jueves, 22 de abril de 2010

La confianza

Lo más difícil de ganar, lo más fácil de perder, casi imposible de recuperar. El que engaña una vez, engaña veinte. Las personas se dividen en dos grupos: los que tienen algo que ocultar y los que no. El otro día hablaba con alguien sobre la diferencia entre ética y moral. Un comportamiento ético es sencillamente aquel que está conforme con la ley. Una actitud moral, sin embargo, puede considerar que algo es legal pero es malo, como el aborto. Cuando se tiene una moral firme, no valen las excepciones. No se puede criticar la mentira de los demás cuando uno mismo está mintiendo o dejando de decir la verdad. Entramos dentro de lo que se llama tener o no tener autoridad moral, que supone ser un ejemplo de conducta.

Cuando alguien ya ha mentido y lo sabes... ¿Cómo recobrar la confianza?. Por eso es tan complicado rehacer una pareja en la que uno de los dos no ha sido fiel, en cuerpo y alma. Porque una cosa es haber tenido una aventura física, que puede tener incluso menor importancia que el hecho de gustarte alguien fuera de tu relación. Porque esa afinidad con alguien ajeno hace más daño a la pareja que cualquier otra situación. Compartir tiempo, pensamientos o sentimientos con otro a quien consideras un amigo, suele ser el principio del fin para las relaciones sentimentales. La pareja es un mundo exclusivo y no puedes tener parte de tí en otra persona, si de verdad quieres que funcione. Cuando se rompe la confianza dentro de la familia, todo se vuelve diferente y la duda se instala en la casa.