viernes, 20 de marzo de 2009
La vida y la muerte
En esta época en que la tecnología está transformando nuestro mundo cada día, tendemos a pensar que sabemos más que nuestros antepasados. Hace cien años, quinientos o mil, tal vez dependieran todavía del fuego para calentarse, pero tenían el mismo cerebro que nosotros, eran inteligentes y, algunos de ellos, cultos. Hay escritos que demuestran que sabían tanto como nosotros o más sobre la vida y la muerte, el amor y el odio, la fe y las apariencias. Supongo que ya conocéis este texto que Jorge Manrique, que siempre me ha encantado:
"Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor. Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente,daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando que ha de durarlo que espera, más que duró lo que vio porque todo ha de pasar por tal manera. Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos. Este mundo bueno fue si bien usáramos de él como debemos, porque, según nuestra fe,es para ganar aquél que atendemos. Aun aquel hijo de Dios,para subirnos al cielo descendió a nacer acá entre nos, y a vivir en este suelo do murió.Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que en este mundo traidor, aun primero que muramos las perdamos: de ellas deshace la edad, de ellas casos desastrados que acaecen, de ellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen.
Decidme: la hermosura, la gentil frescura y tez de la cara, el color y la blancura, cuando viene la vejez, ¿cuál se para? Las mañas y ligereza y la fuerza corporal de juventud, todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud. Los estados y riqueza que nos dejan a deshora, ¿quién lo duda? no les pidamos firmeza, pues son de una señora que se muda. Que bienes son de Fortuna que revuelven con su rueda presurosa, la cual no puede ser una ni estar estable ni queda en una cosa. Pero digo que acompañen y lleguen hasta la huesa con su dueño:por eso nos engañen, pues se va la vida apriesa como sueño;y los deleites de acá son, en que nos deleitamos, temporales, y los tormentos de allá, que por ellos esperamos, eternales. Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos, no son sino corredores, y la muerte, la celada en que caemos. No mirando nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; es que vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar. Si fuese en nuestro poder hacer la cara hermosa corporal, como podemos hacer el alma tan glorïosa, angelical, ¡qué diligencia tan viva tuviéramos toda hora, y tan presta, en componer la cativa, dejándonos la señora descompuesta!..."
(Coplas a la muerte de su padre)
"Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor. Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente,daremos lo no venido por pasado. No se engañe nadie, no, pensando que ha de durarlo que espera, más que duró lo que vio porque todo ha de pasar por tal manera. Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos, y llegados, son iguales los que viven por sus manos y los ricos.
Este mundo es el camino para el otro, que es morada sin pesar; mas cumple tener buen tino para andar esta jornada sin errar. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo que fenecemos; así que cuando morimos descansamos. Este mundo bueno fue si bien usáramos de él como debemos, porque, según nuestra fe,es para ganar aquél que atendemos. Aun aquel hijo de Dios,para subirnos al cielo descendió a nacer acá entre nos, y a vivir en este suelo do murió.Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que en este mundo traidor, aun primero que muramos las perdamos: de ellas deshace la edad, de ellas casos desastrados que acaecen, de ellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen.
Decidme: la hermosura, la gentil frescura y tez de la cara, el color y la blancura, cuando viene la vejez, ¿cuál se para? Las mañas y ligereza y la fuerza corporal de juventud, todo se torna graveza cuando llega al arrabal de senectud. Los estados y riqueza que nos dejan a deshora, ¿quién lo duda? no les pidamos firmeza, pues son de una señora que se muda. Que bienes son de Fortuna que revuelven con su rueda presurosa, la cual no puede ser una ni estar estable ni queda en una cosa. Pero digo que acompañen y lleguen hasta la huesa con su dueño:por eso nos engañen, pues se va la vida apriesa como sueño;y los deleites de acá son, en que nos deleitamos, temporales, y los tormentos de allá, que por ellos esperamos, eternales. Los placeres y dulzores de esta vida trabajada que tenemos, no son sino corredores, y la muerte, la celada en que caemos. No mirando nuestro daño, corremos a rienda suelta sin parar; es que vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar. Si fuese en nuestro poder hacer la cara hermosa corporal, como podemos hacer el alma tan glorïosa, angelical, ¡qué diligencia tan viva tuviéramos toda hora, y tan presta, en componer la cativa, dejándonos la señora descompuesta!..."
(Coplas a la muerte de su padre)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
recuerdo cuando lo lei por primera vez... me parecio una sacudida a la mente! y cada vez que la leo descubro cosas nuevas y veo que en cada momento de la vida te dice algo que tienes que tener presente ...
desde luego que no hay nada especialmente novedoso en nuestros dias sobre lo que es realmente importante, ya esta todo pensado y dicho ...
Confieso que ésta es la única vida en la que creo!
La cantidad de veces q leí a Jorge Manrique.. uff
Un beso. Marea@
Lo de menos en este texto es si se cree o no en la Vida Eterna. Lo importante es saber vivir bien esta vida. Un beso.
Ya lo había leido, pr gracias por traerlo otra vez a mi memoria.
Por cierto, no soy muy joven para esto, pq ya lo llevé una vez (cuando tenía 16 años) sola. Mi padre no sabe hacer las cosas sin mí, así q yo hace años q dejé de ser hija para ser una especie de segunda madre. Así q no puedo quitarme responsabilidad, pr sé q tienes razón. gracias de todas formas. Besos
Desde el cole no los había vuelto a leer. Qué dimensión tan distinta toman ahora, con los anos y la experiencia.
Yo anadiría (a vivir bien la vida, que tú dices) el saber dirigir bien nuestra vida, la única que tenemos. Para mi es mi meta personal más importante "mi leiv-motiv".
No dudo de la inteligencia de nuestros antepasados, pero lo que sí es cierto es que todo evoluciona o, al menos, lo vamos adaptando a los tiempos que corren.
Un besooo
Querida Susana:
este comentario no tiene nada que ver con tu post de hoy...
Dicen que este año en la Semana Santa van a repartir lazitos para que nos lo pongamos en contra del aborto.....te aviso y te anuncio que no me lo pienso poner ehhh jejjeje...no no no...te pongas como te pongas..
Un besazooooo
Como comprenderás, G. no soy tu madre y no te puedo decir lo que tienes que hacer y lo que no. Yo sólo doy mi opinión. Un beso
¡Cómo sabía yo que mi comentario no iba a ser publicado ni aún haciéndolo con respeto!
Es curioso cómo, hace varios siglos, Jorge Manrique, en una elegía por la muerte de su padre, supo explicar, en clave poética, lo breve que era el transcurso de la Vida, y cómo, en el fondo, había quien no era consciente de ello, y no sabía aprovecharla debidamente.
Y es que la vida es como una rueda, que no para de girar hasta que, cuando termina, es el fin para ella misma y del ser que la lleva...
Un saludo delamigo valenciano.
Recuerdo perfectamente estas lineas.Me las tuve que aprender de memoria y analizarlas :O. Un beso
Publicar un comentario