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miércoles, 15 de julio de 2009
Autoridad moral
Otro de esos conceptos pasados de moda. Se refiere a la capacidad que tiene alguien de dar consejos o criticar a otros según su propia experiencia. Esto es, que no puede hablar de fidelidad quien ha sido infiel o de educación quien se expresa con palabrotas, ni de respeto quien no respeta. Autoridad moral tiene la persona que ha demostrado con su ejemplo que sigue sus propios ideales. No tiene mucho sentido, por ejemplo, un divorciado hablando de matrimonio o alguien sin hijos opinando sobre el embarazo. No hay mejor escuela que la vida. Generalmente, la autoridad moral es propia sobretodo de los padres sobre los hijos.
Hablar en teoría es fácil y el papel lo aguanta todo, pero hasta que no vives las situaciones en tu entorno cercano no eres más que un aprendiz de todo, experto en nada. Aún así, hay gente que llega a los sesenta años con un desconocimiento de la realidad realmente asombroso. Además, ya que la simple idea de autoridad es molesta para muchos, supongo que es difícil que quieran otorgarsela a alguien de forma gratuita, sin ningún papel oficial por medio; ya que supone considerarse de algún modo inferior o subordinado a otra persona y humillarse.
Por eso, decían en otro post que las discusiones que realmente te afectan son las que tienes con gente a quien aprecias o con personas a las que has otorgado autoridad moral sobre tí. No las opiniones de gente que no sabe manejar su propia vida o que se dejan llevar por el viento que más sopla en cualquier momento, que son la mayoría. Hoy en día es difícil encontrar personas que sean dignos de esa consideración. Hay que ser realmente coherente y consecuente con uno mismo, sea cual sea tu filosofía de vida. Eso no significa que no puedan tener dudas o flaquear en un momento dado, puesto que son humanos.
Se puede valorar que alguien tiene autoridad en un tema determinado, porque es un experto; o un sacerdote, por ejemplo, la tiene en asuntos religiosos. Pero fuera de la familia y los asuntos profesionales, resulta cada vez más difícil encontrar a alguien que pueda dar una opinión veraz y desinteresada de cualquier tema de la vida diaria. A través de este blog, yo creo haber conocido a unos cuantos, cuyas opiniones sí me interesaban y siempre me aportaban algo especial. Echo de menos esos intercambios, pero me temo que no compensan la cantidad de basura que llegaba de otras direcciones. Así que me temo que continuaremos como hasta ahora.
Música: estopa - como Camarón
Hablar en teoría es fácil y el papel lo aguanta todo, pero hasta que no vives las situaciones en tu entorno cercano no eres más que un aprendiz de todo, experto en nada. Aún así, hay gente que llega a los sesenta años con un desconocimiento de la realidad realmente asombroso. Además, ya que la simple idea de autoridad es molesta para muchos, supongo que es difícil que quieran otorgarsela a alguien de forma gratuita, sin ningún papel oficial por medio; ya que supone considerarse de algún modo inferior o subordinado a otra persona y humillarse.
Por eso, decían en otro post que las discusiones que realmente te afectan son las que tienes con gente a quien aprecias o con personas a las que has otorgado autoridad moral sobre tí. No las opiniones de gente que no sabe manejar su propia vida o que se dejan llevar por el viento que más sopla en cualquier momento, que son la mayoría. Hoy en día es difícil encontrar personas que sean dignos de esa consideración. Hay que ser realmente coherente y consecuente con uno mismo, sea cual sea tu filosofía de vida. Eso no significa que no puedan tener dudas o flaquear en un momento dado, puesto que son humanos.
Se puede valorar que alguien tiene autoridad en un tema determinado, porque es un experto; o un sacerdote, por ejemplo, la tiene en asuntos religiosos. Pero fuera de la familia y los asuntos profesionales, resulta cada vez más difícil encontrar a alguien que pueda dar una opinión veraz y desinteresada de cualquier tema de la vida diaria. A través de este blog, yo creo haber conocido a unos cuantos, cuyas opiniones sí me interesaban y siempre me aportaban algo especial. Echo de menos esos intercambios, pero me temo que no compensan la cantidad de basura que llegaba de otras direcciones. Así que me temo que continuaremos como hasta ahora.
Música: estopa - como Camarón
Etiquetas:
coherencia,
experiencia,
subordinados,
teoría
miércoles, 8 de abril de 2009
Semana Santa
El cura de mi parroquia, que es bastante joven, decía que el Miércoles de Ceniza está la iglesia más llena que nunca, con gente que no han visto nunca antes, ni vuelven a ver después. Así que nos explicaba que la imposición de la ceniza no es un ritual mágico para alejar a los malos espíritus. Es una purificación simbólica para la Cuaresma. Con la misa del Domingo de Ramos pasa lo mismo. Hay gente que no cree en Dios, pero va a misa dos veces al año, por si acaso. No sea que al final exista, y así al menos no podrá decir que no ha ido nunca a misa.
Esto denota una actitud infantil, propia de quien todavía se imagina el infierno con sus llamas correspondientes. Realmente creen que es tan fácil contentar a Dios. No se imaginan que, si es omnipotente, no necesita preguntar nada para saber exactamente la profundidad de nuestra fe. Se creen que lo único que importa son los rituales y no el testimonio de vida de creyentes o no creyentes. Yo estoy convencida de que mucha gente que ni siquiera conoce el cristianismo alcanzará la gloria, mientras otros que hacen lo contrario de lo que predican se quedarán en la puerta.
También creo que aquellos que se arrepientan, aunque sea en el último momento, quedarán libres de sus culpas por graves que sean. Pero los que se crean a salvo, por haber vivido siempre en terreno neutral, dando la razón a unos o a otros, según como pintaba la historia, se llevarán una sorpresa. Este verano os pedí que aprovechárais para visitar alguna iglesia cuando nadie os conociera. Hoy quiero pediros lo contrario: que no vayáis a misa por quedar bien, que no participéis en las celebraciones religiosas sólo por la fiesta posterior.
Vale más un minuto de oración sincera que el sacrificio de asistir a un par de ceremonias. Espero que lo paséis bien, y que también encontréis un minuto para pensar en lo que se conmemora estos días.
Esto denota una actitud infantil, propia de quien todavía se imagina el infierno con sus llamas correspondientes. Realmente creen que es tan fácil contentar a Dios. No se imaginan que, si es omnipotente, no necesita preguntar nada para saber exactamente la profundidad de nuestra fe. Se creen que lo único que importa son los rituales y no el testimonio de vida de creyentes o no creyentes. Yo estoy convencida de que mucha gente que ni siquiera conoce el cristianismo alcanzará la gloria, mientras otros que hacen lo contrario de lo que predican se quedarán en la puerta.
También creo que aquellos que se arrepientan, aunque sea en el último momento, quedarán libres de sus culpas por graves que sean. Pero los que se crean a salvo, por haber vivido siempre en terreno neutral, dando la razón a unos o a otros, según como pintaba la historia, se llevarán una sorpresa. Este verano os pedí que aprovechárais para visitar alguna iglesia cuando nadie os conociera. Hoy quiero pediros lo contrario: que no vayáis a misa por quedar bien, que no participéis en las celebraciones religiosas sólo por la fiesta posterior.
Vale más un minuto de oración sincera que el sacrificio de asistir a un par de ceremonias. Espero que lo paséis bien, y que también encontréis un minuto para pensar en lo que se conmemora estos días.
Etiquetas:
ceremonias,
coherencia,
fiesta,
magia,
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