sábado, 24 de julio de 2010

¿Otra víctima del franquismo?

Santa Pau dedica una calle a Joan Pinsach, acusado de represaliar religiosos en 1936

El gobierno del municipio gerundense, integrado por Alternativa per la Garrotxa y CiU, homenajea al  alcalde que, según familiares de víctimas e historiadores, mandó fusilar a religiosos en  la Guerra Civil.
REDACCIÓN HO / EL CONFIDENCIAL AUTONÓMICO.- El pleno del ayuntamiento gerundense de Santa Pau, dirigido por Esther Badosa, aprobó la iniciativa presentada por el Gobierno municipal, conformado por do por Alternativa per la Garrotxa y CiU, para dedicar una calle al ex alcalde Joan Pinsach, al que importantes historiadores acusan de mandar fusilar a párrocos en 1936.
Pinsach fue asesinado por las tropas franquistas por el simple hecho de ser alcalde”. Con estas palabras justificó Badosa la propuesta de homenajear al ex edil presentada, por su partido hace una semana. Sin embargo, existen otros datos muu reveladores sobre el pasado del edil: “Es cierto que Pinsach pasó por el paredón en octubre de 1939; pero él, tres años antes, había ordenado la ejecución de varios clérigos, entre ellos, el propio párroco de su pueblo, Josep María Noguer i Tarafa”.
Estas palabras pertenecen a un familiar del sacerdote asesinado, consultado por El Confidencial Autonómico. La misma fuente escribió hace unos días a un periódico local afirmando que Noguer fue ajusticiado con dos disparos en la cabeza y uno en el corazón, y su cuerpo se encontró horas después en el cruce de una carretera.

Ese testimonio ha sido ratificado por historiadores de la provincia, que señalan a  Joan Pinsach como el principal responsable del llamado Comité Local Antifascista de Santa Pau: “Era el jefe de este organismo, integrado por representantes de Esquerra Republicana, FAI y CNT”.
Uno de los estudiosos que dan la razón al familiar del párroco es Francisco Picas, autor de varios libros en los que analiza la persecución religiosa durante la Guerra Civil en Cataluña. “Noguer, como tantos otros, fue un mártir de la fe al que la historia ha olvidado“, declara.
Los clérigos represaliados desde 1936 a 1939 sí han encontrado su reconocimiento fuera de España. Según informa El Confidencial Autonómico, la basílica de San Bartolomeo en Roma rinde homenaje a las personas que murieron por defender sus creencias. Las personas que se acerquen al templo podrán contemplar, entre otros objetos, la cruz que perteneció al padre Josep María Noguer i Tarafa, y los restos de un crucifijo de la Iglesia de San Martín de Palafrugell que fue quemada durante la Guerra Civil.

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