de connivencia remota con el pasado o de poca fe revolucionaria y devastaron pueblos enteros durante nada menos que casi diez años. La familia de Xinran Xue, la autora del libro, fue una de las víctimas. Los padres fueron encarcelados –lo eran muchos por cualquier sospecha o cualquier delación interesada– y los hijos se criaron en la calle, bajo la custodia teórica del Ejército Rojo. A aquellos chinos de los cincuenta y sesenta es a los que ha entrevistado Xinran, chinos silentes y poco habladores, sufridores y resistentes, resignados de por vida y marcados por el horror de décadas de dictadura cruel e inoperante.
No hay archivo oficial de aquellos años. Es como si se hubiese borrado un pasaje fundamental de la historia china. Puede que algunos esnobs maoístas europeos también hayan querido borrar de su disco duro el haber sido voyeurs de aquella barbaridad, pero este libro les refrescará la memoria. El señor Yu, que fue detenido, torturado y encarcelado por poseer en su despacho un aparato de radio –los guardias creían que mediante ella se ponía en contacto con Moscú, repentino enemigo tras la muerte de Stalin–, o la Mujer de las Dos Pistolas son ejemplos del relato periodístico de Xinran. Esta última, mujer que luchó con los comunistas contra los japoneses y que disparaba con las dos manos, fue represaliada por la denuncia de una vecina envidiosa que recordó a las autoridades que, además de con los comunistas, también había matado japoneses alguna vez junto con fuerzas nacionalistas, los derrotados que emprendieron la marcha a Taiwán. Sus hijos, con los que se entrevista, hubieron de mendigar y sobrevivir entre las basuras de la calle durante un buen puñado de años. A la hora de su muerte, la Mujer de las Dos Pistolas perdonó a la arrepentida vecina, a la que regaló la pulsera que portaba en su muñeca.
Curiosamente, la dictadura maoísta parece haberse ido de rositas en el reparto de culpas del convulso y terrorífico siglo XX. Hitler, Stalin, Pol Pot han salido peor parados, pero aún es el día en el que más de un insensato reivindica determinados aspectos de la política de aquel chalado que se llevó por delante la vida de millones de chinos. Este libro puede servir para que se reconsidere alguna de esas posturas. Aunque, conociendo el paño, no hay que ser extremadamente optimista".
"A todos los maoístas que no sólo no se arrepienten de su pasado, sino que se niegan a una revisión mínimamente crítica del mismo, les conviene, como un plato de sopa caliente a un recién rescatado de un alud de nieve, la lectura de este demoledor libro titulado Generación Mao. No es un panfleto, como sería del gusto de aquellos que aún creen en una ensoñación igualitaria e inevitablemente represora, ni es un ensayo político de los cientos que inspirara cualquiera de los caprichosos y criminales inventos sociales del maoísmo: es el relato en primera persona de unos pobres chinos víctimas de la llamada `Revolución Cultural´ que hasta ahora jamás habían sido preguntados por aquella década sombría en la que los Guardias Rojos sembraron el pánico mediante el extremismo más gratuito y salvaje. Mao impulsó alguna que otra ocurrencia tramposa a lo largo de su dictadura comunista: en los cincuenta creó el llamado `Movimiento de las Cien Flores´, consistente, en teoría, en hacer florecer cien, mil, decenas de miles de pensamientos críticos para mejorar el sistema político, pero que, en realidad, no era más que una treta para deshacerse de disidentes intelectuales y artistas, a los que reprimió, encarceló o, directamente, mandó asesinar. Lo siguió la Revolución Cultural, uno de los horrores colectivos más enormes de la historia moderna de la Humanidad, en la que se revistió de un intento renovador de las viejas costumbres de China a una simple lucha por el poder. Mao Tse-Tung había fracasado en el ensayo económico llamado El Gran Salto Adelante, que no hizo más que empobrecer aún más al país, y desencadenó una furiosa represión encomendada a los Guardias Rojos mediante la cual deshacerse de viejas costumbres y viejos hábitos de pensar. Y, de paso, de no pocos enemigos políticos, uno de ellos el represaliado Deng Xiao Ping, más tarde líder de la nueva China nacida tras el colapso de las secuelas de aquellos años. Los jóvenes e ignorantes guardias arrasaron monumentos, bibliotecas, escuelas, apresaron a maestros y educadores, detuvieron a cuadros del Partido sospechosos de connivencia remota con el pasado o de poca fe revolucionaria y devastaron pueblos enteros durante nada menos que casi diez años. La familia de Xinran Xue, la autora del libro, fue una de las víctimas. Los padres fueron encarcelados –lo eran muchos por cualquier sospecha o cualquier delación interesada– y los hijos se criaron en la calle, bajo la custodia teórica del Ejército Rojo. A aquellos chinos de los cincuenta y sesenta es a los que ha entrevistado Xinran, chinos silentes y poco habladores, sufridores y resistentes, resignados de por vida y marcados por el horror de décadas de dictadura cruel e inoperante.
No hay archivo oficial de aquellos años. Es como si se hubiese borrado un pasaje fundamental de la historia china. Puede que algunos esnobs maoístas europeos también hayan querido borrar de su disco duro el haber sido voyeurs de aquella barbaridad, pero este libro les refrescará la memoria. El señor Yu, que fue detenido, torturado y encarcelado por poseer en su despacho un aparato de radio –los guardias creían que mediante ella se ponía en contacto con Moscú, repentino enemigo tras la muerte de Stalin–, o la Mujer de las Dos Pistolas son ejemplos del relato periodístico de Xinran. Esta última, mujer que luchó con los comunistas contra los japoneses y que disparaba con las dos manos, fue represaliada por la denuncia de una vecina envidiosa que recordó a las autoridades que, además de con los comunistas, también había matado japoneses alguna vez junto con fuerzas nacionalistas, los derrotados que emprendieron la marcha a Taiwán. Sus hijos, con los que se entrevista, hubieron de mendigar y sobrevivir entre las basuras de la calle durante un buen puñado de años. A la hora de su muerte, la Mujer de las Dos Pistolas perdonó a la arrepentida vecina, a la que regaló la pulsera que portaba en su muñeca.
Curiosamente, la dictadura maoísta parece haberse ido de rositas en el reparto de culpas del convulso y terrorífico siglo XX. Hitler, Stalin, Pol Pot han salido peor parados, pero aún es el día en el que más de un insensato reivindica determinados aspectos de la política de aquel chalado que se llevó por delante la vida de millones de chinos. Este libro puede servir para que se reconsidere alguna de esas posturas. Aunque, conociendo el paño, no hay que ser extremadamente optimista".
martes, 22 de diciembre de 2009
Enfermas por la moda
Me recuerda a mi post "esclavos de la moda".
"Ni contratos basura ni paro estratosférico. A los sindicatos británicos lo que les preocupa son los tacones. No es que se hayan vuelto frívolos de repente, es que una cosa es martirizarse por placer y otra, por contrato. Azafatas de avión, empleadas de grandes almacenes o ejecutivas reciben la “amable” sugerencia por parte de sus empresas para subirse a las alturas. ¿El resultado? Pues, según la Sociedad de Quiroprácticos y Podólogos británicos, en su país se pierden cada año dos millones de jornadas laborales a causa de dolencias en pies y tobillos.
Por lo tanto, nunca fue tan verdad que para presumir hay que sufrir. Y casi todas lo aceptamos sin discusión. Cambiamos el dolor de pies por la deliciosa sensación de vernos más altas y estilizadas, aunque la tiranía de la moda pueda llevarnos al hospital o a pedirnos la baja. Lo más común son traumatismos de todo tipo al caer de las altas plataformas de un par de zapatos. O contracturas de espalda, retorcida sin compasión por el peso de bolsos en los que cabría una cubertería completa, sopera incluida. Si tiene acidez después de comer, desabróchese ese cinturón ancho y apretadísimo que está tan de moda, favorece el reflujo gástrico. Pero hay más. Y peor.
Los vaqueros muy ceñidos pueden provocar meralgia parestésica, un adormecimiento de los nervios de los muslos, pero también infecciones vaginales: humedad y estrechez son caldo de cultivo para los hongos. Los famosos leggins, además de eso, dificultan la circulación y aumentan el riesgo de padecer en un futuro varices. Los tangas, el de sufrir cistitis, ya que actúan de tobogán para las bacterias. Y cuidado con no llevar la talla y la copa exacta de sujetador, como les sucede a ¡siete de cada 10 mujeres! Por su culpa podemos pasarlo mal, desde dolor de hombros y espalda hasta molestas mastitis si el modelo incluye los aros que realzan el busto. De hecho, en nuestro país, tres de cada 10 consultas que se solicitan por dolor mamario son debidas a un mal sujetador.
Lo último son lentillas que cambian el color de ojos. Deben venderlas oftalmólogos, pero por internet se compran como si fueran pintalabios. En Estados Unidos las infecciones bacterianas por su mal uso ya han obligado a trasplantar algunas córneas". Carme Chaparro. Publicado en Hoy mujer el 16 de octubre.
"Ni contratos basura ni paro estratosférico. A los sindicatos británicos lo que les preocupa son los tacones. No es que se hayan vuelto frívolos de repente, es que una cosa es martirizarse por placer y otra, por contrato. Azafatas de avión, empleadas de grandes almacenes o ejecutivas reciben la “amable” sugerencia por parte de sus empresas para subirse a las alturas. ¿El resultado? Pues, según la Sociedad de Quiroprácticos y Podólogos británicos, en su país se pierden cada año dos millones de jornadas laborales a causa de dolencias en pies y tobillos.
Por lo tanto, nunca fue tan verdad que para presumir hay que sufrir. Y casi todas lo aceptamos sin discusión. Cambiamos el dolor de pies por la deliciosa sensación de vernos más altas y estilizadas, aunque la tiranía de la moda pueda llevarnos al hospital o a pedirnos la baja. Lo más común son traumatismos de todo tipo al caer de las altas plataformas de un par de zapatos. O contracturas de espalda, retorcida sin compasión por el peso de bolsos en los que cabría una cubertería completa, sopera incluida. Si tiene acidez después de comer, desabróchese ese cinturón ancho y apretadísimo que está tan de moda, favorece el reflujo gástrico. Pero hay más. Y peor.
Los vaqueros muy ceñidos pueden provocar meralgia parestésica, un adormecimiento de los nervios de los muslos, pero también infecciones vaginales: humedad y estrechez son caldo de cultivo para los hongos. Los famosos leggins, además de eso, dificultan la circulación y aumentan el riesgo de padecer en un futuro varices. Los tangas, el de sufrir cistitis, ya que actúan de tobogán para las bacterias. Y cuidado con no llevar la talla y la copa exacta de sujetador, como les sucede a ¡siete de cada 10 mujeres! Por su culpa podemos pasarlo mal, desde dolor de hombros y espalda hasta molestas mastitis si el modelo incluye los aros que realzan el busto. De hecho, en nuestro país, tres de cada 10 consultas que se solicitan por dolor mamario son debidas a un mal sujetador.
Lo último son lentillas que cambian el color de ojos. Deben venderlas oftalmólogos, pero por internet se compran como si fueran pintalabios. En Estados Unidos las infecciones bacterianas por su mal uso ya han obligado a trasplantar algunas córneas". Carme Chaparro. Publicado en Hoy mujer el 16 de octubre.
lunes, 21 de diciembre de 2009
La escuela de la vida
ESCRITO POR REGINA BRETT, 90 AÑOS DE EDAD, DE "THE PLAIN DEALER",
CLEVELAND, OHIO...
Para celebrar que envejecía una vez escribí 45 lecciones que la vida me enseñó.
Es la columna más leída que he escrito.
En agosto cumplí 90 años, así que decidí publicar la columna una vez más:
1. La vida no es justa, pero aún así es buena.
2. Cuando tengas una duda, sólo toma el siguiente paso pequeño que venga.
3. La vida es muy corta como para gastar tiempo odiando a alguien.
4. Tu trabajo no se encargará de ti cuando te enfermes, tus amigos y padres lo harán. Mantente en contacto con ellos.
5. Paga tus tarjetas de crédito cada mes.
6. No tienes que ganar cada discusión. Acuerda en que desacuerdas.
7. Llora con alguien. Te sana más que llorar solo.
8. Está bien enojarse con Dios, ÉL lo puede soportar.
9. Ahorra para tu jubilación empezando desde el primer cheque, y si tienes dinero compártelo con tus amigos que mas estimas, los de la juventud.
10. Cuando se trata de chocolate, resistirse es inútil.
11. Haz paz con tu pasado, así no te malogrará tu presente.
12. Está bien dejar que tus hijos te vean llorar.
13. No te compares con otros. No tienes idea del viaje que ellos llevan.
14. Si una relación debe ser en secreto, entonces no deberías estar en ella.
15. Todo puede cambiar con un solo pestañear. Pero no te preocupes, Dios nunca pestañea.
16. Respira profundo. Relaja la mente.
17. Deshazte de todo lo que no sea útil, bonito o alegre.
18. Lo que no te mata, de verdad te hace más fuerte.
19. Nunca es tarde para tener una infancia feliz. Pero la segunda depende de ti y de nadie más.
20. Cuando se trata de ir tras lo que amas en la vida, no tomes un NO como respuesta.
21. Quema las velas, usa los manteles finos, ponte lencería fina. No los guardes para ocasiones especiales, hoy es especial.
22. Prepárate mucho, después anda con la corriente.
23. Se excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para usar púrpura.
24. El órgano sexual más importante es el cerebro.
25. Nadie está a cargo de tu felicidad, excepto tú.
26. Etiqueta cada uno de esos llamados desastres con esta frase: "En 5 años, ¿esto importará?"
27. Siempre escoge la vida.
28. Perdona a todo y a todos.
29. Lo que otros piensan de ti no es tu problema.
30. El tiempo cura casi todo. Dale o date tiempo.
31. Por más buena o mala que una situación sea, va a cambiar.
32. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
33. Cree en los milagros.
34. Dios te ama por quien eres, no por nada que hayas hecho o dejado de hacer.
35. No audiciones para la vida. Preséntate y haz lo mejor de ella.
36. Envejecer es una mejor alternativa que morir joven.
37. Tus hijos solo tienen una infancia.
38. Todo lo que importa al final es que hayas amado.
39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
40. Si todos tiráramos nuestros problemas en una fuente y viéramos los problemas del resto, agarraríamos nuestro saco de nuevo.
41. La envidia es una pérdida de tiempo. Ya tienes todo lo que necesitas.
42. Lo mejor está por venir.
43. No importa cómo te sientas, levántate, cámbiate y
preséntate.
44. Cede.
45. La vida no tiene un moño encima, pero aún así es un regalo.
CLEVELAND, OHIO...
Para celebrar que envejecía una vez escribí 45 lecciones que la vida me enseñó.
Es la columna más leída que he escrito.
En agosto cumplí 90 años, así que decidí publicar la columna una vez más:
1. La vida no es justa, pero aún así es buena.
2. Cuando tengas una duda, sólo toma el siguiente paso pequeño que venga.
3. La vida es muy corta como para gastar tiempo odiando a alguien.
4. Tu trabajo no se encargará de ti cuando te enfermes, tus amigos y padres lo harán. Mantente en contacto con ellos.
5. Paga tus tarjetas de crédito cada mes.
6. No tienes que ganar cada discusión. Acuerda en que desacuerdas.
7. Llora con alguien. Te sana más que llorar solo.
8. Está bien enojarse con Dios, ÉL lo puede soportar.
9. Ahorra para tu jubilación empezando desde el primer cheque, y si tienes dinero compártelo con tus amigos que mas estimas, los de la juventud.
10. Cuando se trata de chocolate, resistirse es inútil.
11. Haz paz con tu pasado, así no te malogrará tu presente.
12. Está bien dejar que tus hijos te vean llorar.
13. No te compares con otros. No tienes idea del viaje que ellos llevan.
14. Si una relación debe ser en secreto, entonces no deberías estar en ella.
15. Todo puede cambiar con un solo pestañear. Pero no te preocupes, Dios nunca pestañea.
16. Respira profundo. Relaja la mente.
17. Deshazte de todo lo que no sea útil, bonito o alegre.
18. Lo que no te mata, de verdad te hace más fuerte.
19. Nunca es tarde para tener una infancia feliz. Pero la segunda depende de ti y de nadie más.
20. Cuando se trata de ir tras lo que amas en la vida, no tomes un NO como respuesta.
21. Quema las velas, usa los manteles finos, ponte lencería fina. No los guardes para ocasiones especiales, hoy es especial.
22. Prepárate mucho, después anda con la corriente.
23. Se excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para usar púrpura.
24. El órgano sexual más importante es el cerebro.
25. Nadie está a cargo de tu felicidad, excepto tú.
26. Etiqueta cada uno de esos llamados desastres con esta frase: "En 5 años, ¿esto importará?"
27. Siempre escoge la vida.
28. Perdona a todo y a todos.
29. Lo que otros piensan de ti no es tu problema.
30. El tiempo cura casi todo. Dale o date tiempo.
31. Por más buena o mala que una situación sea, va a cambiar.
32. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
33. Cree en los milagros.
34. Dios te ama por quien eres, no por nada que hayas hecho o dejado de hacer.
35. No audiciones para la vida. Preséntate y haz lo mejor de ella.
36. Envejecer es una mejor alternativa que morir joven.
37. Tus hijos solo tienen una infancia.
38. Todo lo que importa al final es que hayas amado.
39. Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
40. Si todos tiráramos nuestros problemas en una fuente y viéramos los problemas del resto, agarraríamos nuestro saco de nuevo.
41. La envidia es una pérdida de tiempo. Ya tienes todo lo que necesitas.
42. Lo mejor está por venir.
43. No importa cómo te sientas, levántate, cámbiate y
preséntate.
