lunes, 24 de octubre de 2011

Condenados a la extinción

¿Estamos los españoles condenados a la extinción?
Por Miguel Artime | Cuaderno de Ciencias – mié, 7 sep 2011


La baja tasa de natalidad amenaza el futuro mundial
Alrededor de todo el mundo, la demografía constata el hecho de que la educación y el nivel de vida están íntimamente relacionados con el índice de natalidad. A mayor grado de cultura y bienestar, menor número de hijos por mujer. Este fenómeno, del que somos bien conscientes en España, comienza a dejarse ver incluso en las zonas más ricas de Asia. Según informes de Naciones Unidas, esta especie de "huelga de matrimonios" ayuda a explicar la caída en los índices de fertilidad en 83 países y territorios de todo el mundo.

En Hong Kong, por ejemplo, ya no vienen al mundo el número de mujeres necesarias para asegurar el relevo generacional. De hecho, se espera que cada grupo de 1000 mujeres den a luz solo a 547 hijas, las cuales, de seguir este ritmo, tendrán a su vez llegado el momento solo 299 hijas, y así sucesivamente.

Si el fenómeno persiste, y extrapolándolo al total de la población, en solo 25 generaciones la población femenina de Hong Kong se reducirá de los actuales 3,75 millones a una sola persona. Dado que la edad media a la que las hong-konesas tienen sus hijos es de 31,4 años, el país verá nacer a su última niña en el año 2798.

Si la fecha de "extinción" en Hong Kong parece muy cercana ¿qué no sucederá en España donde la tasa estimada de natalidad en 2011 es de 10,66 nacimientos por cada 1.000 habitantes? Ciertamente, el censo femenino patrio actual es más numeroso que el de Hong-Kong, pero con un índice tan paupérrimo las mujeres españolas tampoco verían la luz del próximo milenio. Y lo mismo puede decirse de Alemania, Italia, Japón y Rusia.

El fenómeno comienza a contemplarse incluso en países en desarrollo que podríamos imaginar con una natalidad desbordante. Es el caso de Brasil, Indonesia e incluso ciertas partes de la India. En la actualidad, el índice de fertilidad de la mitad de la población es de 2.1 o menor, un número mágico que asegura la estabilidad de la población.

Los expertos creen que en algún momento, entre el año 2020 y el 2050, el índice global del planeta caerá por debajo de ese umbral. De hecho, si los índices actuales se mantienen, la última de las chinas verá la luz dentro de apenas 1.500 años.

Parece que al mundo le vendría bien una reducción de población, pero si la planificación familiar no se hace con tino, al final la solución al problema de la superpoblación podría llegar a degenerar en un nuevo problema igual de grave. Como vemos, si no remediamos el déficit de natalidad actual, las españolas (y con ellas toda la población del país) están condenadas a extinguirse.

Leído en The economist