martes, 1 de enero de 2013

Vacunas que matan embriones

Algunas de las vacunas para niños proceden de abortos provocados

Empleo de fetos humanos en la industria farmaceútica.
  • Los virus se cultivan en células 'diploides humanas' procedentes de fetos abortados
REDACCIÓN HO, Inma Fernández.- Algunas de las vacunas que actualmente se administran en el mundo y concretamente en España, se cultivan en células procedentes de fetos abortados. Por ejemplo, la vacuna de la rubéola, en la triple vírica. Según publicó el científico José Luis Calderon en 2008, en Cuadernos de Bioética, estas vacunas de rubéola utilizan el virus de la cepa Wistar RA 27/3, el nombre deriva de Rubella Abortus, 27º espécimen, 3ª muestra.
La vacuna además está producida 'en fibroblastos pulmonares diploides humanos' (WI-38), la denominación WI proviene de Wistar Institute, organismo de la Universidad de Pennsylvania en Philadelphia donde desarrollaba su trabajo Leonard Hayflick. Las células WI-38 se obtuvieron a partir de pulmón fetal femenino procedente de un aborto provocado de tres meses de gestación.
También la vacuna de la varicela está producida en 'células diploides humanas MRC-5' que son también fibroblastos pulmonares, esta vez procedentes de un feto varón de 14 semanas. Las iniciales indican Medical Research Council, organismo de Londres.
Actualmente se encuentran en desarrollo otras vacunas cultivadas en células (293, PER.C6), transformadas mediante virus, y también procedentes de abortos provocados.
Esta practica es éticamente objetable, y desconocida por la mayoría del personal sanitario y médico de nuestro país. Además es contraria a la jurisprudencia del Tribunal Europeo.
Recientemente, en relación a la utilización de células madre embrionarias en cosméticos, el ministerio de Sanidad aseguró que hasta la fecha no hay ningún medicamento con células madre humanas que esté comercializado en España, por lo que la oferta de dichos tratamientos es ilegal. Sin embargo, estas vacunas están comercializadas en España y Sanidad es la que las compra y distribuye. Sólo una concienciación de la sociedad puede cambiar estos aberrantes hechos. Por otro lado, las vacunas éticas existen como alternativa en la mayoría de enfermedades, y si alguna a día de hoy no existe, se puede fabricar: