domingo, 5 de julio de 2015

Persecución anticristiana en el siglo XXI

Orgullo cristiano

Publicado por el jul 4, 2015
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La realidad le dará la razón a la ex ministra iraquí que intervino este sábado en Madrid, en una mesa redonda organizada en el Campus de FAES para hablar de la persecución de los cristianos en algunos países de Oriente Próximo. Pocos medios de comunicación se harán eco de sus palabras. Están demasiado ocupados con el eterno culebrón de la crisis griega o sometidos a la ya cargante presión del Orgullo Gay, para ocuparse de una denuncia como la de Pascale Warda.
Lo que Warda viene denunciado es que en su país, en el que fue ministra de Migraciones y Desplazados en 2004 y 2005, se está produciendo un auténtico genocidio del que nadie quiere hablar. Desde hace años viene documentando los abusos contra los derechos humanos que se producen en su país. Católica caldea, fundadora de la Sociedad Iraquí por los Derechos Humanos (SIDH), y presidenta de la Organización Hammurabi de Derechos Humanos, no cesa de advertir que los cristianos, junto a otras minorías religiosas están siendo masacrados por el autodenominado Estados Islámico.
Ayer, volvió a denunciar esa persecución y advirtió de que ante la violación de los derechos humanos que se está produciendo en Irak y en otros países de la región “el silencio no es de recibo”. La única opción que les queda a los cristianos es huir lo más lejos posible de la zona de alcance de los yihadistas. Quien puede escapa, poniendo en riesgo su vida, hacia ese Occidente que calla ante su sufrimiento. Otros se refugian en zonas que consideran más seguras como Jordania o el Kurdistán, donde hay ya más de 120.000 cristianos refugiados.

De los 90 millones de cristianos que llegó a haber en los países de Oriente Próximo, se ha pasado a apenas unos cientos de miles, entre los que han huido y los que han sufrido martirio a manos de los islamistas radicales. Ellos se sienten orgullosos de su fe que mantienen en un ambiente tan hostil. Quizás nosotros, cómodamente instalados, no podamos sentir ni un poco de orgullo por nuestro apoyo si ni siquiera somos capaces de levantar la voz para denunciar la situación, como hace Pascale Warda.
Estados Unidos y la Unión Europea, dos de los grandes actores a nivel internacional deberían pasar de las fáciles palabras de condena a la adopción de medidas eficaces de ayuda si no quieren dar la razón a lo que apuntaban recientemente el  Papa Francisco: que “la vida de miles y miles de familias –mujeres, hombres, niños, ancianos- parecen pesar menos que el petróleo y las armas”.

 http://abcblogs.abc.es/luis-ayllon/public/post/orgullo-cristiano-16365.asp/