“La visceralidad de los ataques de esos radicales fue intensa. Poco a poco fueron tomando la Puerta del Sol. Bordearon el cordón policial por derecha y por izquierda. La siguiente maniobra, ante la inicial pasividad de los agentes, fue rodear a los pequeños grupos de peregrinos y, mediante empujones, gritos, insultos y patadas, sacarlos de la plaza. También tuve que sufrir esos empujones y patadas. Peregrinos, periodistas… qué más les daba, la plaza tenía que ser suya. Sobrábamos los demás. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.”Pidió a la Policía que interviniese y recibió el silencio por respuesta
Lázaro también denuncia la inacción policial:
“Durante estas maniobras de desalojo de peregrinos la pasividad policial fue total. No pude evitarlo. Ya al cuarto incidente de acoso, hostigamiento y empujones contra peregrinos me acerqué a los policías, que permanecían en los alrededores del edificio de la Comunidad de Madrid, para advertir de que la situación estaba tomando un sesgo extremadamente peligroso. Silencio.”En cuanto a lo que tuvieron que pasar los peregrinos, Lázaro señala:
“Insultos, coacciones (ya sabéis, eso de gritarte a la cara a menos de 15 centímetros), escupitajos… La escena era dantesca. Auténticos cafres lanzando gritos y amenazas a los jóvenes (por cierto, la mayoría mujeres) que salían del Metro.El Defensor del Menor abre una investigación y critica al gobierno
Vi mucho pánico en los ojos de los peregrinos y vi a muchas, digo bien, a muchas que al ver el espectáculo rompieron a llorar de puro miedo.”
Hay que señalar que muchos de los jóvenes amenazados, tanto chicos como chicas, era menores de edad. Precisamente el Defensor del Menor ha abierto una investigación que remitirá a la Fiscalía sobre los ataques a los peregrinos menores de edad, señalando ya que las imágenes publicadas demuestran que fueron “zarandeados, escupidos e insultados” y denunciando que el Gobierno “cometió un error” al autorizar la marcha cristianófoba.
El fanatismo y la violencia de los ultras laicistas quedan patentes en el testimonio de Fernando Lázaro: “Muchos estaban fuera de sí. «Os vamos a quemar como en el 36», gritaban a los jóvenes de la JMJ. Que nadie me lo cuenta, que yo estaba allí.” Lázaro denuncia que “las mochilas naranjas, los crucifijos y hasta los alzacuellos eran una «provocación» para esos radicales. «Es que nos están provocando», «es que están rezando», se justificaba uno de los empujadores profesionales. Y se me ocurrió preguntar por qué les provocaban. «Porque están aquí, porque existen, porque les vamos a prender fuego otra vez, como en el 36».”
El PSOE culpa a los peregrinos agredidos de provocar a sus agresores
Definitivamente, la izquierda española y para más señas el gobierno socialista tienen un serio problema. Se han pasado años dando cancha a la izquierda más extrema y ahora vemos los resultados. Hoy mismo el PSOE ha culpado a los propios agredidos, a los peregrinos, de “provocar” a los agresores, una argumentación digna de quienes disculpan a los violadores culpando a las mujeres violadas de haberles provocado. Esa ultraizquierda es un auténtico peligro para la convivencia, pero el gobierno se niega a actuar contra esos violentos porque el PSOE quiere captar sus votos. Necesita electoralmente a la izquierda más extrema y ésta, además, le hace a los socialistas el trabajo sucio amedrentando a los detractores del gobierno. Y así estamos desde 2004.
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