REDACCIÓN HO.- El economista Javier Díaz-Giménez ha analizado en La Mañana de la COPE las propuestas de Podemos, desde la rama de la que este profesor del IESE es experto; concluye que hay que tomarse algunas de las medidas del programa económico de ‘Podemos’ como una “metáfora”, porque la “literalidad” de sus propuestas “son descabelladas”. “Ni Pablo Iglesias ni nadie podría aplicar esas medidas”, afirma.
- Incremento del salario mínimo interprofesional y establecimiento de un salario máximo vinculado proporcionalmente al mínimo. “Ambas medidas son quimeras. No explican de donde van a salir los recursos para pagar el salario mínimo dado que vamos a controlar el salario máximo. Lo esperable es que las personas que más dinero generan, las que mas contribuyen al sistema, se vayan a otro sitio donde no tengan un salario máximo. Aquí se quedarán personas con la mano puesta esperando un salario mínimo que no se les va a poder dar”, razona.
- Reducción de la edad jubilación a 60 años y de la jornada laboral a 35 horas semanales para "redistribuir equitativamente el trabajo y la riqueza". “Limitar la jornada laboral es sencillo. Basta con suprimir las trabas al empleo a tiempo parcial. No se puede protestar por el trabajo a tiempo parcial, por los minijobs y al mismo tiempo limitar la jornada laboral por ley. En algunas actividades habrá jornadas laborales más largas y en otras más cortas. ¿Por qué vamos a darle a un grupo de la posibilidad de prohibirle a otro trabajar tantas horas como les parezca oportuno?”, se pregunta el experto.
- Derogación del artículo 135 de la Constitución española que nos obliga a cumplir con el déficit y Establecimiento de una tasa sobre los beneficios bancarios para la reinversión productiva. “El primer punto nos obligaría a salir de la UE. El nuevo pacto fiscal el Europa obliga a todos los países miembros a introducir en sus legislaciones una disposición que obligue a los países a mantener un presupuesto cíclico equilibrado”, recuerda Díaz-Giménez.
- Recuperación del control público en los sectores estratégicos de la economía: telecomunicaciones, energía, alimentación, transporte, sanitario, farmacéutico y educativo. “Otra vez vamos a un disparate arcaico fuera de toda razón. Lo que quiere el consumidor de energía eléctrica es un suministro asegurado y barato. Le da igual que lo proporcione una empresa alemana, italiana o española”, razona.