44. Cede.
45. La vida no tiene un moño encima, pero aún así es un regalo.
domingo, 20 de diciembre de 2009
Avatar: un peliculón
Ya sé que dije que no iba a escribir más, pero no puedo dejar de comentar esta película. Impresionante, los efectos especiales son lo mejor que he visto con diferencia. El argumento es muy creíble. Los personajes con los que te puedes identificar. Emotiva, pero no triste, al contrario, da un mensaje de esperanza muy bonito. Muchas escenas de guerra para mi gusto, acción a raudales. No descae en ningún momento. Muchos mensajes: en contra de la avaricia y el imperialismo, por una parte; a favor de la solidaridad y la paz. Con un fondo religioso importante, que nos recuerda que existe más de lo que podemos ver. Una gran película para todos.
sábado, 19 de diciembre de 2009
Escribir columnas
Esto es un fragmento de un artículo de Andrés Ibáñez:
"A cada columna que escribes, me dicen, te ganas un enemigo. Me pregunto si lo contrario no será también cierto, y si no me ganaré también amigos por ahí, amigos desconocidos y mudos. Pero ¿cómo puede ser enemigo mío alguien que no sabe nada de mí, que no sabe cómo suena mi voz, alguien con quien jamás he hablado? En este país se odia demasiado. Me pregunto a quén estaré ofendiendo al escribir esta columna. Me pregunto qué maravillosa oportunidad de mi vida estaré borrando para siempre en este momento, palabra por palabra. Quién estará decidiendo en este momento ir a por mí. Quién estará decidiendo cerrarme la puerta para siempre. Puertas de las que no había ni oído hablar, oportunidades que no había imaginado.(...) Uno piensa que cuando escribe lo que hace es construir una casa. Crear una isla. Una barca. Una góndola. La barquilla de un globo aerostático. Una nave espacial. Algo que acoge, que recibe, que avanza, que llega. Esto es lo que debería ser realmente escribir, y lo que sin duda será en otros lugares más reales que este lugar en que vivimos. (...)"
A veces yo también me pregunto cómo es posible que tanta gente que no me conoce me juzgue precipitadamente a partir de un solo artículo. Me pregunto cómo me imaginarán: algunos muy guapa y otros muy fea, algunos muy formal y otros vulgar, según sus simpatías. Es lo que tiene este mundo de dos dimensiones donde sólo nos comunicamos a través de lo escrito. Supongo que ya me he acostumbrado, pero al principio me chocaba mucho que tanta gente se creyera una autoridad en mi persona, pero sobretodo que algunos pudieran incluso llegar a insultarme sólo por no estar de acuerdo conmigo. Pero ahora lo comprendo mejor después de leer este otro artículo "Del diálogo al pressing catch", publicado en Abc:
"Los todólogos, una suerte de especie protegida en vías de peligrosa reproducción, copan hoy los principales medios informativos de nuestro país. (...) Los todólogos opinan con pretendida autoridad sobre los aspectos más diversos sin arredrarse ante la complejidad de los mismos. Lo hacen exhibiendo casi siempre un conocimiento admirable, si tuviera una sólida base, y unas dogmáticas certezas que sonrojan a quienes comprenden que el saber requiere algo más que una rápida y superficial documentación en ese supermercado de la inmediatez que es internet. (...) Junto a esos todólogos militantes conviven también tertulianos que se afanan en introducir opiniones formadas, razonamientos que faciliten la interpretación de los acontecimientos huyendo del slogan propagandístico. Sin embargo, el enfrentamiento es desigual, pues los todólogos son como comprometidos luchadores de pressing catch que llevan su lucha al límite con magistral impostura para construir un magistral espectáculo."
"Escribir en España es llorar". Larra
"A cada columna que escribes, me dicen, te ganas un enemigo. Me pregunto si lo contrario no será también cierto, y si no me ganaré también amigos por ahí, amigos desconocidos y mudos. Pero ¿cómo puede ser enemigo mío alguien que no sabe nada de mí, que no sabe cómo suena mi voz, alguien con quien jamás he hablado? En este país se odia demasiado. Me pregunto a quén estaré ofendiendo al escribir esta columna. Me pregunto qué maravillosa oportunidad de mi vida estaré borrando para siempre en este momento, palabra por palabra. Quién estará decidiendo en este momento ir a por mí. Quién estará decidiendo cerrarme la puerta para siempre. Puertas de las que no había ni oído hablar, oportunidades que no había imaginado.(...) Uno piensa que cuando escribe lo que hace es construir una casa. Crear una isla. Una barca. Una góndola. La barquilla de un globo aerostático. Una nave espacial. Algo que acoge, que recibe, que avanza, que llega. Esto es lo que debería ser realmente escribir, y lo que sin duda será en otros lugares más reales que este lugar en que vivimos. (...)"
A veces yo también me pregunto cómo es posible que tanta gente que no me conoce me juzgue precipitadamente a partir de un solo artículo. Me pregunto cómo me imaginarán: algunos muy guapa y otros muy fea, algunos muy formal y otros vulgar, según sus simpatías. Es lo que tiene este mundo de dos dimensiones donde sólo nos comunicamos a través de lo escrito. Supongo que ya me he acostumbrado, pero al principio me chocaba mucho que tanta gente se creyera una autoridad en mi persona, pero sobretodo que algunos pudieran incluso llegar a insultarme sólo por no estar de acuerdo conmigo. Pero ahora lo comprendo mejor después de leer este otro artículo "Del diálogo al pressing catch", publicado en Abc:
"Los todólogos, una suerte de especie protegida en vías de peligrosa reproducción, copan hoy los principales medios informativos de nuestro país. (...) Los todólogos opinan con pretendida autoridad sobre los aspectos más diversos sin arredrarse ante la complejidad de los mismos. Lo hacen exhibiendo casi siempre un conocimiento admirable, si tuviera una sólida base, y unas dogmáticas certezas que sonrojan a quienes comprenden que el saber requiere algo más que una rápida y superficial documentación en ese supermercado de la inmediatez que es internet. (...) Junto a esos todólogos militantes conviven también tertulianos que se afanan en introducir opiniones formadas, razonamientos que faciliten la interpretación de los acontecimientos huyendo del slogan propagandístico. Sin embargo, el enfrentamiento es desigual, pues los todólogos son como comprometidos luchadores de pressing catch que llevan su lucha al límite con magistral impostura para construir un magistral espectáculo."
"Escribir en España es llorar". Larra
viernes, 18 de diciembre de 2009
Zapatero tiene un plan
"ESPAÑA se ha convertido en el primer productor mundial de paro, para envidia de Zimbawe, pero la multitud atolondrada de los analistas económicos sigue picoteando (¡pitas, pitas, pitas!) el grano que diariamente Zapatero arroja en el comedero de las discusiones bizantinas: que si la presión fiscal sube o baja, que si la reforma impositiva afectará a los impuestos directos o indirectos, que si patatín, que si patatán. Y, mientras Zapatero mantiene bien provisto el comedero de las discusiones bizantinas, completa el diseño de su plan para ganar las próximas elecciones, y las próximas, y así hasta que San Juan baje el dedo. Es un plan tan evidente que, como la carta robada de Poe, pasa inadvertido a quienes se empeñan en buscarlo en escondrijos recónditos. Zapatero sabe que el paro no hará sino crecer en los próximos años; sabe que, en apenas unos meses, la cifra de desempleados, abastecida con las nuevas incorporaciones que deparará el naufragio del Plan E, aquel trampantojo con el que se crearon puestos de trabajo superfluos y efímeros, alcanzará los cinco millones, que no harán sino incrementarse en los meses siguientes. Zapatero sabe que cifras tan abultadas pueden desencadenar una revuelta social; pero también sabe que, si se gestionan con astucia, constituyen una provisión de votos formidable que le asegurará la permanencia sine die en la poltrona
.
.
¿Y cómo se consigue que los parados voten en masa al hombre que los ha dejado sin trabajo? El método es simplicísimo; basta contemplar la naturaleza y reparar en la argucia que las hormigas emplean para apacentar a los pulgones, a quienes satisfacen en sus necesidades básicas para después extraerles esa secreción azucarada que constituye su predilecta ambrosía. La ambrosía predilecta de Zapatero son los votos que le garantizan la permanencia en la poltrona; y para ello se dispone a satisfacer las necesidades básicas de su rebaño de pulgones, que son los millones de parados que previamente ha fabricado. Se dispone a mantenerlos en un estado de «pobreza controlada», como los bodegueros mantienen los vinos a una temperatura constante que favorezca su fermentación, subsidiados con la limosnilla que conseguirá recaudar a costa de empobrecer a las clases medias; empobrecimiento que, a su vez, irá generando nuevas remesas de parados... y nuevas remesas de votos. Porque Zapatero se va a preocupar de que a ningún parado le falte la limosnilla, como las hormigas se preocupan de socorrer a los pulgones en sus necesidades básicas. Así, los parados se acostumbrarán a sobrevivir con la limosnilla; incluso encontrarán apetitosa la limosnilla que les garantiza la supervivencia; y olvidarán que un día tuvieron trabajo. O dicho con mayor exactitud: atribuirán la pérdida de su trabajo a la fatalidad de la crisis global, que según la propaganda se ha encargado de repetir machaconamente fue desatada por la avaricia de los tiburones capitalistas, y se abrazarán a la limosnilla que les reparte Zapatero, encumbrado para entonces a la categoría de redentor.
Así, Zapatero se asegurará la secreción azucarada que le garantiza la permanencia en la poltrona; y si en algún momento el rebaño de pulgones titubease en su ímpetu clientelar, si en algún momento les resultase enojoso ese estado de «pobreza controlada» en el que sobreviven, Zapatero se encargará de pacificarlos mediante la inyección de una dosis de resentimiento, recordándoles que él se ha preocupado de garantizar su subsistencia arrebatando el dinero a los ricos, que es como la propaganda llama a las clases medias. Así es como Zapatero se asegurará la permanencia sine die en la poltrona, mientras España se convierte en el primer productor mundial de paro, para envidia de Zimbawe; y a los analistas económicos nunca les faltará (¡pitas, pitas, pitas!) la provisión de grano en el comedero de las discusiones bizantinas".
www.juanmanueldeprada.com
jueves, 17 de diciembre de 2009
Casarse de penalty
¿Cuántas parejas se han casado porque ella estaba embarazada y han formado una familia feliz? Yo creo que la mayoría de ellas. Cuando el hijo es fruto del amor, da igual si viene en mal momento. Incluso, cuando no lo es, compensa todas las dificultades.
Madonna - Papa, don't preach - Papá, no me sermonees
"Papa I know you're going to be upset - papá, sé que te vas a enfadar
'Cause I was always your little girl - porque siempre he sido tu niña pequeña
But you should know by now - pero tú ya deberías saber
I'm not a baby - que no soy una niña.
You always taught me right from wrong - Tú siempre me enseñaste el bien y el mal
I need your help, daddy please be strong - Necesito tu ayuda, papá por favor, sé fuerte
I may be young at heart - puedo ser joven de corazón
But I know what I'm saying - pero sé lo que estoy diciendo
The one you warned me all about - el chico sobre el cual me advertiste
The one you said I could do without - el que dijiste que me podría pasar sin él
We're in an awful mess, and I don't mean maybe - please - Estamos es un lío terrible, y no digo quizás...
Papa don't preach, I'm in trouble deep- Papá no me sermonees, estoy en un problema terrible
Papa don't preach, I've been losing sleep _ Papá no me sermonees, he estado perdiendo el sueño
But I made up my mind, I'm keeping my baby, oh - pero he tomado mi decisión, voy tener a mi bebé
I'm gonna keep my baby, mmm...- Voy a tener a mi bebé.
He says that he's going to marry me - Él dice que se va a casar conmigo
We can raise a little family - Podemos levantar un pequeña familia
Maybe we'll be all right - Tal vez toda irá bien
It's a sacrifice - Es un sacrificio
But my friends keep telling me to give it up - Pero mis amigos me dicen que tire la toalla
Saying I'm too young, I ought to live it up - Dicen que soy demasiado joven y debería vivirlo
What I need right now is some good advice, please - Lo que ahora necesito es un buen consejo, por favor
.Daddy, daddy if you could only see - Papá, si tú sólo pudieras ver
Just how good he's been treating me - Sólo lo bien que me está tratando él
You'd give us your blessing right now - Nos darías tu bendición ahora mismo
'Cause we are in love, we are in love, so please - Porque estamos enamorados, así que por favor...
Papa don't preach, I'm in trouble deep
Papa don't preach, I've been losing sleep
Oh, I'm gonna keep my baby, ooh
Don't you stop loving me daddy
I know, I'm keeping my baby".- Sé que voy a quedarme con mi hijo.
Madonna - Papa, don't preach - Papá, no me sermonees
"Papa I know you're going to be upset - papá, sé que te vas a enfadar
'Cause I was always your little girl - porque siempre he sido tu niña pequeña
But you should know by now - pero tú ya deberías saber
I'm not a baby - que no soy una niña.
You always taught me right from wrong - Tú siempre me enseñaste el bien y el mal
I need your help, daddy please be strong - Necesito tu ayuda, papá por favor, sé fuerte
I may be young at heart - puedo ser joven de corazón
But I know what I'm saying - pero sé lo que estoy diciendo
The one you warned me all about - el chico sobre el cual me advertiste
The one you said I could do without - el que dijiste que me podría pasar sin él
We're in an awful mess, and I don't mean maybe - please - Estamos es un lío terrible, y no digo quizás...
Papa don't preach, I'm in trouble deep- Papá no me sermonees, estoy en un problema terrible
Papa don't preach, I've been losing sleep _ Papá no me sermonees, he estado perdiendo el sueño
But I made up my mind, I'm keeping my baby, oh - pero he tomado mi decisión, voy tener a mi bebé
I'm gonna keep my baby, mmm...- Voy a tener a mi bebé.
He says that he's going to marry me - Él dice que se va a casar conmigo
We can raise a little family - Podemos levantar un pequeña familia
Maybe we'll be all right - Tal vez toda irá bien
It's a sacrifice - Es un sacrificio
But my friends keep telling me to give it up - Pero mis amigos me dicen que tire la toalla
Saying I'm too young, I ought to live it up - Dicen que soy demasiado joven y debería vivirlo
What I need right now is some good advice, please - Lo que ahora necesito es un buen consejo, por favor
.Daddy, daddy if you could only see - Papá, si tú sólo pudieras ver
Just how good he's been treating me - Sólo lo bien que me está tratando él
You'd give us your blessing right now - Nos darías tu bendición ahora mismo
'Cause we are in love, we are in love, so please - Porque estamos enamorados, así que por favor...
Papa don't preach, I'm in trouble deep
Papa don't preach, I've been losing sleep
Oh, I'm gonna keep my baby, ooh
Don't you stop loving me daddy
I know, I'm keeping my baby".- Sé que voy a quedarme con mi hijo.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Madres e hijos
El psicopediatra francés Aldo Naouri. Es escritor, pediatra y psicólogo, nacido en Libia en 1937, y ha cursado estudios de medicina y psicología en París. Ha escrito, entre otros, Hijas y madres (1999, Tusquets), Padres permisivos, hijos tiranos (2004, Tusquets) y Educar a los hijos, tarea urgente (2008, Taurus).
“Creer que una relación horizontal con los hijos puede ser útil o satisfactoria es una locura. En vez de educar demócratas, los padres terminan produciendo dictadores”.
-En otras palabras, “ahora está prohibido prohibir”.
-No solamente eso, sino la promoción del placer sin límites, el individualismo o la potencia infantil. Yo no les digo a las madres qué es lo que tienen que hacer. Les digo: “Este es el objetivo”. Imagínese que una madre se encuentra al volante de un vehículo. Su hijo es el pasajero a quien tiene que llevar a buen destino. Antes, había carteles indicadores. Había luces verdes y rojas, agentes para regular la circulación. E incluso habían puesto al lado de ella una suerte de copiloto, que era el padre de su hijo. Pero hace medio siglo le hicieron creer a esa madre que lo que vale la pena es el viaje, y no el destino. Amordazaron al copiloto y le sacaron los mapas.
-Entonces, ¿qué hace la madre?
-Trata de utilizar su inteligencia, que es lo único que tiene a mano. Y parte del principio de que su hijo, cuando estaba dentro de ella, estaba en absoluta seguridad. Entonces, construirá alrededor de su hijo un útero virtual, infinitamente extensible, de donde nunca deberá salir. Le dará todo lo que quiere. Si la despierta diez veces por día, se levantará diez veces por día, y si quiere que camine a cuatro patas, también lo hará. Al pobre señor que tenía al lado dejará de prestarle atención. Y terminará colocándose en una terrible soledad, que la conduce al divorcio en la mitad de los casos. Esa es la forma en que engañan a la mujer moderna.
-Si esto comenzó hace medio siglo, ¿qué ha pasado con esos “pequeños tiranos” al transformarse en adultos?
-Desde el punto de vista económico, son adultos con un profundo desprecio por el esfuerzo. Quieren ganar dinero, pero, sobre todo, no complicarse la existencia. Quieren todo sin hacer absolutamente nada como contrapartida. Esto explica por qué nos hallamos en la situación actual. La crisis financiera fue provocada por esos individuos, que sólo piensan en sí mismos y en sus deseos, y se olvidan de toda consideración altruista. Esta es una característica del mundo occidental, mientras que en China, en la India y en otros países emergentes, el conjunto de los individuos son gente que, habiendo sido privados de tantas cosas, hacen esfuerzos y los aceptan.
Aclaración: Se me olvidó poner la firma que es de Ana Álvarez.
“Creer que una relación horizontal con los hijos puede ser útil o satisfactoria es una locura. En vez de educar demócratas, los padres terminan produciendo dictadores”.
-En otras palabras, “ahora está prohibido prohibir”.
-No solamente eso, sino la promoción del placer sin límites, el individualismo o la potencia infantil. Yo no les digo a las madres qué es lo que tienen que hacer. Les digo: “Este es el objetivo”. Imagínese que una madre se encuentra al volante de un vehículo. Su hijo es el pasajero a quien tiene que llevar a buen destino. Antes, había carteles indicadores. Había luces verdes y rojas, agentes para regular la circulación. E incluso habían puesto al lado de ella una suerte de copiloto, que era el padre de su hijo. Pero hace medio siglo le hicieron creer a esa madre que lo que vale la pena es el viaje, y no el destino. Amordazaron al copiloto y le sacaron los mapas.
