sábado, 6 de julio de 2013
La verdad sobre los niños adoptados por homosexuales
Un relato de alguien que fue criado por homosexuales tiene la
fuerza de un testimonio personal. Después, es interesante contrastar
ese relato con estudios científicos sobre esta situación.
JOSÉ IGNACIO MORENO 14.JUN.2013 ACEPRENSA
Robert Oscar López escribe un artículo, en Life Site News (3 junio 2013), sobre los niños criados por parejas del mismo sexo. El propio autor, entre los 2 y los 19 años, fue criado por una madre lesbiana y su compañera. López ha presentado públicamente un escrito, junto con su amigo Doug Mainwaring (gay que se opone a reconocer estas uniones como matrimonio), en el que explica cómo los niños sienten profundamente la pérdida de un padre o de una madre, aunque quieran mucho a sus padres gays.
“Tener una madre y un padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede reemplazar”
Los adultos que fueron criados por parejas del mismo sexo no quieren hablar públicamente sobre sus sentimientos, pero López sí ha hablado con un buen grupo de ellos. La gratitud y el amor por las personas que los criaron les hace tan difícil expresar en público sus reservas acerca de la crianza homosexual. Sin embargo, sí describen las dificultades emocionales que padecieron por carecer de una madre o un padre. Algunos ejemplos: sentirse desconectados de acontecimientos como el Día de la Madre o el Día del Padre; o tener sentimientos de ira respecto a sus “padres” por haberlos privado de uno de los padres biológicos, o en algunos casos de ambos.
López está a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo: “como bisexual lo entiendo”, pero “siempre me he resistido a la idea de que el gobierno deba alentar a las parejas del mismo sexo a que se imaginen que sus uniones no se distinguen de los matrimonios reales. Tal auto-definición para los gays se basa en una mentira, y todo lo basado en una mentira acaba siendo contraproducente (…). Las parejas de homosexuales con dinero no pueden proporcionar a los niños algo que los cónyuges más pobres sí pueden: una mamá y un papá. Tener una madre y un padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede reemplazar, aunque una pareja homosexual tenga un montón de dinero y puede enviar a un niño a las mejores escuelas”.
El autor afirma que “es preocupante, clasista y elitista que los hombres gays piensen que pueden amar a sus hijos sin reservas, después de tratar a la madre de alquiler como una incubadora; o que las lesbianas consideren que pueden amar a sus hijos incondicionalmente, después de tratar a su padre donante de esperma como un tubo de pasta de dientes”.
Estudios científicos de 2012 muestran que los hijos criados por sus padres biológicos en un matrimonio estable e intacto tienen ventajas
También es perjudicial, para los niños que provienen de un divorcio heterosexual, pasar a depender de parejas del mismo sexo. Generalmente los hijos quieren que su madre y su padre dejen a un lado sus diferencias y permanezcan juntos. López cuenta que su madre se divorció y se unió con otra mujer. Él afirma que quiere a su madre porque ella hizo todo lo posible para darle una buena vida. Sin embargo, considera que no es razonable imponer la privación de la figura paterna o materna a los niños si no es absolutamente necesario.
Estudios científicos sobre adopción por parejas homosexuales
La Dr. Ana Samuel, del Witherspoon Institute en Princeton (EE.UU.), escribe un artículo donde dice que no tiene base científica la difundida afirmación de que las familias con padres del mismo sexo no son diferentes de las familias con padres heterosexuales. Afirma que nuevos estudios muestran que los hijos criados por sus padres biológicos –en un matrimonio estable e intacto– tienen ventajas.
El primer estudio es del profesor Loren Marks de la Escuela de Ecología Humana de Louisiana State University, y fue publicado en Social Science Research (Julio 2012). Revisa los 59 estudios a los que se hace referencia en el resumen de la Asociación Americana de Psicología (APA) de 2005, donde se afirmaba que “ningún estudio ha encontrado que niños de padres gays o lesbianas sean desfavorecido en ningún aspecto significativo con respecto a niños de padres heterosexuales”. Marks concluye que “ninguno de los 59 estudios referenciados en el resumen del 2005 de la APA compara una muestra grande y al azar, representativa de los padres –gay o lesbianas– y sus hijos, con una muestra grande y al azar, representativa de los padres casados y sus hijos. Los datos disponibles, obtenidos primordialmente de pequeñas muestras de conveniencia, son insuficientes para soportar una sólida conclusión, de carácter general, en ningún sentido”..
