sábado, 18 de septiembre de 2010
Diez años de Zapatero
Los frutos de una década de Zapatero demuestran hasta qué punto ésta ha sido una década ominosa, una década de retrocesos en las libertades y en el bienestar de todos los españoles, un retroceso en la convivencia y una erosión sin precedentes de los cimientos del Estado definido en la Constitución y que ha sido vapuleado por una clase política izquierdista sin escrúpulos ni principios. Veamos estos frutos en las distintas áreas del funesto Gobierno zapateril:
En política económica, el paro masivo.
En política presupuestaria, el déficit descontrolado.
En política fiscal, la subida general de impuestos.
En política de consumo, la subida del IVA.
En política laboral, los recortes indiscriminados.
En política de pensiones, pensionazo.
En política de transparencia, la opacidad total.
En política parlamentaria, la prepotencia y el desprecio.
En política de Justicia, el intento de control partidista.
En política terrorista, el chivatazo y el deplorable "proceso".
En política policial, el control político.
En política lingüística, la persecución del castellano.
En política social, el aborto y el desprecio a la institución familiar.
En política educativa, el fracaso escolar y el adoctrinamiento.
En política exterior, el descrédito y la claudicación.
En política cultural, el sectarismo y el dirigismo ideológico.
En política de internet, el canon y el afán de control.
En política informativa, el clientelismo y la manipulación extrema.
En política hidrológica, la insolidaridad.
En política de paz, la venta masiva de armas.
En política de juventud, el paro masivo.
En política territorial, privilegios y discriminación.
En política de inmigración, los bandazos, del efecto llamada a las redadas.
En política de infraestructuras, el tijeretazo y la discriminación de las comunidades del PP.
En materia de convivencia, el enfrentamiento entre españoles.
En materia de libertades, la incursión constante del Estado en la esfera personal y familiar.
En cuanto a la idea de España, un concepto cuestionado y cuestionable.
En definitiva, estos 10 años de Zapatero son una auténtica desgracia para España, que tardará muchas décadas en recuperarse del "Efecto Zapatero", un efecto devastador.
David Pérez es portavoz del PP en la Asamblea de Madrid.
En política económica, el paro masivo.
En política presupuestaria, el déficit descontrolado.
En política fiscal, la subida general de impuestos.
En política de consumo, la subida del IVA.
En política laboral, los recortes indiscriminados.
En política de pensiones, pensionazo.
En política de transparencia, la opacidad total.
En política parlamentaria, la prepotencia y el desprecio.
En política de Justicia, el intento de control partidista.
En política terrorista, el chivatazo y el deplorable "proceso".
En política policial, el control político.
En política lingüística, la persecución del castellano.
En política social, el aborto y el desprecio a la institución familiar.
En política educativa, el fracaso escolar y el adoctrinamiento.
En política exterior, el descrédito y la claudicación.
En política cultural, el sectarismo y el dirigismo ideológico.
En política de internet, el canon y el afán de control.
En política informativa, el clientelismo y la manipulación extrema.
En política hidrológica, la insolidaridad.
En política de paz, la venta masiva de armas.
En política de juventud, el paro masivo.
En política territorial, privilegios y discriminación.
En política de inmigración, los bandazos, del efecto llamada a las redadas.
En política de infraestructuras, el tijeretazo y la discriminación de las comunidades del PP.
En materia de convivencia, el enfrentamiento entre españoles.
En materia de libertades, la incursión constante del Estado en la esfera personal y familiar.
En cuanto a la idea de España, un concepto cuestionado y cuestionable.
En definitiva, estos 10 años de Zapatero son una auténtica desgracia para España, que tardará muchas décadas en recuperarse del "Efecto Zapatero", un efecto devastador.
David Pérez es portavoz del PP en la Asamblea de Madrid.