-Entonces, ¿qué hace la madre?
-Trata de utilizar su inteligencia, que es lo único que tiene a mano. Y parte del principio de que su hijo, cuando estaba dentro de ella, estaba en absoluta seguridad. Entonces, construirá alrededor de su hijo un útero virtual, infinitamente extensible, de donde nunca deberá salir. Le dará todo lo que quiere. Si la despierta diez veces por día, se levantará diez veces por día, y si quiere que camine a cuatro patas, también lo hará. Al pobre señor que tenía al lado dejará de prestarle atención. Y terminará colocándose en una terrible soledad, que la conduce al divorcio en la mitad de los casos. Esa es la forma en que engañan a la mujer moderna.
-Si esto comenzó hace medio siglo, ¿qué ha pasado con esos “pequeños tiranos” al transformarse en adultos?
-Desde el punto de vista económico, son adultos con un profundo desprecio por el esfuerzo. Quieren ganar dinero, pero, sobre todo, no complicarse la existencia. Quieren todo sin hacer absolutamente nada como contrapartida. Esto explica por qué nos hallamos en la situación actual. La crisis financiera fue provocada por esos individuos, que sólo piensan en sí mismos y en sus deseos, y se olvidan de toda consideración altruista. Esta es una característica del mundo occidental, mientras que en China, en la India y en otros países emergentes, el conjunto de los individuos son gente que, habiendo sido privados de tantas cosas, hacen esfuerzos y los aceptan.
Aclaración: Se me olvidó poner la firma que es de Ana Álvarez.
martes, 15 de diciembre de 2009
Madre Teresa de Calcuta
Da siempre lo mejor
Madre Teresa de Calcuta
A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas…
Aún así, perdónalas.
Si eres amable, las personas pueden acusarte de ser egoísta e interesado…
Aún así, sé gentil.
Si eres vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos…
Aún así, vence.
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte…
Aún así, sé honesto y franco.
Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra.
Aún así, construye.
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia…
Aún así, sé feliz.
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana…
Aún así, haz el bien.
Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda nunca ser suficiente.
Aún así… da lo mejor de ti mismo.
Y recuerda que, a fin de cuentas…
Es entre tú y Dios,
nunca fue entre tu y ellos.
Madre Teresa de Calcuta
A veces las personas son egoístas, ilógicas e insensatas…
Aún así, perdónalas.
Si eres amable, las personas pueden acusarte de ser egoísta e interesado…
Aún así, sé gentil.
Si eres vencedor, tendrás algunos falsos amigos y algunos enemigos verdaderos…
Aún así, vence.
Si eres honesto y franco, las personas pueden engañarte…
Aún así, sé honesto y franco.
Lo que tardaste años para construir, alguien puede destruirlo de una hora para otra.
Aún así, construye.
Si tienes paz y eres feliz, las personas pueden sentir envidia…
Aún así, sé feliz.
El bien que hagas hoy, puede ser olvidado mañana…
Aún así, haz el bien.
Da al mundo lo mejor de ti, aunque eso pueda nunca ser suficiente.
Aún así… da lo mejor de ti mismo.
Y recuerda que, a fin de cuentas…
Es entre tú y Dios,
nunca fue entre tu y ellos.
lunes, 14 de diciembre de 2009
La manifestación de los sindicatos
Méndez, Toxo y las momias del Canal
MAYTE ALCARAZ
"No es extraño que la izquierda galopante española clame por la memoria histórica. En el fondo, muchos de ellos son un remedo de lo peor de nuestro pasado. Los sindicatos son un ejemplo. Como una réplica de la piedra Rosetta, que tanto hermosea en la maravillosa exposición que acaba de inaugurar el Canal de Isabel II, Cándido Méndez y Fernández Toxo, enchufados a la ubre de Moncloa, se pasearon ayer por Madrid recordando a todos que el sindicalismo vertical no ha terminado, con bocadillo, autocares y una propinilla para los engañados, incluidos. Lejos de defender los derechos de casi cuatro millones de desempleados (a los que la insolvente política del Gobierno ha mandado a sus casas), se dedicaron a sacar la cara precisamente por el verdugo de esos parados.
Cuando se vive de las prebendas del poder y del pensamiento gregario, es casi obligado buscar actos de reafirmación de lo que uno no es: independiente, honrado, defensor de los que menos tienen... Por el momento, cada vez que se han sentado a hablar con los empleadores estos sindicalistas se han levantado de la mesa por no querer afrontar una reforma laboral cada vez más imperiosa. Pero, eso es verdad, aunque se hayan levantado de una han corrido a otra, la del Gobierno, para negociar más colesterol para sus magras arcas. El sarcasmo es tal que hasta se buscaron ayer un acompañamiento de purpurina para blindar al Gobierno y castigar a los emprendedores: Pilar Bardem y Wyoming, que actuaron de teloneros. Por cierto, es justo preguntarse cuándo trabajan estos reputados representantes de la intelectualidad, tan hipotecado como tienen su tiempo entre visitar a Haidar, misivas a La Zarzuela y bolos sindicales.
Algún día estos fabuladores del presupuestos público tendrán que rendir cuentas ante sus afiliados. Mientras tanto, yo prefiero las momias egipcias que el Museo Británico ha prestado a la Comunidad de Madrid. Son más naturales".
MAYTE ALCARAZ
"No es extraño que la izquierda galopante española clame por la memoria histórica. En el fondo, muchos de ellos son un remedo de lo peor de nuestro pasado. Los sindicatos son un ejemplo. Como una réplica de la piedra Rosetta, que tanto hermosea en la maravillosa exposición que acaba de inaugurar el Canal de Isabel II, Cándido Méndez y Fernández Toxo, enchufados a la ubre de Moncloa, se pasearon ayer por Madrid recordando a todos que el sindicalismo vertical no ha terminado, con bocadillo, autocares y una propinilla para los engañados, incluidos. Lejos de defender los derechos de casi cuatro millones de desempleados (a los que la insolvente política del Gobierno ha mandado a sus casas), se dedicaron a sacar la cara precisamente por el verdugo de esos parados.
Cuando se vive de las prebendas del poder y del pensamiento gregario, es casi obligado buscar actos de reafirmación de lo que uno no es: independiente, honrado, defensor de los que menos tienen... Por el momento, cada vez que se han sentado a hablar con los empleadores estos sindicalistas se han levantado de la mesa por no querer afrontar una reforma laboral cada vez más imperiosa. Pero, eso es verdad, aunque se hayan levantado de una han corrido a otra, la del Gobierno, para negociar más colesterol para sus magras arcas. El sarcasmo es tal que hasta se buscaron ayer un acompañamiento de purpurina para blindar al Gobierno y castigar a los emprendedores: Pilar Bardem y Wyoming, que actuaron de teloneros. Por cierto, es justo preguntarse cuándo trabajan estos reputados representantes de la intelectualidad, tan hipotecado como tienen su tiempo entre visitar a Haidar, misivas a La Zarzuela y bolos sindicales.
Algún día estos fabuladores del presupuestos público tendrán que rendir cuentas ante sus afiliados. Mientras tanto, yo prefiero las momias egipcias que el Museo Británico ha prestado a la Comunidad de Madrid. Son más naturales".
sábado, 12 de diciembre de 2009
Adios
Pensaba poner una canción de despedida, pero el dispositivo de google no me funciona, y ya no me vale la pena buscar otro. Así que aquí os dejo con mi música de cabecera. Hasta siempre, que os vaya bien. Seguiré publicando de vez en cuando, textos que me gusten, con los que esté de acuerdo, pero no escritos por mí. Espero seguir visitando algunas páginas. Ha sido un placer. Gracias por todo. Besos.
Escribí una movida tan normal
como tú, como yo y como es.
Conté la historia de mi vida en verso "abc"
que a veces me conviene.
Soñé que la vida es una peli de Buñuel,
que nunca acaba bien,
que siempre me pone a cien.
Que no te tengo delante
y eres lo más importante.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Cuando mi alma se enamora
entre ronquido y ronquido.
Después de comerme el tarro dejé de escribir,
qué cosas más raras pienso, pensé.
Te busqué en el garito que siempre sueles ir,
pero no te encontré,
aunque no perdí la fe,
y hoy te escribo en un papel
"no tengo Internet"
o pinto en la pared,
¡la pared pa quien la pinte!
o hago un disco de Jazz para jugar al despiste.
Que no te tengo delante
y eres lo más importante.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Cuando mi alma se enamora
entre ronquido y ronquido.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Después de comerme el tarro dejé de escribir
Estopa. Jugar al despiste
Escribí una movida tan normal
como tú, como yo y como es.
Conté la historia de mi vida en verso "abc"
que a veces me conviene.
Soñé que la vida es una peli de Buñuel,
que nunca acaba bien,
que siempre me pone a cien.
Que no te tengo delante
y eres lo más importante.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Cuando mi alma se enamora
entre ronquido y ronquido.
Después de comerme el tarro dejé de escribir,
qué cosas más raras pienso, pensé.
