La investigación policial abierta de urgencia, de la que informa
Daily Telegraph incluye la aceptación de esta práctica ilegal por parte de los médicos, grabados con cámara oculta, bajo pagos de entre 240€ y 760€.
REDACCIÓN HO /
THE DAILY TELEGRAPH / ABC.- La Policía británica ha abierto una investigación tras las evidiencias de que diversos negocios privados abortistas británicos habrían aceptado realizar estas prácticas a mujeres embarazadas que querían deshacerse de sus bebés solo porque no tenían el sexo deseado. Las peticiones
er
an más numerosas cuando se trataba de un feto femenino, según publicaba ayer el diario The Daily Telegraph. En un reportaje realizado mediante grabaciones con cámara oculta, el rotativo británico relataba cómo algunos m
édicos de centros privados accedían a realizar abortos motivados únicamente por el género del feto, práctica ilegal en el Reino Unido. El
ministro de Sanidad, Andrew Lansley, expresó su preocupación por esta denuncia e indicó que ha iniciado una investigación urgente al respecto.
Los reporteros del diario visitaron, acompañados de mujeres embarazadas, las consultas ginecológicas de nueve centros sanitarios privados del Reino Unido.
Sin peligro para la madre
En tres de los abortorios, los doctores accedieron a perpetrar el aborto a un precio que oscilaba entre 240 y 760 euros. En un caso, la mujer, embarazada de ocho semanas, explicó a una doctora de una clínica de Manchester que quería poner fin a su embarazo porque iba a tener una niña, a lo que la doctora accedió.
En otro, una mujer embarazada de un feto masculino de 18 semanas consiguió concertar una operación de aborto en Londres bajo el pretexto de que, como ya tenía un niño, quería una niña.
Una ley británica de 1967 establece que los médicos pueden abortar de hasta 24 semanas si la salud física o mental de la madre está en peligro, pero nunca para escoger el sexo del bebé. En 2010, en Inglaterra y Gales hubo 189.574 operaciones de aborto, un 8% más que hace diez años.
Los casos de selección de sexo, mediante aborto, no son del todo nuevos en el Reino Unido. Un estudio de la Universidad de Oxford advertía de que se estaba convirtiendo en una práctica común en la comunidad hindú establecida en el Reino Unido.