lunes, 12 de noviembre de 2012

Más ideas claras sobre los desahucios

De Bancos, desahucios y otros males...

Últimamente corre como la pólvora un río de odio hacia la Banca, y yo lo entiendo incluso comparto una parte del sentimiento, pero con muchos matices que me gustaría exponer. Mi planteamiento de este blog es algo muy lúdico y cero conflictivo, que para complicada ya tengo mi propia vida, así que espero que nadie se moleste ni se ofenda, simplemente quiero exponer mi reflexión.
Primera matización:
Sobre los comentarios que rematan con un “… la banca nunca pierde”, hay que aclarar que la banca sí que pierde y mucho. Sin ir más lejos el informe de Oliver Wyman en el que se analizan las necesidades o excesos de capital de las 14 principales entidades financieras del país, en el escenario base, es decir la situación actual, cinco entidades tienen necesidades de capital. En el escenario adverso la cifra se eleva a siete. Y lo más gordo es que sumando el total de excesos y necesidades de capital, la cifra es negativa. Es decir, los excesos no compensan las necesidades de capital. Si eso no es perder que venga Dios y lo vea.
Exceso o necesidades de capital concretas por entidad
Fuente: informe Oliver Wyman
 
Entidad financiera
Escenario base
Escenario adverso
Grupo Santander
+19.181
+25.297
BBVA
+10.945
+11.183
CaixaBank+Banca Cívica
+9.421
+5.720
Kutxabank
+3.132
+2.188
Sabadell+CAM
+3.321
+915
Bankinter
+393
+399
Unicaja+CEISS
+1.300
+128
Ibercaja+Caja3+Liberbank
+492
-2.108
BMN
-368
-2.202
Banco Popular
+677
-3.223
Banco de Valencia
-1.846
-3.462
NCG Banco
-3.966
-7.176
CatalunyaBanc
-6.488
-10.825
Bankia-BFA
-13.230
-24.743
Segunda matización:
La situación con las casi extintas Cajas de Ahorros merece un blog entero, pero me voy a contener y lo dejo en unas líneas. Las Cajas de Ahorros surgieron con la intención de hacer llegar el crédito allá donde los bancos no llegaban. Además de esa vocación de lucha contra la exclusión financiera, todo el beneficio se reinvertiría en la Obra Social, es decir, redundaría en la misma sociedad. Para decidir dónde invertir esos beneficios sociales, se decidió incluir en los Consejos a los políticos. Una decisión tomada con la buena voluntad de entender que los políticos reflejan la voluntad del pueblo y son elegidos de forma democrática por éstos. Ahí empezó la cagada. La cosa ha funcionado muchos años, de lo cual se ha visto beneficiada toda la sociedad: más competencia financiera al ser un gran número de entidades, Obra Social y generadores de empleo estable, entre otras ventajas. El problema viene en los últimos años de descontrol, crecimiento desmedido, falta de supervisión y sobre todo, cada vez más participación de los políticos en la gestión de las Cajas de Ahorros. Las decisiones políticas se anteponían a las técnicas, generando activos tóxicos y proyectos ruinosos. Como conclusión, en 2010, había de las 45 Cajas unas cinco quebradas técnicamente. La decisión, en mi opinión, debería de haber sido intervenirlas y liquidarlas. Sin embargo la decisión tomada fue: fusionar y convertir en Banco. No entiendo ninguna de las dos decisiones. La sociedad española nos hemos quedado con entidades con grandes problemas, al fusionar entidades que ya venían mal estando solas (como las gallegas), o fusionando algunas pequeñas sanas (Caja Rioja, Caja Segovia, Caja Avila…) con entidades grandes con problemas (Bancaja, Caja Madrid…). Consecuencias:
-          Quedan un menor número de entidades financieras, menor competencia en la oferta siempre es peor para el consumidor.
-          Sobreviven entidades fusionadas con grandes dificultades que el Estado decide rescatar. Rescate que pagamos todos los españoles, pero que de no producirse la caída en cascada puede ser todavía peor.
-          Prácticamente desaparece la figura de las Cajas, solo quedan Onteniente y Pollensa. Pero el resto han desaparecido, con su consiguiente desaparición de la obra social.
Otra mención aparte merecen los sinvergüenzas de los directivos que han dejado las entidades en esta situación y se han marchado con los bolsillos llenos. Pero recordemos que son porcentualmente una minoría del total de trabajadores del sector. El resto, trabajadores mondos y lirondos, que hacen lo que su dirección les manda, que llevan años de reajustes, sin subidas salariales y con ERES, planes de bajas, etc.
