viernes, 30 de agosto de 2013

Asalto a la catedral de Santiago de Chile

¿Qué le pasa al mundo occidental que ya casi no lo reconozco en aspectos que me importan de un modo principal?  Hay una falta de respeto y una intolerancia que se va haciendo peligrosa porque hay demasiados ejemplos de que las cosas que comienzan con palabras odiosas van escalando hasta llegar a obras de odio y demasiadas veces esas obras son homicidios, atentados a los derechos humanos. Les cuento un poco.
El jueves recién pasado, hubo una horrible profanación a la iglesia catedral de Santiago de Chile que celebraba con una eucaristía la fiesta del apóstol Santiago, nuestro patrono. Asistían algunas autoridades y personas que iban a recibir una distinción, cuando llegó un montón de personas provenientes de una marcha pro-aborto con pancartas, gritos y .....pinturas en spray....   Interrumpieron con su actitud sacrílega una ceremonia que para nosotros es lo más sagrado que hay; se metieron en nuestra propia casa -la Catedral- y rompieron muebles centenarios, imágenes, floreros (esos no me importan tanto pues suelen ser horribles). Se subieron a los altares y saltaban sobre ellos mientras destrozaban a su paso. Intentaron incendiar las bancas que sacaron a la Plaza de Armas, pero la policía -que llegó tarde-  lo impidió.
 
Lo más impactante para mi fue ver en una altar lateral una pintada/rayado que decía (con perdón de Uds.) "Me c... en Dios". Es algo que me revuelve el estómago, porque ofende lo más grande que existe, el Ser Supremo en que en una gran mayoría de la humanidad creemos bajo el nombre que sea, independientemente de la fe que profesemos.
Pienso que esa frase es la razón de ir activamente y con esa furia asesina contra la vida inocente e indefensa, porque es el sello de lo diabólico que es " homicida y mentiroso desde el principio", como dijo Jesús, porque pensar en que se pueda despreciar a Dios así es de una soberbia satánica, no le quito ni una letra, y la soberbia fue el pecado del demonio.
Como si no fuera suficiente, hoy en misa, nuestro párroco nos contó que por el frente de la iglesia  de mi barrio (yo entro por el otro costado) habían hecho trizas anoche una estatua de santa María, Nuestra Señora de las Mercedes. La furia criminal llegó al barrio y con una piedra le hicieron estallar la cabeza, el manto y todo lo que pudieron. ¿Qué se puede esperar de personas así? ¿Que las cabezas rotas tengan huesos y sangre?
No sólo a los católicos nos pasa ésto. Ayer, yendo a dejar una encomienda a una bodega de un barrio bastante industrial de Santiago, pasamos frente a un templo protestante. No sé la denominación a la que pertenecía, pero también deben poner las barbas en remojo, porque ya tenían un rayado con la conocida amenaza: "La única iglesia que ilumina es la que arde", pintada muy conocida por los católicos también.
Repito: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN OCCIDENTE?
 
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