Te busqué en el garito que siempre sueles ir,
pero no te encontré,
aunque no perdí la fe,
y hoy te escribo en un papel
"no tengo Internet"
o pinto en la pared,
¡la pared pa quien la pinte!
o hago un disco de Jazz para jugar al despiste.
Que no te tengo delante
y eres lo más importante.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Cuando mi alma se enamora
entre ronquido y ronquido.
Mi mente es la lavadora,
mis palabras son las manchas,
mi boca es una pistola,
se dispara si te marchas,
pero no cuentes las horas
que no he pasado contigo,
yo no cuento ni una sola,
se me han pasado dormido.
Después de comerme el tarro dejé de escribir
Estopa. Jugar al despiste
viernes, 11 de diciembre de 2009
Navidades de verdad
Hay quien dice que a la Navidad deberíamos llamarle fiestas de invierno, ahora que la mayoría de los españoles ya no se consideran católicos. Hubo un tiempo en que Europa no se llamaba así, sino que era la Cristiandad. Durante más de dos mil años el cristianismo se convirtió en la razón de ser de los países de este continente y muchos otros en América o Asia. Las diferentes opciones: católicos, protestantes, heterodoxos no eran más que distintos nombres para una misma fe.
Mientras nosotros íbamos olvidando el origen de nuestras leyes y tradiciones y todo nuestro modo de entender la sociedad, en otra parte del mundo el islamismo se está volviendo cada vez más radical. Unos piensan que la religión ya no es necesaria y otros están dispuestos a todo para imponerla al resto. Qué mundo más contradictorio. El problema real es que aquellos que abandonan sus principios morales son presa fácil para otros grupos humanos que conservan un nexo de unión fuerte.
No me gustan nada las fiestas de Navidad tal como las vivimos ahora. Cuando era pequeña, los regalos no eran más que una parte del hecho de reencontrarse con la familia y pasar un buen rato juntos. Ahora el consumismo se ha convertido en el auténtico motivo de que nos reunamos. Gastar en objetos innecesarios, gastar en comidas que nos van a provocar una indisgestión, gastar en ropa para la ocasión, salir de fiesta y perder el control, despertarse al día siguiente pensando: nunca más; volver a repetir el año siguiente porque no puedes hacerle eso a tus padres.
Todo esto acompañado de un inmenso paripé formado a partes iguales por belenes y reyes magos, o papa noel con sus renos; símbolos cristianos que no tienen ningún sentido en esta bacanal de desenfreno. Añadimos la relación con personas a las que no ves el resto del año, y no es porque vivan en Kuwait, y las posibilidades de que algo salga mal se multiplican por mil. Pero hay que cumplir una vez más con el ritual, aunque sólo sea por los niños. Para celebrar el nacimiento de Jesucristo no necesito una fecha determinada. De verdad que el día que impongan unas navidades laicas seré la primera en agradecerlo.
Mientras nosotros íbamos olvidando el origen de nuestras leyes y tradiciones y todo nuestro modo de entender la sociedad, en otra parte del mundo el islamismo se está volviendo cada vez más radical. Unos piensan que la religión ya no es necesaria y otros están dispuestos a todo para imponerla al resto. Qué mundo más contradictorio. El problema real es que aquellos que abandonan sus principios morales son presa fácil para otros grupos humanos que conservan un nexo de unión fuerte.
No me gustan nada las fiestas de Navidad tal como las vivimos ahora. Cuando era pequeña, los regalos no eran más que una parte del hecho de reencontrarse con la familia y pasar un buen rato juntos. Ahora el consumismo se ha convertido en el auténtico motivo de que nos reunamos. Gastar en objetos innecesarios, gastar en comidas que nos van a provocar una indisgestión, gastar en ropa para la ocasión, salir de fiesta y perder el control, despertarse al día siguiente pensando: nunca más; volver a repetir el año siguiente porque no puedes hacerle eso a tus padres.
Todo esto acompañado de un inmenso paripé formado a partes iguales por belenes y reyes magos, o papa noel con sus renos; símbolos cristianos que no tienen ningún sentido en esta bacanal de desenfreno. Añadimos la relación con personas a las que no ves el resto del año, y no es porque vivan en Kuwait, y las posibilidades de que algo salga mal se multiplican por mil. Pero hay que cumplir una vez más con el ritual, aunque sólo sea por los niños. Para celebrar el nacimiento de Jesucristo no necesito una fecha determinada. De verdad que el día que impongan unas navidades laicas seré la primera en agradecerlo.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Los niños y la comida
Estaba en un bar tomando un café y en la mesa de al lado había dos hombres y una mujer hablando sobre sus hijos. Decía uno que su niño le deja la comida en el plato cuando no le gusta, aunque él se haya pasado una hora preparándola. Decía otro que su niña sólo come la tortilla de patatas del colegio porque la de su padre no le gusta. Decía la otra que su niño no prueba nada que no esté empanado.
Tuve que hacer un esfuerzo para no levantarme y echarles la bronca. Ahora son niños pero mañana serán adolescentes que se pensarán que tienen todos los derechos y ninguna obligación. Hay un libro de Javier Urra, que se llama "Educar con sentido común" que deberían entregar al hacer el registro del recien nacido. No se puede hacer peor las cosas ni a propósito.
Recuerdo que una vez se me ocurrió hacer un comentario a una señora mejicana, sobre que no debería darle a elegir a su hijo a la hora de la comida. Se ofendió mucho y todos sus amigos con ella, así que no volví a entrar. No me explico cómo no resulta evidente a algunas personas que nuestros hijos no pueden disfrutar en casa de un menú personalizado porque no es bueno para ellos.
Si les das a elegir, no comerían otra cosa que pasta y hamburguesas, lo cual, naturalmente, perjudica a su salud y su crecimiento. De hecho, yo conozco niños que practicamente se alimentan de coca cola y patatas fritas y luego encima se quejan de que les duele la tripa. No hay que ofrecerles lo que quieren, sino lo que necesitan. La solución no puede ser más sencilla: "No hay otra cosa". No hace falta ni discutir.
Existen alimentos y sabores a los que el paladar debe acostumbrarse, como son las verduras, el pescado o las legumbres, y son precisamente los más sanos. Un niño que no los come de pequeño, tampoco los comerá de adulto, con lo cual se convierte en candidato a múltiples enfermedades. Si queremos a nuestros hijos tenemos la obligación de acostumbrarlos a esa comida.
Tuve que hacer un esfuerzo para no levantarme y echarles la bronca. Ahora son niños pero mañana serán adolescentes que se pensarán que tienen todos los derechos y ninguna obligación. Hay un libro de Javier Urra, que se llama "Educar con sentido común" que deberían entregar al hacer el registro del recien nacido. No se puede hacer peor las cosas ni a propósito.
Recuerdo que una vez se me ocurrió hacer un comentario a una señora mejicana, sobre que no debería darle a elegir a su hijo a la hora de la comida. Se ofendió mucho y todos sus amigos con ella, así que no volví a entrar. No me explico cómo no resulta evidente a algunas personas que nuestros hijos no pueden disfrutar en casa de un menú personalizado porque no es bueno para ellos.
Si les das a elegir, no comerían otra cosa que pasta y hamburguesas, lo cual, naturalmente, perjudica a su salud y su crecimiento. De hecho, yo conozco niños que practicamente se alimentan de coca cola y patatas fritas y luego encima se quejan de que les duele la tripa. No hay que ofrecerles lo que quieren, sino lo que necesitan. La solución no puede ser más sencilla: "No hay otra cosa". No hace falta ni discutir.
Existen alimentos y sabores a los que el paladar debe acostumbrarse, como son las verduras, el pescado o las legumbres, y son precisamente los más sanos. Un niño que no los come de pequeño, tampoco los comerá de adulto, con lo cual se convierte en candidato a múltiples enfermedades. Si queremos a nuestros hijos tenemos la obligación de acostumbrarlos a esa comida.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Revistas del corazón
Reconozco que de vez en cuando echo una ojeada a esa clase de prensa y me suelo quedar horrorizada por lo que veo. Estos periodistas intentan ponerlo todo de color de rosa y convencernos de que el mundo va bien. El hijo de Carolina de Mónaco sale a comer con su familia y su novia de cinco años, la noche después de haberse liado con otra. Madonna pasa las vacaciones con un chico que podría ser su hijo, mientras su hija de doce años ejercer de madre de los dos muñecos de tamaño natural que su madre ha adoptado; y que ni siquiera son realmente huérfanos. La famosa de turno posa sonriente con su marido y sus hijos, dos semanas antes de volver a posar igual de contenta, pero ya separada. Otra modelo nos presenta a su novio del verano, que hace el número diez o veinte, pero los periodistas insisten en que una vez más es el amor de su vida.