Tercera matización:
Sobre la situación actual de los desahucios. Las situaciones dramáticas que se están viviendo dan muchísima pena. Pero ese sentimiento humano no debe de hacer ver las cosas como no son. Aquí el verdadero drama es que haya tanta gente en situación de desamparo máximo, sin trabajo, sin subsidio y sin perspectivas de que su situación mejore. No creo que la solución tomada a las prisas de parar desahucios en los casos de extrema necesidad durante dos años, sea la panacea. ¿Cómo se medirá cuales son los casos de extrema necesidad?, ¿Quién pone la línea divisoria?.
Hemos vivido unos años de locura, de ilusión de crecimiento eterno sin fin. Y en eso ha tenido mucha culpa la Banca, sí, pero también el Estado supervisor que no ha intervenido ni  ha parado la pelota de nieve en caída libre. No olvidemos que todas las entidades están obligadas a informar a Banco de España y éste a intervenir cuando la situación lo requiera. Y por último, y esta es la parte mal vista, el comprador. El particular también ha comprado casa en muchísimas ocasiones con ánimo especulador. Que la vivienda es necesaria, sí, pero no tiene por qué ser en propiedad. Por lo tanto, en mi opinión hay responsabilidad por parte de todos. Hay una responsabilidad exigible a la entidad financiera que ha dado créditos sin rigor y que para cubrir objetivos establecidos desde arriba cada día más imposibles, se ha saltado todas las recomendaciones emitidas desde el departamento de riesgos. Hay una responsabilidad exigible clarísima para la supervisión de las entidades financieras, el Estado no ha intervenido cuando tenía que hacerlo, sino que se ha dedicado a fomentar la compra de vivienda mediante incentivos fiscales, y no ha frenado la concesión de créditos con riesgo de impago o con cláusulas abusivas. Pero también hay que exigir una responsabilidad al comprador, que sea menor no lo discuto, pero no le podemos eliminar de la ecuación o pasado mañana volveremos a encontrarnos en las mismas.
Aquí por lo tanto, hay responsabilidad para todos, el problema viene porque parece que la Banca y el Estado salen indemnes del varapalo. La opinión pública exige respuesta a la Banca, que es la que más se está demonizando, pero en mi opinión es el Estado el que tiene que amparar en situaciones de emergencia a través de los servicios sociales - ¿viviendas sociales? -.
Pero por la parte puramente bancaria, ante una hipoteca impagada hay que pensar bien las soluciones, porque se oyen propuestas que no son factibles. Supongamos que yo no compré casa porque no quería el riesgo y obligaciones de una hipoteca y me fui de alquiler. Si posteriormente mi situación laboral/económica cambia y no puedo hacer frente al alquiler, tendré que abandonar mi casa, ¿no?. Pues lo mismo si lo que he hecho es comprar, pero aún peor, porque el banco me prestó dinero, que es lo que le tengo que devolver. El riesgo que corro comprando es mayor que el que corro alquilando, pero es que también es mayor el beneficio que obtengo sin cumplo con las obligaciones de pago contraídas. Tanto el mercado de compra-venta como el de alquiler, se verían seriamente dañados, si no se pueden tomar medidas contra el que no paga.
Pero hay que recordar que para el Banco un desahucio es la peor opción. La vida de los préstamos está calculada para que llegue hasta el final, no para que se produzcan impagos y tengan que quedarse con el piso.
En mi opinión, la dación en pago es una buena opción. Primero porque hace que las tasaciones irreales que se han producido los últimos años no se produzcan. El banco asume un riesgo mayor al dar un préstamo y se lo pensará más. Ahora bien, el acceso a las hipotecas será más difícil y más caro. Lo cual visto como ha acabado la cosa cuando no ha sido así, creo que es más una ventaja que un inconveniente.
En definitiva, en mi opinión, hay responsabilidades mayores exigibles al Estado y a la Banca, pero también para el comprador. Y creo que las soluciones demagógicas y tomadas a las prisas, solo conllevan aplazar el problema mediante atajos mal tomados.
Y ahí lo dejo, que se pone esto demasiado serio... Besos.
http://blogueandodemivida.blogspot.com.es/2012/11/de-bancos-desahucios-y-otros-males.html