miércoles, 6 de mayo de 2009
Un mundo sin religiones
"Si no hay Dios, entonces vale todo". Dostoyevski
La religión funciona como un refuerzo de la moral universal. Las religiones en sí no son un problema. La mayoría de ellas sólamente afirman que no se debe matar, robar, mentir, engañar a tu pareja..., cosas que comprende cualquiera que tenga un mínimo de conciencia y experiencia de la vida. Porque ese tipo de acciones siempre traen consecuencias negativas sobre quien las comete. Luego están las aplicaciones literales sobre los textos escritos por personas, en los cuales se refleja la interpretación que se ha hecho de la fe a través de la historia.
Así el problema no es el Corán, sino la Sharia; ni el Antiguo Testamento, sino la Torá judía. Pero sin esos libros de instrucciones, probablemente sería imposible mantener una unidad religiosa entre millones de fieles repartidos por todo el mundo. Esa es la razón también de que la iglesia católica no haya sufrido apenas cambios desde hace dos mil años. Sin embargo, otras ramas, como las iglesias protestantes, han cambiado tanto que se han subdividido en cientos de opciones a la medida de cada comunidad, perdiendo en el camino su esencia.
Un mundo sin religión, sería un mundo sin consecuencias. Confiar en la buena voluntad del hombre sin más, sería un acto suicida. La creencia en un ser supremo que todo lo ve y que algún día te pedirá cuenta por tus actos, es mucho más efectiva que todas las leyes que pueda crear la humanidad. Por otra parte, que algo sea legal tampoco es garantía de ser moralmente aceptable. Pensar que la muerte no es el final y que nuestros seres queridos siguen, de algún modo, en contacto con nosotros, nos da una fuerza única para superar las dificultades.
Imaginar que no hay religiones, ya no hace falta. Tenemos la experiencia del régimen nazi en Alemania, donde se perseguía a la Iglesia; y por supuesto de los países de la Unión Soviética. Tenemos todavía a China y alguno más. Se da el caso, por ejemplo, de que en ese país (China) la Iglesia es la única que se ocupa de los marginados, los niños huérfanos, los enfermos... y por esa razón está ganando muchos adeptos y siendo también víctima del gobierno. Un mundo sin religiones está sometido a la voluntad del más fuerte.
Música: Selector de frecuencias. Aviador Dro. (Para tí)
La religión funciona como un refuerzo de la moral universal. Las religiones en sí no son un problema. La mayoría de ellas sólamente afirman que no se debe matar, robar, mentir, engañar a tu pareja..., cosas que comprende cualquiera que tenga un mínimo de conciencia y experiencia de la vida. Porque ese tipo de acciones siempre traen consecuencias negativas sobre quien las comete. Luego están las aplicaciones literales sobre los textos escritos por personas, en los cuales se refleja la interpretación que se ha hecho de la fe a través de la historia.
Así el problema no es el Corán, sino la Sharia; ni el Antiguo Testamento, sino la Torá judía. Pero sin esos libros de instrucciones, probablemente sería imposible mantener una unidad religiosa entre millones de fieles repartidos por todo el mundo. Esa es la razón también de que la iglesia católica no haya sufrido apenas cambios desde hace dos mil años. Sin embargo, otras ramas, como las iglesias protestantes, han cambiado tanto que se han subdividido en cientos de opciones a la medida de cada comunidad, perdiendo en el camino su esencia.
Un mundo sin religión, sería un mundo sin consecuencias. Confiar en la buena voluntad del hombre sin más, sería un acto suicida. La creencia en un ser supremo que todo lo ve y que algún día te pedirá cuenta por tus actos, es mucho más efectiva que todas las leyes que pueda crear la humanidad. Por otra parte, que algo sea legal tampoco es garantía de ser moralmente aceptable. Pensar que la muerte no es el final y que nuestros seres queridos siguen, de algún modo, en contacto con nosotros, nos da una fuerza única para superar las dificultades.
Imaginar que no hay religiones, ya no hace falta. Tenemos la experiencia del régimen nazi en Alemania, donde se perseguía a la Iglesia; y por supuesto de los países de la Unión Soviética. Tenemos todavía a China y alguno más. Se da el caso, por ejemplo, de que en ese país (China) la Iglesia es la única que se ocupa de los marginados, los niños huérfanos, los enfermos... y por esa razón está ganando muchos adeptos y siendo también víctima del gobierno. Un mundo sin religiones está sometido a la voluntad del más fuerte.
Música: Selector de frecuencias. Aviador Dro. (Para tí)