Pero al grano. Por si esta deriva orwelliana se confirma, afirmo lo siguiente:
- El matrimonio es la unión indisoluble de varón y mujer, abiertos a la vida y con vocación de permanencia.
- La familia es fruto del matrimonio, este es el único modelo. A veces, por falta de uno de los padres o por una separación necesaria no se mantiene la unidad, pero esa realidad no es defendible ni ostentable como modelo.
- La homosexualidad es una desviación que no hace bien a nadie. Si se limita al ámbito privado no puede ser perseguida, pero desde luego no puede ser protegida, ni exhibida ante los niños, ni mucho menos propuesta como modelo para nada.
- La homosexualidad, en muchos casos científicamente tratados, puede curarse; hay mucha gente con la vida rehecha tras haber sufrido tremendamente en su comportamiento homosexual; debe evitarse a toda costa que un homosexual adopte niños.
- Los varones y las mujeres no son iguales, en absoluto. Tienen idéntica dignidad y derechos, y ahí acaba, gracias a Dios, su igualdad; me parece estupendo educar a los niños y niñas por separado si así lo desean sus padres. Y dicha educación es tan susceptible de ser protegida por el Estado como la mixta.
- La realidad más sagrada de todo el género humano es la maternidad y la paternidad; deben ser protegidas. Los hombres no pueden ser madres, ni las mujeres padres; decir lo contrario es propio de idiotas.
- España es un bien moral, y el nacionalismo separatista es un mal objetivo, que trata egoístamente de separar a los hombres y a los pueblos en base a sus diferencias y de destruir la realidad histórica que es España; la única lengua común a todos los españoles es el español, lo que debe traducirse en todas las Administraciones de España, y debe notarse en todos los centros sostenidos con fondos públicos.
- El aborto y la eutanasia son crímenes inaceptables; cualquier ley que los defienda, impulse o despenalice es una aberración jurídica que convierte el bien absoluto de la vida en algo sacrificable en ciertas condiciones o para supuesto beneficio de terceros; cualquier médico (pues sabe lo que hace) que participe en un aborto o eutanasia es un asesino, y en muchos casos, la madre o familiares que saben lo que hacen pero silencian sus conciencias también son asesinos.
- Los derechos fundamentales residen en la natural dignidad recibida por el ser humano. Pueden y deben ser descubiertos, protegidos, perfeccionados, nunca inventados.
- Eel derecho a la libertad religiosa es, con el de la vida, el primero de los derechos. Cualquiera que trate de evitar la presencia pública de los cristianos, la defensa de los valores evangélicos y la propuesta de que los mismos inspiren la legislación y la vida social debe ser perseguido por intolerante, antidemócrata y cristófobo. Se me ocurren muchas más cosas, pero con esto me he quedado a gusto. Por supuesto, seré acusado de ser un radical, intolerante, discriminador carca y fundamentalista, homófobo y quien sabe qué más cosas, pero por ahora no me podrán meter en la cárcel por ello.
Fabián Fernández de Alarcón
profesionalesetica.org/2011/01/23/antes-de-que-no-me-dejen/