lunes, 8 de marzo de 2010

El alma

Aunque soy de derechas, estoy en contra de los festejos taurinos. Aunque soy española, tengo más bien mentalidad alemana. Aunque soy católica, no descarto la reencarnación. Hay mucha tendencia en nuestro país a encasillar a la gente con una serie de adjetivos que a la mayoría no nos cuadran en absoluto. Católico: reprimido, obediente, clasista, serio, apocado... Eso de meter a las personas en paquetes, resulta muy cómodo pero es absolutamente injusto.

Pues sí, soy católica practicante -cada vez más-, pero no creo que la reencarnación sea incompatible con el mensaje de la Biblia. Me atrae la idea de pensar que existen varias oportunidades para ir purificando el alma a través de diferentes experiencias en circunstancias distintas, distintos cuerpos, lugares y épocas de nacimiento. Eso explicaría por qué existen personas que, ya desde niños, parece que atesoran toda la sabiduría y la paz; mientras otros, incluso siendo adultos, parece que no hayan aprendido nada todavía.

Almas jóvenes, almas viejas... Paulo Coelho en la novela Brida habla de almas divididas varias veces que buscan su "otra parte". Yo también pienso que todos tenemos esa otra mitad y que el sentido de la vida está precisamente en encontrarse. No me van a echar de la Iglesia por eso. Son mucho más tolerantes y comprensivos que lo que piensa la mayoría de la gente. Pero es lo que tiene clasificar a la gente a priori, que te impide llegar a conocerlos a fondo.