Ricos de verdad nos cuentan sus obras de caridad, mientras hacen ostentación de sus despilfarros. Otros toman un "merecido descanso", y yo me pregunto ¿de qué?. Padres y madres presumen de lo bien que se lo pasan con sus hijos, los cuatro días al año que coinciden. Otras parejas simplemente se van de vacaciones sin los niños y supongo que los dejan con la cuidadora. Otro grupo de famosos encuentra una excusa, solidaria o no, para dar unas fiestas y estrenar ropa. Hombres y mujeres en la cincuentena se siguen comportando como cuando eran veinteañeros. Y todo esto sirve de ejemplo para el público en general; y, especialmente los jóvenes, que sueñan con ser algún día un cabeza hueca más, con dinero suficiente para comprar compañía y después pagar o recibir las pensiones de divorcio correspondientes.
Ricos de verdad nos cuentan sus obras de caridad, mientras hacen ostentación de sus despilfarros. Otros toman un "merecido descanso", y yo me pregunto ¿de qué?. Padres y madres presumen de lo bien que se lo pasan con sus hijos, los cuatro días al año que coinciden. Otras parejas simplemente se van de vacaciones sin los niños y supongo que los dejan con la cuidadora. Otro grupo de famosos encuentra una excusa, solidaria o no, para dar unas fiestas y estrenar ropa. Hombres y mujeres en la cincuentena se siguen comportando como cuando eran veinteañeros. Y todo esto sirve de ejemplo para el público en general; y, especialmente los jóvenes, que sueñan con ser algún día un cabeza hueca más, con dinero suficiente para comprar compañía y después pagar o recibir las pensiones de divorcio correspondientes.
domingo, 6 de diciembre de 2009
¿Es mejor así?
España se ha convertido en uno de los países donde más divorcios se producen al año. Tantos que me pregunto cuánto tardarán en ser mayoría las parejas divorciadas sobre las casadas. Ante estas situaciones siempre sale el comentario de "es mejor para los dos porque no podíamos seguir así". Pero estoy convencida de que al cabo de unos años, tal vez cinco, tal vez diez, la mayoría de ellos se arrepienten de haber dado ese paso y se preguntan si hicieron lo suficiente para evitarlo.
La convivencia no es fácil, menos todavía entre dos personas que pasan mucho tiempo juntas. Además el tiempo pasa y las circunstancias cambian obligando a cada cual a adaptarse, no sólo a sus propios problemas sino también los de su pareja. Se añade la falta de tiempo, el cansancio, el estrés, la preocupación por los hijos si los hay... y llega un momento en la vida de toda pareja en que te preguntas si vale la pena seguir luchando por entenderse.
Lo fácil es marcharse, abrir la puerta y no volver más. Lo cómodo es decir lo que piensas, no escuchar y zanjar el tema. Lo rápido es poner tierra por medio, firmar unos papeles y olvidar el pasado. Pero entonces estás tirando a la basura unos años, todo el cariño que pusiste en esa persona, toda la ilusión y los planes de futuro, a cambio de nada. Te espera un futuro incierto donde posiblemente no encuentres a nadie mejor y no vuelvas nunca a recuperar lo que tuviste.
Es fácil acabar una relación, lo difícil es quedarse, lo duro es intentar olvidar, perdonar y seguir adelante. Pero el éxito es para los luchadores, para los que no se rinden, para los que buscan puntos en común entre las desavenencias y se agarran a los buenos recuerdos, a lo que hemos vivido juntos. Las parejas que perduran no son las que tenían todo a favor, sino las que no tiran la toalla. El amor no es una loteria, es un trabajo diario.
No existe la relación perfecta ni la persona ideal que va a complementar todas tus necesidades. No hay rosas sin espinas ni es cierto que algunos no discutan nunca o no se peleen. Nadie está siempre de acuerdo, nadie se lleva siempre bien. La diferencia está en que algunos miramos adelante y no nos dejamos vencer por las dificultades. Ponemos la voluntad de querer por encima de todo y eso hace que todo compense. El premio es la felicidad.
La convivencia no es fácil, menos todavía entre dos personas que pasan mucho tiempo juntas. Además el tiempo pasa y las circunstancias cambian obligando a cada cual a adaptarse, no sólo a sus propios problemas sino también los de su pareja. Se añade la falta de tiempo, el cansancio, el estrés, la preocupación por los hijos si los hay... y llega un momento en la vida de toda pareja en que te preguntas si vale la pena seguir luchando por entenderse.
Lo fácil es marcharse, abrir la puerta y no volver más. Lo cómodo es decir lo que piensas, no escuchar y zanjar el tema. Lo rápido es poner tierra por medio, firmar unos papeles y olvidar el pasado. Pero entonces estás tirando a la basura unos años, todo el cariño que pusiste en esa persona, toda la ilusión y los planes de futuro, a cambio de nada. Te espera un futuro incierto donde posiblemente no encuentres a nadie mejor y no vuelvas nunca a recuperar lo que tuviste.
Es fácil acabar una relación, lo difícil es quedarse, lo duro es intentar olvidar, perdonar y seguir adelante. Pero el éxito es para los luchadores, para los que no se rinden, para los que buscan puntos en común entre las desavenencias y se agarran a los buenos recuerdos, a lo que hemos vivido juntos. Las parejas que perduran no son las que tenían todo a favor, sino las que no tiran la toalla. El amor no es una loteria, es un trabajo diario.
No existe la relación perfecta ni la persona ideal que va a complementar todas tus necesidades. No hay rosas sin espinas ni es cierto que algunos no discutan nunca o no se peleen. Nadie está siempre de acuerdo, nadie se lleva siempre bien. La diferencia está en que algunos miramos adelante y no nos dejamos vencer por las dificultades. Ponemos la voluntad de querer por encima de todo y eso hace que todo compense. El premio es la felicidad.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Emociones
Creo que he aprendido mucho en la escuela de la vida. Por suerte, más por experiencia ajena que propia. Pero soy una persona de emociones muy intensas. No es tanto lo que te sucede sino el modo en que lo vives. Sé lo que sentirse sola e incomprendida por casi todos y no tener un amigo en quien confiar. Sé lo que es sentirse desbordada por las circunstancias y no poder más, pero tener que seguir adelante. Sé lo que es echar de menos sin esperanza y ver pasar los días, meses y años, todos iguales. Sé lo que es preocuparse por el futuro, sabiendo que no está en tu mano solucionar nada. Pero no se puede permitir que la emotividad gobierne tu vida. Hay que mantener siempre la cabeza en su sitio.
También he vivido muchas experiencias ajenas de los múltiples problemas que puede traer la vida: amor, celos, traición, desamor, alcohol, drogas, depresión, anorexia, apatía, extremismo, enfermedad, locura... Lo he sufrido como propio y he archivado todo en mi cabeza. Practicamente no existe situación que no haya vivido de un modo u otro. Y ahora además cuento con los testimonios de internet. A veces me gustaría no conocer nada y no sentirme capaz de opinar sobre ningún tema. A veces también a mí me invade el vacío y me pregunto si tantas emociones valen la pena. Entonces me pongo a rezar porque es lo único que me consuela y me ayuda a no perder la perspectiva de la realidad.
También he vivido muchas experiencias ajenas de los múltiples problemas que puede traer la vida: amor, celos, traición, desamor, alcohol, drogas, depresión, anorexia, apatía, extremismo, enfermedad, locura... Lo he sufrido como propio y he archivado todo en mi cabeza. Practicamente no existe situación que no haya vivido de un modo u otro. Y ahora además cuento con los testimonios de internet. A veces me gustaría no conocer nada y no sentirme capaz de opinar sobre ningún tema. A veces también a mí me invade el vacío y me pregunto si tantas emociones valen la pena. Entonces me pongo a rezar porque es lo único que me consuela y me ayuda a no perder la perspectiva de la realidad.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Conduciendo por la vida
Soy una gran defensora de la idea de que por la manera de conducir se conoce a las personas. Por desgracia, la mayoría dan la impresión de estar terriblemente estresados, pero de vez en cuando te encuentras a alguien que te cede el paso y te alegra el día. Yo creo que viene a haber un veinte por ciento de egoístas, un sesenta de indiferentes, que sólo van a lo suyo y otro bendito veinte por ciento de gente decente. Junto a mi casa hay un cruce complicado y lo compruebo cada mañana.
En cuanto a nosotros, es curioso, porque mi marido da la impresión de persona seria y controlada, pero, como yo le digo, conduce como un adolescente. No en el sentido de que vaya como loco, sino que practica una conducción deportiva muy juvenil. No hay cosa que más le guste que adelantar por el carril derecho (sin peligro) o meterse entre dos autobuses. Yo lo paso fatal, pero tiene muy buenos reflejos. Todo lo contrario que yo, que no me atrevo a salir de mi ciudad.
Sin embargo, yo también saco el carácter en el coche. No, no me dedico a insultar a nadie. Me refiero a que soy escrupulosamente respetuosa con las normas de tráfico. No paso nunca de cincuenta kilómetros por hora en zona urbana, paro en los pasos de cebra y demás. Pero si llego a la rotonda y me puedo meter entre dos coches, o en el cruce tengo diez segundos para pasar acelerando a tope, ahí estoy yo. Y el caso es que paso miedo, pero lo hago, porque de otro modo estorbaría al tráfico.