El segundo estudio es de la Universidad de Texas (EE.UU.) y el autor del trabajo científico es Mark Regnerus. El estudioso afirmó, en junio de 2012, que su investigación revela “diferencias estadísticas significativas entre adultos que fueron criados en su niñez con una madre que tuvo una relación lésbica y aquellos que dijeron que su madre y su padre biológico estaban, y aún están, casados”. El estudio de Regnerus, que midió las diferencias en 40 indicadores sociales y personales entre 3.000 estadounidenses de edades entre 18 y 39 años, criados en ocho tipos diferentes de hogares, fue publicado en la edición de junio de la revista Social Science Research.
foroandaluzfamilia.org/una-igualdad-que-discrimina-a-los-hijos.html
JOSÉ IGNACIO MORENO 14.JUN.2013 ACEPRENSA
Robert Oscar López escribe un artículo, en Life Site News (3 junio 2013), sobre los niños criados por parejas del mismo sexo. El propio autor, entre los 2 y los 19 años, fue criado por una madre lesbiana y su compañera. López ha presentado públicamente un escrito, junto con su amigo Doug Mainwaring (gay que se opone a reconocer estas uniones como matrimonio), en el que explica cómo los niños sienten profundamente la pérdida de un padre o de una madre, aunque quieran mucho a sus padres gays.
“Tener una madre y un padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede reemplazar”
Los adultos que fueron criados por parejas del mismo sexo no quieren hablar públicamente sobre sus sentimientos, pero López sí ha hablado con un buen grupo de ellos. La gratitud y el amor por las personas que los criaron les hace tan difícil expresar en público sus reservas acerca de la crianza homosexual. Sin embargo, sí describen las dificultades emocionales que padecieron por carecer de una madre o un padre. Algunos ejemplos: sentirse desconectados de acontecimientos como el Día de la Madre o el Día del Padre; o tener sentimientos de ira respecto a sus “padres” por haberlos privado de uno de los padres biológicos, o en algunos casos de ambos.
López está a favor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo: “como bisexual lo entiendo”, pero “siempre me he resistido a la idea de que el gobierno deba alentar a las parejas del mismo sexo a que se imaginen que sus uniones no se distinguen de los matrimonios reales. Tal auto-definición para los gays se basa en una mentira, y todo lo basado en una mentira acaba siendo contraproducente (…). Las parejas de homosexuales con dinero no pueden proporcionar a los niños algo que los cónyuges más pobres sí pueden: una mamá y un papá. Tener una madre y un padre es un valor precioso en sí mismo y no algo que se puede reemplazar, aunque una pareja homosexual tenga un montón de dinero y puede enviar a un niño a las mejores escuelas”.
El autor afirma que “es preocupante, clasista y elitista que los hombres gays piensen que pueden amar a sus hijos sin reservas, después de tratar a la madre de alquiler como una incubadora; o que las lesbianas consideren que pueden amar a sus hijos incondicionalmente, después de tratar a su padre donante de esperma como un tubo de pasta de dientes”.
Estudios científicos de 2012 muestran que los hijos criados por sus padres biológicos en un matrimonio estable e intacto tienen ventajas
También es perjudicial, para los niños que provienen de un divorcio heterosexual, pasar a depender de parejas del mismo sexo. Generalmente los hijos quieren que su madre y su padre dejen a un lado sus diferencias y permanezcan juntos. López cuenta que su madre se divorció y se unió con otra mujer. Él afirma que quiere a su madre porque ella hizo todo lo posible para darle una buena vida. Sin embargo, considera que no es razonable imponer la privación de la figura paterna o materna a los niños si no es absolutamente necesario.
Estudios científicos sobre adopción por parejas homosexuales
La Dr. Ana Samuel, del Witherspoon Institute en Princeton (EE.UU.), escribe un artículo donde dice que no tiene base científica la difundida afirmación de que las familias con padres del mismo sexo no son diferentes de las familias con padres heterosexuales. Afirma que nuevos estudios muestran que los hijos criados por sus padres biológicos –en un matrimonio estable e intacto– tienen ventajas.
El primer estudio es del profesor Loren Marks de la Escuela de Ecología Humana de Louisiana State University, y fue publicado en Social Science Research (Julio 2012). Revisa los 59 estudios a los que se hace referencia en el resumen de la Asociación Americana de Psicología (APA) de 2005, donde se afirmaba que “ningún estudio ha encontrado que niños de padres gays o lesbianas sean desfavorecido en ningún aspecto significativo con respecto a niños de padres heterosexuales”. Marks concluye que “ninguno de los 59 estudios referenciados en el resumen del 2005 de la APA compara una muestra grande y al azar, representativa de los padres –gay o lesbianas– y sus hijos, con una muestra grande y al azar, representativa de los padres casados y sus hijos. Los datos disponibles, obtenidos primordialmente de pequeñas muestras de conveniencia, son insuficientes para soportar una sólida conclusión, de carácter general, en ningún sentido”..
El segundo estudio es de la Universidad de Texas (EE.UU.) y el autor del trabajo científico es Mark Regnerus. El estudioso afirmó, en junio de 2012, que su investigación revela “diferencias estadísticas significativas entre adultos que fueron criados en su niñez con una madre que tuvo una relación lésbica y aquellos que dijeron que su madre y su padre biológico estaban, y aún están, casados”. El estudio de Regnerus, que midió las diferencias en 40 indicadores sociales y personales entre 3.000 estadounidenses de edades entre 18 y 39 años, criados en ocho tipos diferentes de hogares, fue publicado en la edición de junio de la revista Social Science Research.
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