martes, 11 de agosto de 2009

Alberto Contador

En los últimos años hemos visto surgir grandes deportistas españoles como Nadal o Alonso en deportes donde no solíamos tener representación. También hemos tenido grandes éxitos en futbol y baloncesto, a pesar de no contar con los extranjeros de la plantilla, lo cual demuestra que la prima que cobran algunos internacionales resulta injustificada. Es difícil ser profeta en tu tierra y lo consiguen especialmente aquellas personas que demuestran ser valiosas también a nivel humano. Nadal es un buen ejemplo de ello y también tenemos a Alberto Contador. Gente sencilla, que no se dejan deslumbrar por los focos ni se contagian de la vanidad de la fama. Gente de familia, que conserva sus amigos de siempre y procuran llevarse bien incluso con sus rivales, sin ceder demasiado a las provocaciones.

Éste es el verdadero espíritu del deporte. Lo que se mueve alrededor, con sus fiestas, su ropa de marca y negocios más o menos limpios, desvirtúan lo realmente importante. El deporte debería ser sacrificio y afán de superación personal, como el que ha demostrado Contador en estos años. Mientras, su rival, Amstrong, ha hecho gala de mala educación y juego sucio, criticándole a través de su página web. Al final, ahí es donde se nota la buena cuna de las personas, y no en la cantidad de relojes caros que anuncian. Otra cosa que marca la diferencia es que mantengan un estilo de vida normal y que no caigan en adicciones. Por suerte, de vez en cuando surge alguien que, de verdad, puede ser un ejemplo a seguir por nuestros jóvenes y por todos en general.