Así que, realmente creo que nuestra persona de conducir refleja la personalidad. Ni mi marido es una persona tan formal, ni yo soy tan cautelosa. Él conserva un temperamento juvenil y yo el arrojo que tenía cuando éramos novios y decíamos una mañana: nos vamos a Londres, pues nos vamos, y no lo pensábamos más. En el fondo seguimos siendo los mismos aventureros, aunque ahora la aventura sean nuestros hijos y la defensa de nuestros valores.
En cuanto a nosotros, es curioso, porque mi marido da la impresión de persona seria y controlada, pero, como yo le digo, conduce como un adolescente. No en el sentido de que vaya como loco, sino que practica una conducción deportiva muy juvenil. No hay cosa que más le guste que adelantar por el carril derecho (sin peligro) o meterse entre dos autobuses. Yo lo paso fatal, pero tiene muy buenos reflejos. Todo lo contrario que yo, que no me atrevo a salir de mi ciudad.
Sin embargo, yo también saco el carácter en el coche. No, no me dedico a insultar a nadie. Me refiero a que soy escrupulosamente respetuosa con las normas de tráfico. No paso nunca de cincuenta kilómetros por hora en zona urbana, paro en los pasos de cebra y demás. Pero si llego a la rotonda y me puedo meter entre dos coches, o en el cruce tengo diez segundos para pasar acelerando a tope, ahí estoy yo. Y el caso es que paso miedo, pero lo hago, porque de otro modo estorbaría al tráfico.
Así que, realmente creo que nuestra persona de conducir refleja la personalidad. Ni mi marido es una persona tan formal, ni yo soy tan cautelosa. Él conserva un temperamento juvenil y yo el arrojo que tenía cuando éramos novios y decíamos una mañana: nos vamos a Londres, pues nos vamos, y no lo pensábamos más. En el fondo seguimos siendo los mismos aventureros, aunque ahora la aventura sean nuestros hijos y la defensa de nuestros valores.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Adolescentes
Por petición especial voy a intentar explicar lo que es mi vida con tres adolescentes en casa. Llegar a la adolescencia significa recibir un coche nuevo cuando no tienes carnet de conducir ni idea de cómo se conduce. Eso es el cuerpo. En cuanto al cerebro, les entregan un ordenador lleno de datos, pero sin sistema operativo, de manera que no pueden localizar o relacionar la información por sí solos. Sólo hay dos tipos de adolescentes que no dan problemas: los responsables, que no piensan más que en estudiar o los pasotas, que no paran en casa o se pasan el día en el twitter.
Pero la mayoría vienen a ser término medio. Si además resulta que son inteligentes y te has pasado la vida enseñándolos a pensar por sí mismos, entonces tienes una bomba de relojería en casa que puede explotar en cualquier momento. Los adolescentes se sienten seguros de sí mismos, demasiado, pero a la vez tienen un cóctel de emociones que desvirtúa todos sus pensamientos. Así sucede que, cuando estabas pensando que eran chicos sensatos, descubres que han cambiado completamente de opinión de la noche a la mañana sobre todo lo que antes defendían, lo que les gustaba y lo que les parecía bien o mal.
Luego además, tienen memoria selectiva: sólo recuerdan lo que les interesa y como les interesa. Por ejemplo, mi hija mayor no entiende por qué ella a los doce años se acostaba a las nueve y media y su hermana pequeña se acuesta a las diez. No es fácil explicarle que no es lo mismo tener tres hijos de nueve, doce y catorce años, que tres de doce, catorce y diecisiete años. Al final lo que ocurre es que la pequeña acaba viendo cosas en televisión que ni le gustan ni le convienen. Pero ya no podemos mandarlos a todos a su cuarto y quedarnos viendo la tele solos tranquilamente, como cuando eran pequeños.
Así que no se puede bajar nunca la guardia y estás siempre pensando qué será lo siguiente, si mañana va a resultar que tengo un hijo budista. Porque son como esponjas y absorben cualquier ideología y antes de que te dés cuenta se la han tragado sin masticar. Además, como no te lo cuentan, te acabas enterando al cabo del tiempo de que tus hijos tienen unas ideas extrañísimas que a saber de dónde las han sacado o si alguien en particular lleva meses adoctrinándolos a tus espaldas. Sólo contrarrestar la influencia de los medios de comunicación ya es un tarea agotadora. Pero, en general, no me puedo quejar, tal como está el panorama mis hijos son unos santos.
A propósito, cuando decía ayer que dejé de ir a misa hace años, para los que no me conocen, he vuelto a ir desde hace dos años y ahora asisto casi todos los días.
Pero la mayoría vienen a ser término medio. Si además resulta que son inteligentes y te has pasado la vida enseñándolos a pensar por sí mismos, entonces tienes una bomba de relojería en casa que puede explotar en cualquier momento. Los adolescentes se sienten seguros de sí mismos, demasiado, pero a la vez tienen un cóctel de emociones que desvirtúa todos sus pensamientos. Así sucede que, cuando estabas pensando que eran chicos sensatos, descubres que han cambiado completamente de opinión de la noche a la mañana sobre todo lo que antes defendían, lo que les gustaba y lo que les parecía bien o mal.
Luego además, tienen memoria selectiva: sólo recuerdan lo que les interesa y como les interesa. Por ejemplo, mi hija mayor no entiende por qué ella a los doce años se acostaba a las nueve y media y su hermana pequeña se acuesta a las diez. No es fácil explicarle que no es lo mismo tener tres hijos de nueve, doce y catorce años, que tres de doce, catorce y diecisiete años. Al final lo que ocurre es que la pequeña acaba viendo cosas en televisión que ni le gustan ni le convienen. Pero ya no podemos mandarlos a todos a su cuarto y quedarnos viendo la tele solos tranquilamente, como cuando eran pequeños.
Así que no se puede bajar nunca la guardia y estás siempre pensando qué será lo siguiente, si mañana va a resultar que tengo un hijo budista. Porque son como esponjas y absorben cualquier ideología y antes de que te dés cuenta se la han tragado sin masticar. Además, como no te lo cuentan, te acabas enterando al cabo del tiempo de que tus hijos tienen unas ideas extrañísimas que a saber de dónde las han sacado o si alguien en particular lleva meses adoctrinándolos a tus espaldas. Sólo contrarrestar la influencia de los medios de comunicación ya es un tarea agotadora. Pero, en general, no me puedo quejar, tal como está el panorama mis hijos son unos santos.
A propósito, cuando decía ayer que dejé de ir a misa hace años, para los que no me conocen, he vuelto a ir desde hace dos años y ahora asisto casi todos los días.
martes, 1 de diciembre de 2009
La verdad sale a la luz
El gran problema de nuestra época es que se ha perdido la verdad universal. Cada cual cree que puede alcanzar su propia verdad y acuñar una moral a su medida. Pero la verdad es una, como el amor es uno y Dios es uno. Cuando se intenta manipular la realidad y poner nuevos nombres a viejas historias las consecuencias siempre son nefastas. Pero, además, es inútil, porque la verdad siempre acaba saliendo a la luz. Tardará un año o tal vez un milenio pero siempre acaba resurgiendo. Es inmune a la política y los intereses económicos. Reside en el corazón de cada persona aunque algunos se nieguen a recibirla. En el fondo siempre saben que está ahí. Intentan ocultarla bajo pliegues de mentiras piadosas. Procuran disfrazarla con doctrinas contradictorias. Los hay que se refugian en la droga, el sexo o la bebida. Pero en el fondo todos la saben, todos la conocen. La verdad subsiste.
¿Por qué sé yo eso? Como lo sabemos todos cuando somos niños, antes de que el rencor, la envidia y la rabia empiecen a hacer mella en el espíritu, permitiendo que encontremos justificaciones a nuestros actos. Lo sabía cuando dejé de ir a misa, pero nunca dejé de rezar, y ahora otra vez voy a misa. He rezado cientos, tal vez miles de horas. Creo que de ese modo me fui librando de las corazas que yo misma había fabricado. Ahora sé que acabar con una vida humana está mal y no hay nada que lo justifique; también quitarle sus bienes a los que los han ganado honradamente; o mentir conscientemente contra toda evidencia; o el sexo sin amor. Cometer esa clase de acciones nos aleja de la verdad y la vida. He sentido cosas que no puedo explicar que me han confirmado que ése es el camino. No dejéis que nadie os engañe llamando a las mismas cosas de otro modo.
¿Por qué sé yo eso? Como lo sabemos todos cuando somos niños, antes de que el rencor, la envidia y la rabia empiecen a hacer mella en el espíritu, permitiendo que encontremos justificaciones a nuestros actos. Lo sabía cuando dejé de ir a misa, pero nunca dejé de rezar, y ahora otra vez voy a misa. He rezado cientos, tal vez miles de horas. Creo que de ese modo me fui librando de las corazas que yo misma había fabricado. Ahora sé que acabar con una vida humana está mal y no hay nada que lo justifique; también quitarle sus bienes a los que los han ganado honradamente; o mentir conscientemente contra toda evidencia; o el sexo sin amor. Cometer esa clase de acciones nos aleja de la verdad y la vida. He sentido cosas que no puedo explicar que me han confirmado que ése es el camino. No dejéis que nadie os engañe llamando a las mismas cosas de otro modo.